Tomado de Carta Económica
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En los últimos meses se ha tratado en los medios de comunicación masiva el tema de posibles reformas al sistema de ahorros para pensiones, advice en parte por la baja rentabilidad que están teniendo los fondos de pensiones y porque el Gobierno de la República está utilizando las cotizaciones de los trabajadores de este sistema, para cubrir necesidades del presupuesto nacional. Las molestias de los trabajadores son tan sentidas que los llevó a presentar una acción de inconstitucionalidad por considerar que sus cotizaciones no están siendo adecuadamente remuneradas, la cual resolvió a favor de ellos la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Se han mencionado como posibles soluciones, reformas para aumentar la edad de retiro de los cotizantes, la reducción de las pensiones actuales a los pensionados que perciben mayores cuantías y del posible aumento de las cotizaciones; y por último la propuesta del Ministro de Hacienda, de dividir las cotizaciones en dos fondos, uno de ahorro privado y otro como un fondo de reparto. Todas las soluciones están enfocadas en perjuicio de los actuales y de los futuros pensionados, pero nada se ha dicho con relación a las empresas que administran esos fondos, las que, como se demostró en un artículo anterior, han obtenido ganancias excesivas fundamentadas en una regulación leonina, en los más de 15 años de operación del perverso sistema de pensiones aprobado por el gobierno de Armando Calderón Sol. Además, no se dice nada sobre la insostenibilidad del Sistema de Pensiones vigente, aún con las reformas; menos se dice que la continuidad de éste significaría seguir con la deuda estatal insostenible, como ya argumentamos, así también se está aceptando como normal las pensiones de hambre de los pensionados actuales y futuros, así como la baja cobertura de las pensiones en relación a la población de la tercera edad, producto de la inexistencia de la solidaridad en este sistema y la negación definitiva a una universalidad del Sistema de Pensiones.
El problema de los enfoques que se discuten es que ninguno es integral: uno tiene una visión financiera de rentabilidad, en esta visión están atrapados, por un lado los que tienen pensiones altas y por el otro la inmensa mayoría, los que no entienden que sus pensiones son tan bajas que un incremento de interés no les resuelve su pensión de hambre. Lo que sí es cierto es que mejorar la rentabilidad aumentando la carga financiera del Estado, como se ha hecho los últimos 17 años, hace más insostenible el Sistema de Pensiones de Ahorro Privado. El otro es un enfoque fiscalista que no va a resolver los problemas reales de la gente, sino sólo posponer la agonía por diez años o menos, la quiebra fiscal del Estado.
Antes de comenzar a desarrollar nuestra propuesta queremos dejar tres puntos claros:
PRIMERO: El Sistema de Ahorro Privado actual le ha costado a los trabajadores y trabajadoras un desembolso o pago a las AFP y Compañías de Seguros, como puede verse en el cuadro que continúa de $1,358.30 millones de dólares, adicional a este costo de la clase trabajadora, el Estado por su parte ha hecho desembolsos al Sistema Privado de Ahorro Individual, $8,517.00 millones de dólares, lo anterior implica que la privatización de las pensiones ha tenido un costo total para los trabajadores y el Estado de $9875.30 millones de dólares.
SEGUNDO : Según el informe (Plan de Pensiones Mixto) presentado por el Gobierno de El Salvador el 22 de Septiembre 2015, ese alto costo pagado por los trabajadores y el Estado el cual tiene un proceso de endeudamiento provisional insostenible financieramente hablando, no ha generado ningún resultado positivo a la clase trabajadora, eso lo podemos ver en el hecho concreto que del total de 99,736 pensionados por vejes, 53,262 tienen pensiones entre $507.6 y $207.6; por otra parte, 31,377 personas con pensiones de vejes de apenas $207.6, y todavía lo mas grave hay 24,842 personas con pensiones por vejes inferiores a los $207.6 . LO ANTERIOR PERMITE CONCLUR QUE EL 78.3% DE LOS PENSIONADOS POR VEJES ESTÁN ENTRE LA POBREZA Y LA MISERIA LO CUAL HACE UN CONTRASTE OFENSIVO CON LAS UTILIDADES DE LAS AFP Y LAS COMPAÑIAS DE SEGUROS.
