Texto y fotografías de Iván Escobar
La primera imagen urbana de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en el Centro Histórico de San Salvador, fue pintada por el joven Cristian López. Esa imagen está en el muro periférico de Catedral Metropolitana, específicamente al costado oriente, cerca de la entrada de la cripta, lugar donde está enterrado el obispo mártir salvadoreño.
La imagen es de cuerpo completo, y representa al religioso como que observara a su pueblo, recuerda aquellos espacios que el arzobispo de San Salvador dedicaba al final de sus homilías para saludar a los feligreses. Hoy cientos de personas, turistas locales o extranjeros, y todo aquel transeúnte del centro histórico que se toma una foto de recuerdo con esa simbólica imagen.
Pero además de esta obra pictórica, Cristian elaboró meses atrás dos obras más, un cuadro que hoy se ubica en la columna derecha del altar de Catedral, además, al costado izquierdo está la imagen de la Virgen de la Paz, también elaborada por López, a petición del párroco del templo.
Ambos cuadros monumentales miden 6.5 metros de altura por cerca de 3 metros de ancho, fueron elaborados en un período de dos meses cada uno, y representan la mayor obra que ha elaborado el artista plástico.
El pasado domingo 7 de octubre, feligreses veían con admiración la obra de Mons. Romero.
El cuadro fue ubicado a finales de septiembre de este año, a pocos días de la canonización del arzobispo mártir.
Monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba una misa en la iglesia del hospitalito de la Divina Providencia. El crimen conmovió al pueblo salvadoreño y causó indignación en el mundo.
El pasado 14 de octubre, la Iglesia Católica proclamó Santo a Mons. Romero, el primer santo salvadoreño. Aunque su pueblo lo llamó santo desde el momento del magnicidio.