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Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
“Ahora tenemos conocimientos para saber de la calidad de la tierra, y que me permitió mejores cultivos”, resumió, Juan Rivas, en su participación como beneficiario del proyecto para la preservación y rescate del medio ambiente del Complejo Humedal Cerrón Grande, que compartieron CRIPDES y FIAES.
“Me gustó la experiencia porque aprendí a preparar abonos e insecticidas de manera orgánica, sin agroquímicos. Yo espero que le den seguimiento a este tipo de proyectos”, acotó.
El Complejo Humedal Cerrón Grande o Embalse Cerrón Grande, se extiende entre los departamentos de Chalatenango, San Salvador, Cuscatlán y Cabañas, considerado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) como el “mayor cuerpo de agua dulce del país”, al medio, en el tránsito del río Lempa.
Christian Hernández, promotor de agricultura orgánica FIAES-CRIPDES, explicó el impacto positivo que han tenido las prácticas de agricultura orgánica, que no solo ha creado conocimiento como tal, sino también una concienciación sobre el abuso de los agro químicos en el medio ambiente y la salud.
“Estas prácticas de agroecología, como la preparación del Bokashi (materia orgánica fermentada) ha dejado conocimiento en la siembra de árboles forestales y frutales, que permitió la plantación de cinco mil arbolitos, de los cuales 2 mil 500 fueron frutales, durante los seis meses que duró el proyecto. Y que también permitió el cuido del recurso hídrico, crear reservorios de agua (pozos de captación de aguas lluvias), así como la construcción de barreras vivas y muertas (conservación de suelos) y no romper la tradición de quemar rastrojos”, explicó.
El presidente de CRIPDES Bernardo Belloso, señaló que a través de la implementación de este proyecto de carácter productivo, ecológico y protección de cuenca, permitió a los treinta beneficiarios de la iniciativa FIAES-CRIPDES, prepararse para enfrentar el Cambio Climático.
“La clausura del proyecto de restauración de 40 hectáreas Jutiapa-Tejute, con la visión de dar un aporte al proceso de reforestación en los municipios al entorno del Humedal Cerrón Grande, es un esfuerzo que suman los dos años, en el proceso de sensibilizar y educar a las comunidades sobre la preservación de los ecosistemas”, acotó.
No obstante, aclaró que el proyecto incluyó el tema de la productividad económica, para los pequeños agricultores, ejecutando las obras de reforestación con la reforestación, a fin de rescatar la cuenca hidrográfica, pero también la siembra de granos básicos y hortalizas para su dieta alimenticia.
“La experiencia ha sido satisfactoria sin embargo, las condiciones climáticas han sido un poco desfavorables para el proceso de siembra de árboles frutales y forestales, por la entrada del verano. Hay otras necesidades también, y como CRIPDES hemos tomado nota de las sugerencias de las comunidades, y las vamos a trasladar al personal de FIAES y al MARN, y buscar de alguna manera continuidad a este plan de manejo de la cuenca hídrica en el embalse o humedal del Cerrón Grande”, acotó.
La iniciativa de preservar la cuenca hidrográfica se desprende del Sistema Agrosilvopastoril (SASP), que consiste en combinar especies frutales y forestales, cultivos (granos básicos) y ganadería. Con el único fin de generar un área de amortiguamiento, que se define como el sitio contiguo a la zona silvestre protegida, y así enfrentar al cambio climático y que en este parte del territorio nacional se ha expresado en continuas sequías.
“Como CRIPDES, justamente lo que queremos es inculcarle a la gente, un cambio en la cultura productiva tradicional que utiliza muchos agroquímicos, por otro modo de producción con elementos biológicos y orgánicos, ya que son mucho más saludables, cuidando y preservando a la vez a la madre naturaleza. Las enseñanzas van en esa lógica de generar capacidades a productores y productoras, para que mejoren la producción de la tierra, sin dañarla, sin contaminarla y las técnicas deben ir implementándose dentro de las mismas familias y por supuesto, en las comunidades, para heredarlas como una cultura”, manifestó.
Así como, la preservación de los cuerpos de agua en ríos y lagos, ya que existen poblaciones en territorio nacional con graves problemas para obtener el vital líquido, como el municipio de Cinquera, Cabañas. Que pese a su producción de árboles en sus áreas boscosas, tienen escasez de agua para el consumo humano.
“Tenemos que realizar acciones de conservación de los mantos acuíferos, pero también luchar contra la contaminación y particularmente por el uso de agroquímicos. Y esta es una lucha a nivel municipal y nacional, debemos exigir la creación de ordenanzas municipales y otras medidas que regulen el uso de esos agrotóxicos y otras actividades que desarrolla el ser humano, que sin duda, generan afectaciones al medio ambiente, como ocurre en el río Quesalapa, que está siendo contaminados por los lixiviados (fluidos de desechos sólidos) que viene desde las grandes ciudades como Ilobasco o Cojutepeque, esto debe cambiar”, concluyó.