TERCERO: Según el mismo informe del Gobierno citado anteriormente, del total de personas afiliadas a las AFP en el sistema privado de pensiones que al año 2013, totalizaban 1,511,144, “AL AÑO 2013 SE REGISTRA QUE EL 78.4% DE LA POBLACIÓN AFILIADA SÓLO TENDRÁ DERECHO A PENSIÓN MÍNIMA”.
A continuación veremos en qué consisten las propuestas de enfoque neoliberal:
Propuestas con enfoque neoliberal
Como se comprenderá, existe una gran preocupación por revertir indicadores financieros que se consideran adversos para las Administradoras de Fondos de Pensiones, pero ninguna de las soluciones que proponen tienen rostro humano, lo cual no es de extrañar, pues son hechas con el pensamiento neoliberal que promovió ese sistema.
Reiteradamente se propone aumentar las cotizaciones, aumentar la edad de retiro de los futuros pensionados, invertir las cotizaciones en los mercados financieros internacionales; todo ello con el objeto de incrementar la cuenta individual de cada trabajador, para que en el futuro pueda tener una mejor pensión; las dos primeras opciones son sacrificios que debe hacer el cotizante y la última son riesgos que debe asumir el mismo, pues si las inversiones en los mercados financieros internacionales resultan en pérdidas él y solo él será el afectado, esto ya le sucedió a fondos de pensiones que invirtieron en la bolsa y en la crisis financiera del año 2008 perdieron billones de dólares, dejando en la calle a millones de futuros pensionados y pensionados activos.
Para dichas propuestas de solución seguramente habrá justificaciones técnicas que nada tienen que ver con la realidad del país, por ejemplo, se argumentará que la expectativa de vida del salvadoreño ha aumentado, para justificar el aumento en la edad de retiro, pero para ello se ocuparán tablas de mortalidad de estudios demográficos de otros países, porque en el nuestro no hay ese tipo de estudios; también se argumentará que la colocación en los fondos de inversión genera grandes rentabilidades, pero en nuestro país la mayor parte de empresas que pudiesen cotizar sus acciones en la bolsa no lo hacen porque son empresas de grupos familiares y las perspectivas de la crisis del sistema financiero internacional, por el nivel insostenible de la creación de valores financieros en el mundo capitalista, hace prever que, invertir en el extranjero es una quiebra anunciada del Sistema de Pensiones. Los datos internacionales a finales del año 2013, hablan de una existencia de más de 1.200 millones de millones de dólares en valores sin ningún respaldo real, ante una economía mundial que apenas genera un producto anual que sólo representa un 17% de esos valores, que en su mayoría son chatarra. A esto hay que agregarle que esos valores son propiedad mayoritariamente de los grandes bancos y fondos internacionales que están todos totalmente interrelacionados en la emisión y especulación en el sistema financiero mundial, es así que el nivel de contagio y de posibilidades del colapso del Sistema Financiero Mundial es pregonado por instituciones y economistas, propietarios de fondos de inversión, etc. Ignorar esta situación es condenable y debería de deducirse responsabilidad a las autoridades que autoricen ese tipo de inversión con los fondos de pensiones.
A continuación citamos fragmentos de una noticia aparecida el día 11 de diciembre de 2013 en el Diario de Hoy, en la cual se materializa el pensamiento neoliberal con las propuestas de solución financiera, sin rostro humano:
“El diagnóstico de pensiones que prepara el gobierno desde hace más de un año ya está listo, pero no trae buenas noticias para los salvadoreños.
El ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, mencionó ayer que el estudio plantea una disminución de los beneficios previsionales para los jóvenes que cotizan actualmente al sistema privado. “Se les ofreció el 70 % y no van a tener más que el 35 %”. “Uno debe tener la pensión que merece porque si no impactamos en el déficit fiscal”.
El pago de la deuda sin pensiones estaría por el orden del 44 % del PIB, según el funcionario.
