Manolo Mires
Mientras que las cámaras del mundo estaban giradas hacia Brasil, viagra cautivando millones de ojos incluyendo los míos, cialis los israelíes con sus aliados norte americanos aprovecharon para hacer su limpieza de verano. Me indignó ver las fotografías de los niños y mujeres de gaza, víctimas de los bombardeos israelíes. Pensé en mis niños y me subió un sentimiento de odio y de impotencia que canalicé después de algunos minutos. Matar niños, niñas, madres, jóvenes……..civiles son CRÍMENES DE GUERRA y si mi memoria me falla, no duden en consultar los Estatus de Roma. No quisiera utilizar la palabra Genocidio porque, por eso, habría que comprobar que los judíos europeos matan desde 1942 en Palestina por razones raciales. Lo que sí hay que reconocer es que tuvieron buenos maestros en las décadas de los 30 y 40.
El argumento de Netanyahu afirmando que cada pueblo tiene derecho de vivir en paz y en libertad es totalmente válido, sin embargo, para ello hay que permitir a su vecino, despojado, el mismo derecho.
Los robos de tierra – a la fuerza o comprándolas – por los israelíes me hacen recordar 1932 o la supuesta reforma agraria. Les recomiendo la lectura y el análisis del libro de Schafik, legado de un revolucionario. La historia, lastimosamente, se repite sin que nadie diga nada. Estos robos generaron enclaves, GAZA y CISJORDANIA, idénticos a las reservas indígenas de Estados Unidos, donde el opresor mató, esclavizó y enfermó a los nativos. ¿Por qué tantas violencias contra la gente de GAZA? No es muy difícil de contestar. Vivir a la par de los nativos, que estén en América del Norte o en Palestina, hace recordar al explotador que su propia presencia en esas tierras es el fruto de un crimen. Y como un buen criminal, el negrero borra sus huellas.
El pueblo oprimido de Palestina es una victima física y económica a la gracia de personas racistas y capitalistas. Y, ojo, no hay que pensar que es una cuestión religiosa como nos lo quiere vender los mediocres intelectuales y corruptos políticos defendiendo al estado de Israel. Defender a su gente es legítimo, sobre todo, después del trauma de la segunda guerra mundial, pero aniquilar al otro pretextando la prevención es indefendible. Esas agresiones son negativas para el judaísmo y alimentan fantasías de manipulación por parte de un “lobby judío” de los hechos históricos de los cuarenta y de control sobre el orden mundial.
Muchos no entienden como gente “civilizada” puede llegar a ser tan inhumana cuando, al contrario, muchos judíos defienden tales crímenes. El sionismo logró lavar la mente de muchos hijos de Israel a tal punto que les quitó la memoria y el humanismo de una religión que vivió en armonía durante siglos con musulmanes.
Los verdaderos enemigos de los judíos no son los palestinos sino que los sionistas que controlan el estado de Israel. Estos últimos ni rezan, ni van a las sinagogas (iglesias judías) ,pero gritan por todos lados que tienen el derecho de atemorizar y limpiar a Palestina porque son “del pueblo elegido”.
El concepto de pueblo elegido es puro mercadeo religioso que podríamos comparar diciendo que París es la ciudad de las luces o que los salvadoreños solo comen yuca frita. La religión no tiene nada que ver – lo repito – más bien es una cuestión de clase y de raza, los europeos blancos contra los “indios” del tercer mundo.
Los israelíes que niegan estos crímenes son idénticos a los que negaron el genocidio de Hitler. De igual forma, los israelíes que participan, directamente o no, son cómplices como los colaboradores o asesinos que actuaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Hoy, en GAZA, y en el resto de Palestina, no le queda más al pueblo que levantarse nuevamente para luchar y morir. ¿Qué es un hombre sin dignidad?.