La Asamblea Legislativa aprobó recientemente, transferir $7.6 millones a la CEL para que la autónoma encargada del servicio del agua potable, pudiera cancelar una deuda con la distribuidora de energía eléctrica.
ANDA, por supuesto, tiene su propia explicación, entre ellas, la deuda que las alcaldías y algunas instituciones de Gobierno tienen con la autónoma, entre otras causas.
Históricamente, ANDA ha estado ante la opinión pública como una entidad que no ha logrado superar su también problema histórico financiero, debido a varios factores, pero el más destacado ha sido la corrupción.
El actual Presidente de la ANDA, Felipe Rivas, dijo, al sustituir a René Fortín, su anterior presidente, que “la institución estaba quebrada o por quebrar”.
Sin lugar a dudas, estas declaraciones más el problema coyuntural del no pago a las distribuidoras de energía eléctrica, deben dar la voz de alerta para que, el Gobierno entrante coloque en ese puesto a un funcionario o funcionaria que busque las causas estructurales, que han llevado a la autónoma a situaciones tan difíciles como el no pago de su factura eléctrica, y por supuesto buscar la solución.
Esa solución, por supuesto, no debe pasar por el aumento de tarifas, que afectaría una vez más a las familias, lo que se hizo en el Gobierno que termina, que fue parte del descontento de la ciudadanía y se reflejó en los resultados electorales del 3 de febrero.
Ni mucho menos la privatización del servicio del agua potable, que ya no es una simple amenaza, sino una realidad, cuando en la Asamblea Legislativa se intentó poner al sector privado, en un anteproyecto de ley de aguas, en la administración de este vital servicio.
Por cierto, parte de la privatización de la distribución de energía eléctrica, también es parte del problema, y debería, en un futuro, analizar la conveniencia para el país nacionalizarla.
El tema del agua es fundamental en el país, no solo por el tema de tarifas, sino también por la cobertura y la demanda ciudadana del vital servicio, que también debería ser tema de debate serio y profundo.