A raíz de los casos de corrupción de los expresidentes Francisco Flores y Elías Antonio Saca, y de otros ex funcionarios de gobiernos areneros, en los que hay evidencias que fondos millonarios del erario público terminaron en cuentas del partido ARENA, se esperaba que la Fiscalía General de la República iniciara investigaciones en contra de dicho instituto político.
La evidencia más clara fue el desvío de diez millones que el ex presidente Flores hizo a las cuentas de ARENA, de un donativo que el Gobierno y pueblo de Taiwán hicieron al país para los damnificados de los terremotos de 2001.
Los damnificados de los terremotos no recibieron ni un centavo de la ayuda solidaria taiwanesa, pues, los fondos fueron a parar a las cuentas del partido ARENA para financiar campañas electorales del principal partido de derecha.
Fondos que supuestamente desvió el ex presidente Saca también fueron a parar a las cuentas del partido ARENA.
Es sorprendente como teniendo esta información, la Fiscalía General de la República no ha investigado las cuentas de ese instituto político, no solo para deducir responsabilidades de los dirigentes, sino para devolver al Fisco lo desviado por ARENA.
Es decir, un proceso de investigación contra ARENA debería tener como principal objetivo que ese instituto político devuelva los fondos desviados por Francisco Flores y el ex presidente Saca.
Es sospechoso entonces que el señor Fiscal General, Douglas Meléndez, evada este tipo de investigaciones, en el marco de la persecución que la fiscalía mantiene contra la corrupción en la que se han visto involucradas figuras públicas.
De hecho, y tal como lo manifestó el alcalde capitalino, Nayib Bukele, a la Fiscalía, en temas de enriquecimiento ilícito o corrupción, solo investiga a los que afectan o le hacen sombra al partido ARENA.
La nueva dirigencia de ese instituto político que también enarbola la bandera contra la corrupción, debería dar una explicación al pueblo salvadoreño y anunciar la devolución, sin orden judicial, de lo que ilícitamente llegó a sus arcas, proveniente de fondos del fisco nacional o de las donaciones de Taiwán.
Contrario a esto, el Presidente del Consejo Nacional de ARENA (COENA), Mauricio Interiano, cuando periodistas le preguntaron sobre esos actos de corrupción dijo que habría que darle vuelta a la página y “mirar hacia delante”.
Es decir, Interiano ha preferido ocultar los actos de corrupción de ex funcionarios areneros y que han favorecido las arcas del partido.
Esperemos que este editorial sirva de recordatorio a la Fiscalía de las deudas pendientes de ARENA en el tema de la corrupción en El Salvador.