El diagnóstico también contempla otras medidas que afectarían el retiro digno de los salvadoreños en el futuro. En ocasiones anteriores, el superintendente adjunto de pensiones, Omar Iván Martínez, ha manifestado que el estudio también incluiría un análisis sobre los años de cotización, que hoy requieren de 25 años de trabajo, y la edad de jubilación, que establece como requisito 55 años para la mujer y 60 para los hombres.”
Además se analizan las opciones de inversión de los fondos de pensión, que son vitales para que el dinero de los cotizantes se multiplique en el tiempo y garantice una pensión mensual digna.
En el Diagnóstico del Sistema de Pensiones de El Salvador y Formulación de Propuestas de Mejora y Aseguramiento de su Sostenibilidad, publicado por ASAFONDOS, 2013, se proponen algunas reformas para sacar de la crisis a este sistema, como las siguientes:
1. Encontrar en el mediano plazo, una alternativa de financiamiento del déficit previsional del ISSS e INPEP que libere a los Fondos de Pensiones de la obligación de invertir en Certificados de Inversión Previsionales, mecanismo actual mediante el cual dichos Institutos perciben los recursos para cubrir sus obligaciones previsionales. Mientras esto sea posible, se propone que se modifique la Ley del Fideicomiso de Obligaciones Previsionales en lo relativo a las condiciones de tasa de interés que devengan dichos Certificados, evaluando si se mantiene su cálculo referido a la tasa LIBOR o se establece una tasa local (TIBP) como referencia, más una sobretasa, y estableciendo un rango de tasa de interés mínima (piso) y máxima (techo) en el que la tasa de interés pudiera variar, a fin de disminuir la volatilidad de los Fondos de Pensiones, asociada a esta inversión obligatoria.
Nuestro comentario: En realidad el déficit previsional del ISSS y del INPEP lo creó el sistema de ahorro para pensiones, al sustraer de los sistemas administrados por esas entidades, una gran cantidad de cotizantes, sin considerar que en todo sistema de pensiones de capitalización colectiva son indispensables las cotizaciones de los trabajadores, pero la voracidad por cobrar comisiones a los trabajadores pudo más. Es sorprendente la ignorancia de los funcionarios que hacen las propuestas, en cuanto a las perspectivas de las tasas de interés en el sistema financiero mundial, como ya lo analizamos anteriormente, esto, por un lado, hará que la Tasa de Libor rentabilice los fondos de pensiones a los pocos pensionados actuales (8,218 pensionados con ingresos superiores a los $806.7 mensuales) y futuro que ya analizamos, pero va a llevar a la quiebra al Estado, si éste no se deshace de la deuda previsional.
2. Agilizar el estudio y aprobación de la Ley de Fondos de Inversión, a fin de que los Fondos de Pensiones cuenten con más alternativas de inversión en el mercado local, permitiéndoles diversificar el riesgo y acceder a rendimientos adecuados que permitan brindar una mejor pensión a los afiliados, mientras que también se beneficia el país al contar con inversionistas institucionales que podrán financiar proyectos productivos en el país.
Nuestro comentario: El escaso desarrollo de nuestra economía será un obstáculo para que estos fondos puedan ser una verdadera opción que satisfaga las necesidades de inversión de los fondos de pensiones. En alguna parte de su Diagnóstico, ASAFONDOS reconoce la poca bursatilidad del país, por consiguiente, esta será otra ley que tendrá pocos efectos en la economía. Una prueba de esta aseveración es que el 88.54% de la población activa en del Sistema de Ahorro Privado (1,338,026 cotizantes) tienen salarios que van de los $762 a menos de $242 mensuales, son los que sólo tendrán opción a un pensión mínima bajo la carga del Estado, el sistema de ahorro individual privado no es para este país, sólo sirve para el negocio de las AFP y Aseguradoras propiedad de grandes bancos transnacionales.
3. Analizar qué acciones y cambios legales o reglamentarios deberían impulsarse para incentivar el surgimiento de nuevos emisores en el mercado de valores local, basándose en estudios disponibles que identifiquen las principales razones que explican la problemática. Dicho análisis debería contar con la participación más amplia posible de los diferentes actores del mercado, reguladores y fiscalizadores, ya que el desarrollo del mercado de valores beneficiará no solo a los Fondos de Pensiones sino que al país en su conjunto, al ser un mecanismo para canalizar el ahorro interno hacia proyectos productivos e inversión.
