Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“San Pablo nos está diciendo a los cristianos de cualquier tiempo, como a nosotros, que debemos entender que hemos sido delegados para atender a todos los demás. Que hemos sido liberados para construir la justicia y dignidad para todos”, dijo en su homilía Monseñor José Raúl Viera, Obispo Emérito de Saltillo, México.
Como religioso oferente en la misa de la Comunidad San Oscar Romero de la Cripta de Catedral, Monseñor Viera señaló que esta liberalidad que ha infundido Dios a los cristianos debe ser utilizada para “construir políticas públicas que valgan la pena”, así como edificar países con mayor justicia social, evitando las divisiones entre ricos y pobres.
En la liturgia eucarística se recordó cómo Moisés, viendo la opresión de su pueblo en Egipto es elegido por Dios para liberarlos. Y como Monseñor Romero en su arzobispado de tres años también fue elegido para acompañar a las víctimas, que recibían toda la represión estatal.
Teresita Arévalo, de la Comunidad de la Cripta, al recordar la homilía de Monseñor Romero, afirmó: “Lo que nos quiere enseñar el Evangelio es ¿De qué sirve la vida por más pomposa que parezca, si no produce frutos?, son higueras estériles”.
Mientras, Monseñor Viera señaló que la actual justicia en el mundo, es un reto para los cristianos, porque son sólo unas cuantas las personas ricas, frente a las multitudes de pobres. Situaciones que deben cambiar para alcanzar una sociedad más inclusiva y democrática.
“El mundo está así, el 1% de habitantes de todo el mundo tienen en su poder el 60% de la riqueza, es decir, más de la mitad de la riqueza, y todos los demás están en pobreza. Así es la justicia que vivimos hoy”, señaló.
“Entonces, nosotros tenemos que pensar que no podemos salvarnos individualmente, no piensen que cada uno puede salvarse solito, -no señor-, tenemos que proponernos todos para que las políticas públicas y económicas sean justas y hagan crecer el mundo”, predicó.
Asimismo, invitó a no ser “cristianos egoístas” que como hermanos se deben tender redes y articularse en movimientos en los países de origen y otros que comulguen con las mismas ideas de una sociedad con mayor justicia social, y que permita verdaderos y sustanciales cambios en el mundo.
“Debemos crear procesos de liberación de la pobreza, de las políticas de gobierno, de las corrupciones y de las mentiras. Eso nos va a salvar, no creamos que será sólo yo con el Evangelio y rezándole a mi santito me salvaré, mientras digo pobre de mi comadre o aquel vecino”, reiteró.
“Debemos pensar en la salvación de todos incidiendo en las políticas, procesos y cambios en el mundo, porque cuando Moisés fue enviado a liberar a su pueblo, Dios le advirtió que sería un proceso manejado por etapas y Dios los acompañó. Debemos entender que si somos personas egoístas no serviremos para nada”, puntualizó Monseñor Viera.