Por: Licenciada Norma Guevara de Ramirios
Si las leyes y la Constitución de la República se respetaran, el próximo 3 de octubre, los partidos políticos que participarán con candidaturas a la presidencia de la República, estarían facultados para iniciar la propaganda electoral.
Esto aunque no se hubiera realizado la convocatoria a elecciones.
Pero vivimos un momento de la historia muy irregular, raro, anárquico, autoritario, en el que la norma es que existe una Constitución a la que se le usa por los gobernantes cuando les conviene y en lo que les conviene, y se ignora en cuestiones fundamentales.
Es tarea de teóricos, filósofos, buscar un nombre para una circunstancia como la que vivimos.
Los hechos enseñan que a pesar de la prohibición constitucional para que pueda un presidente buscar la reelección de manera continua, aquí, en este país, se da por hecho que así será.
Y será así porque una Sala de lo Constitucional, sin que se le hubiera pedido, emitió una resolución afirmando que se puede, y es más, ordenando al Tribunal Supremo Electoral inscribir al presidente en funciones si así lo solicita.
Uno debe deducir que a esa Sala de lo Constitucional no le fue pedido formalmente pronunciarse sobre el tema, como sí ocurrió en el pasado a una Sala distinta; pero que, a sus integrantes actuales, lo pidieron aquellos que se beneficiarían de esa resolución.
Si esta forma de entender lo que vivimos se comparte, la carrera por la presidencia inició el día de esa resolución, o más atrás, el día que nombraron a esos magistrados.
De modo que el debate de la prohibición expresa, versus la obligación de cumplir la susodicha resolución judicial, ha formado parte de la propaganda; de ese modo se han reafirmado voluntades que la aprueban, y se han expresado de una y mil maneras, quienes desearían que ese aspecto del sistema político salvadoreño fuera respetado como manda la Constitución.
Aunque el 99% dijera que aprueba la reelección del actual presidente, la reelección es inconstitucional, dicen abogados constitucionalistas; y ahora hasta politólogos de reconocida trayectoria en materia de sistemas políticos y electorales, como Daniel Sovatto, se atreven a publicar opiniones para afirmar que esa pretensión es “abiertamente inconstitucional y solo puede darse por una interpretación arbitraria de una Corte de lo Constitucional que está totalmente cooptada por el mismo Bukele”.
Bueno, y cita lo que tantas veces se ha citado, uno a uno los artículos 75, 88,152 y 154 de la Constitución de nuestro país, que de manera clara prohíben la reelección continua.
Jurídicamente este es el contexto en el que se inicia formalmente el arranque de la propaganda electoral por la presidencia de la República, que será objeto de elección el 4 de febrero de 2024.
A estas alturas, el único partido político que ha presentado solicitud de inscripción de su fórmula para competir en las elecciones presidenciales es el FMLN, fórmula encabezada por MANUEL FLORES, “el Chino Flores”, ex alcalde de Quezaltepeque y ex diputado de la Asamblea Legislativa.
Pero el contexto de realidad es distinto, es de una carrera incesante de alza de precios de los alimentos, ahora de los medicamentos, de despidos de trabajadores, de cierre de empresas, de alta emigración, de persecución política de opositores, críticos y desafectos.
Es un contexto de inseguridad para quienes viven a las orillas de la línea férrea, o en calles en desuso, tengan o no títulos de propiedad entregados por el Estado, de inseguridad de personas y familias pobres que tienen un lote dado por la reforma agraria, comprado en el programa de transferencias de tierra (producto de los Acuerdos de Paz).
Inseguridad de si te respetarán la libertad en tu casa o en la calle o puedes ser víctima del capricho de quienes usan la ley del régimen de excepción para elevar números, o para deshacerse de un adversario.
Es un contexto en el que abunda el miedo a hablar, a ser parte de un partido político, por haber expresado una opinión como la de los médicos residentes.
Es decir, existen muchos motivos de temor.
Será retadora la misión de presentar propuestas que den esperanza, será retador repetir como en 2008 y 2009, NO TENEMOS MIEDO.
Pero los partidos políticos, empezando por el FMLN, deben comprender que una de las funciones y objetivos de los partidos políticos es la de “formular su ideario, programas y planes que reflejen sus propuestas para el desarrollo nacional, de acuerdo a su visión de país” (art.5, literal b de la Ley de Partidos Políticos). Y el periodo de campaña, es el más apropiado para hacerlo.