Nuestro comentario: Es muy difícil que en El Salvador se aumente el surgimiento de nuevos emisores, principalmente de acciones que se coticen en la bolsa, porque las empresas que lo podría hacer, o son propiedad de pequeños grupos familiares o son de capital extranjero, que prefieren obtener recursos con otras fuentes de financiamiento.
4. Aprobar la apertura a la realización de inversiones en plazas internacionales para los Fondos de Pensiones con límites que se incrementarían gradualmente, resguardando que las transacciones se realicen siempre bajo la supervisión y fiscalización de la Superintendencia del Sistema Financiero y en condiciones de liquidez y seguridad, tal como lo plantea la Ley SAP.
Nuestro comentario: Aprobar las inversiones en el extranjero es relativamente fácil de lograr, pero es de alto riesgo, si la crisis del sistema capitalista no afectó de forma directa a los fondos de pensiones en El Salvador, fue porque el SAP no estaba vinculada con transacciones financieras internacionales; consecuentemente, una reforma como la solicitada pone en alto riesgo los ahorros de los salvadoreños. Es oportuno citar las palabra del señor Dan Beaker en su artículo titulado: El Robo de las Pensiones: La lucha de clases pasa a la siguiente etapa, cuando dice lo siguiente: “Entre aquellos que merecen el vilipendio especial en esta historia son las agencias calificadoras (sí, la gente que calificaron todos aquellos valores respaldados por hipotecas de alto riesgo como AAA). Durante los años de la burbuja bursátil en la década de 1990, se analizaron los fondos de pensiones bajo el supuesto de que la burbuja podría persistir indefinidamente. Esto significaba que los gobiernos estatales y locales tuvieron que hacer poca o ninguna contribución a su pensión. A estos riegos nos exponemos al invertir en el extranjero.
5. El establecimiento de la edad de jubilación es un factor clave dentro del funcionamiento del Sistema y, por supuesto, su modificación no es una decisión fácil de tomar porque tiene implicaciones sobre toda la población afiliada. Sin embargo, es importante considerar que las condiciones demográficas son variables y en la medida que existen variaciones en la expectativa de vida, se hace necesario que en los sistemas previsionales se revise de forma periódica su comportamiento, y con base a su evolución, se analice la pertinencia de modificar o no las edades establecidas para el retiro.
Nuestro comentario: El párrafo anterior dice en el fondo: “No importa la gente, sino las finanzas, para que éstas sean del beneplácito de los inversionistas de las AFP y Aseguradoras, y para que éstas puedan seguir esquilmando a los trabajadores; aunque la decisión sea difícil hay que tomarla”. Estos funcionarios neoliberales tienen en la quiebra fiscal al Estado.
Los comentarios de los últimos días del Ministro de Hacienda, respecto a separar las cotizaciones en dos fondos, uno privado y otro público, y que las AFP siguen administrando el sistema, parecen tener la intención de aliviar temporalmente el problema de caja que enfrenta el gobierno, pero no aportan solución alguna a los problemas generados por el sistema de ahorro para pensiones y, por otra parte, los trabajadores seguirían pagando el costo de la administración de las pensiones, es decir, proveyendo grandes utilidades a las AFP y Aseguradoras.
Finalmente, cabe recordar y destacar que el Fondo Monetario Internacional (FMI), forma parte del mismo coro que pregona reformas neoliberales y se opone a la derogación del sistema de ahorro para pensiones vigente y su remplazo por un nuevo sistema de capitalización colectiva, de estructura progresista y de carácter público. En efecto, el FMI prefiere que se mantenga el sistema neoliberal vigente, pero que se suban las tasas de contribución de trabajadores y empleadores, que se aumente significativamente la edad de retiro y que se reduzcan/eliminen significativamente los beneficios existentes, todo esto junto a otras medidas de ajuste similares.
