Madrid/dpa
El Real Madrid se clasificó hoy para las semifinales de la Liga de Campeones al vencer 3-0 al Wolfsburgo con una espectacular remontada propiciada por Cristiano Ronaldo, sovaldi sale gran héroe blanco con un «hat-trick» para la historia.
El equipo de Zinedine Zidane vivió una noche épica y volteó el 2-0 adverso de la ida gracias a la pasión colectiva y a la heroica actuación de Cristiano Ronaldo. El portugués ofreció una actuación para el recuerdo. Una vez más, apareció cuando se lo necesitaba.
El Real Madrid salió con el cuchillo entre los dientes. Simplemente como debía. Alimentado por un Santiago Bernabéu en combustión, los blancos consiguieron la mezcla perfecta de fútbol y pasión ante un Wolfsburgo inicialmente superado por el ambiente y el juego de los locales.
El equipo de Zidane encontró durante los primeros 25 minutos el rigor de Casemiro, la fogosidad de Carvajal, el talento de Benzema y el instinto de Cristiano Ronaldo. Muchas cosas ante un Wolfsburgo desbordado.
Un remate de Ramos al palo fue el preludio de los dos primeros goles del Real Madrid. Ocurrieron en el corto espacio de 83 segundos. A los 15 minutos, Cristiano Ronaldo embocó una tormentosa subida de Carvajal y casi inmediatamente el portugués cabeceó impecablemente un saque de esquina lanzado por Kroos. El Bernabéu rugió ante el vendaval. Eliminatoria igualada.
Entonces, el Wolfsburgo demostró personalidad y comenzó a manejar el balón. Incluso se sobrepuso a la lesión de Draxler, su mejor jugador. El Real Madrid acusó el desgaste de su salida y comenzó a descuidar la defensa entre líneas. El conjunto alemán comenzó a pisar zonas de peligro y Luiz Gustavo probó desde lejos a Keylor Navas, autor de una gran intervención.
No le importó al Real Madrid la llegada del descanso. Necesitaba rearmarse y volver a los valores que habían propiciado las tablas en la eliminatoria. Mientras, el Bernabéu aprovechó para recuperar pulsaciones normales antes de que se agotaran los desfibriladores.
El Real Madrid regresó enchufado con una sucesión de saques de esquina. Y la tuvo Ramos a los 65 minutos en un cabezazo que se estrelló en el palo. Pero entonces el Wolfsburgo volvió a equilibrar el duelo por una simple razón: encontró espacios porque los tres delanteros del Real Madrid enseñaron pereza.
El encuentro le pedía a Zidane sacar un centrocampista en lugar de un punta. Por ejemplo, quitar a Bale, el jugador blanco más irrelevante sobre el campo. No lo entendió así el entrenador francés.
La eliminatoria estaba en el alambre y el drama se apoderaba del Bernabéu. El duelo estaba para una acción individual y ahí apareció un hombre iluminado. Su nombre, Cristiano Ronaldo. A los 77 minutos tuvo una falta y la puso junto al palo. «Hat-trick» del héroe blanco, un jugador que lleva 16 goles en 10 partidos de esta Liga de Campeones. Una cifra al alcance únicamente de un grande.
Sin embargo, la eliminatoria seguía muy viva. Un gol le daba el pase al Wolfsburgo. Y Benzema tuvo la oportunidad de sentenciar a nueve minutos del final con un disparo que se encontró con una intervención prodigiosa de Benaglio.
El encuentro se fue con la misma pasión con la que comenzó. El Santiago Bernabéu explotó con el final del duelo, la conclusión de una eliminatoria apasionante que decidió la grandeza de un jugador, de nombre Cristiano Ronaldo.