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William Siliézar
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Juan Valiente Chopín, presbítero y doctor en teología, presidió la sesión de este lunes de la VIII Cátedra Simón Bolívar que se desarrolla semanalmente en la Universidad de El Salvador, donde aseguró que los cristianos son parte fundamental en los procesos de revolución y cambio social de un país.
Al respecto, el presbítero dijo que en América Latina los creyentes en Dios forman buena parte de la población, muestra de ello es que en 2010 el 62.66% de los latinos son de religión católica, mientras que en 2015 el 49%.
“Ningún proceso revolucionario seguramente como los de Guatemala, Nicaragua y El Salvador pudo ser posible gracias a la participación de los cristianos, especialmente los católicos, porque tienen una forma de organización diferente a la de otras religiones”, explicó.
Chopín señaló que el máximo líder de la iglesia católica, el Papa Francisco, es una figura principal en este proceso de resistencia y cambio social, pues ha dado esperanza a los pueblos latinoamericanos.
Para argumentar lo anterior, mencionó los famosos “Cuatro No” que el pontífice pronunció al inicio de su periodo al frente de la iglesia católica, los cuales se dirigen al rechazo de la exclusión y abuso del poder al que ceden las personas.
Uno de estos puntos es el “no a una economía de la exclusión”, otro es el “no a la nueva idolatría del dinero”, el “no a un dinero que gobierna en lugar del servir” y el “no a la inequidad que genere violencia”, respecto a esta última consideró que el problema de violencia en el país es estructural, ya que al haber inequidad las comunidades “marginales” se organizan para defender sus territorios y derechos.
“Sin el punto de vista del Papa Francisco la formas de resistencias desde el punto de vista de la fe estarían más debilitadas, no es que dependan de él, pero sí ayuda a sostener una lucha determinada”, enfatizó.
Sin embargo, agregó que “actualmente el cristianismo, a nivel mundial, tiene la mayor cantidad de adeptos en tres continentes, América, Asia y África, entonces la base popular de los centros hegemónicos están en los países considerados de tercer mundo”.
Chopin explicó que lo anterior quiere decir que los centros hegemónicos de la religión cristiana están en el primer mundo, mientras que las bases populares están en el tercero, lo que pone en manifiesto un debate internacional entre los teológicos, puesto que quienes sostienen estos poderes son los de la región latinoamericana.
“Los teológicos del tercer mundo exigimos que si la base está aquí (América) tenemos el derecho de organizarnos, y de hecho, por esta razón es que llegó al Vaticano un Papa latinoamericano”, manifestó.
