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Una médica hizo pública una carta en la que repudió la falta de respuestas de las autoridades de Estados Unidos frente al avance del coronavirus, y aseguró que cada demora «se mide con la pérdida de vidas».
Dipti S. Barot es una doctora de la zona de la bahía de San Francisco, California, que atiende pacientes telefónicamente ya que está inmunocomprometida, pero sus colegas «marchan a la guerra con pistolas de agua de plástico y bombas de papel maché», por lo que los definió como «corderos» que van a la «matanza» del Covid-19.
«Algunos están viviendo en el garaje o en habitaciones separadas en sus casas, por temor a infectar a sus seres queridos», escribió.
Mientras la crisis avanza, la profesional evaluó que la respuesta de las autoridades no fue la esperada, por lo que sostuvo que llamarla «inconcebible» es utilizar una palabra «demasiado suave». «Lo que se está haciendo es criminal», aseveró.
Incluso recordó que el presidente Donald Turmp, después de restarle importancia a la pandemia y de calificarla como un engaño, no tuvo más remedio que cambiar su postura y comenzar a tomar medidas. «Le ha fallado a nuestra nación», manifestó Barot. En el mismo sentido, cuestionó a empresarios, como Elon Musk, ya que los trabajadores de la planta de Tesla en California debían asistir a sus lugares de empleo, pese que las autoridades estatales habían pedido a los habitantes que se quedaran en sus hogares. Por eso, se preguntó: «¿Quién está allí para proteger a esos trabajadores en la primera línea del fracaso de este Gobierno?».
«Con cada retraso crucial, con cada error y paso en falso, el costo se va a medir en vidas perdidas», lamentó.
Cada vez más víctimas
En otro tramo de su carta, la médica advirtió que todos los días hay más informes de «trabajadores sanitarios infectados, hospitalizados y muriendo en todo el mundo».
«Continuarán muriendo por la inacción de sus líderes», reiteró y agregó que «sus vidas terminarán porque las fábricas no fueron tomadas por sus gobiernos para fabricar kits de prueba y equipos de protección personal a tiempo», o porque las máscaras que utilizan son guardadas «después de turnos de 12 horas para ser usadas de nuevo» al día siguiente, o porque deben cortar «botellas de plástico para hacer otras».
«Infectarán inadvertidamente a sus pacientes porque están reutilizando batas desechables», continuó el texto, en el que manifestó que los trabajadores de la salud están «forzados a arriesgar sus vidas debido a la disfunción» de los gobernantes y «por el fracaso total de un sistema de salud que está basado en el beneficio y no en la gente».
Frente a esto, Barot aseguró: «Hay un tirador apuntando directamente a todas y cada una de estas personas y a todos los trabajadores sanitarios de la primera línea en este país».
«Muchos de nosotros nos enfermaremos y muchos moriremos. Esto es un crimen y hay mucha gente directamente responsable de ello. La sangre estará en las manos de quienes enviaron a los trabajadores de la salud a una guerra sin armadura, para luchar batallas blandiendo fideos de piscina en lugar de espadas», concluyó.
En Estados Unidos el coronavirus ya contagió a más de 143.000 personas y causó la muerte de 2.513.