Por lo tanto es de esperar que si el nuevo gobierno de El Salvador comete el gravísimo error de juicio de comprometerse a un programa de ajuste con el FMI, esta Institución le impondrá al pueblo trabajador enormes costos sociales y económicos con el propósito de mantener el sistema vigente de pensiones que beneficia al gran capital. En su Informe de Mayo 2013, el FMI afirma:
“23. La reforma del sistema de pensiones debería formar parte de la estrategia fiscal de mediano plazo. La evaluación preliminar de las autoridades estima que los pasivos fiscales sin financiamiento en el sistema de pensiones (que tiene un componente público y uno privado) rondan entre 65 y 75 por ciento del PIB. El análisis también plantea importantes cuestiones de equidad, dado que la mitad de esos pasivos representan beneficios a solo el 10 por ciento de los afiliados (véase el recuadro 2). El personal técnico del FMI está de acuerdo en que la evaluación puso en relieve la necesidad de realizar modificaciones paramétricas para recortar prestaciones, incrementar aportes y aumentar la edad de jubilación. Las autoridades señalaron que tienen proyectado elaborar una propuesta de reforma del sistema de pensiones para la consideración del nuevo gobierno, pero indicaron que existe poco respaldo del público a favor de esta reforma.”
“24. El personal técnico del FMI aconsejó no cambiar el tratamiento contable de los pasivos jubilatorios. Las autoridades explicaron sus planes para absorber en las cuentas del gobierno las cuentas de pensiones privadas que reciben prestaciones definidas, junto con los activos de esas cuentas (principalmente, títulos del gobierno). A su vez, argumentaron que esta operación reduciría la deuda pública de El Salvador a niveles más comparables con los de países vecinos (que tienen sistemas pensionales de reparto). El personal técnico del FMI aconsejó no realizar esta operación, recalcando que no remediaría los desequilibrios subyacentes del sistema de pensiones ya que la brecha entre las prestaciones y los aportes no se reduciría, y haría menos transparentes que en la actualidad la existencia de estos pasivos sin financiamiento.”(Ver página Web del Fondo Monetario Internacional. “El Salvador-Informe del Personal Técnico sobre la Consulta del Artículo IV de 2013”; Informe País del FMI No.13/132 de Mayo 2013.)
En esta realidad del Sistema Actual de Pensiones de cuenta individual (SAP) se siguen haciendo como ya analizamos brevemente, propuestas fundamentalmente de enfoque neoliberal, buscando rentabilizar las pensiones para 8.2 % de los pensionados (8,218 pensionados) que actualmente tienen pensiones mayores a los $806.7 dólares que podrían sentir algún incremento en sus pensiones y que son en realidad los que están fuera de la pobreza por tener una pensión que les permite cubrir el costo de la Canasta Ampliada de Mercado, o sea, estrictamente hablando el 91.8% de los que gozan pensión por la vejez no satisfacen todas sus necesidades básicas. Otro enfoque es el fiscalista, que quiere resolver el problema fiscal, pero continuando en el marco neoliberal, los análisis financieros que hemos podido ver además de no resolver estructuralmente el problema fiscal, aunque den un respiro temporal, no resuelven en nada los tres puntos que hemos enunciado anteriormente y mucho menos que vayan a universalizar las pensiones que es un derecho constitucional de los salvadoreños y salvadoreñas. Es por eso que nuestra propuesta es clara se deben desprivatizar las pensiones y crear un ente público, primero porque la Constitución así lo establece y segundo porque sólo así podrá, a partir de las realidades económicas del país, crear un sistema previsional en función de la fuerza laboral del país y dejar de manejar las pensiones como una mercancía para que las AFP, ASEGURADORAS Y LOS BANCOS INTERNACIONALES, sigan haciendo un negocio deshonesto con el trabajo y el sufrimiento de los trabajadores y trabajadoras del país.
En las próximas publicaciones de la Carta Económica se presentará la propuesta de solución que en verdad corresponde a los intereses de la población salvadoreña, basada en principios de solidaridad, universalidad y sobre todo apegada a derecho constitucional.
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