Alma Vilches
@AlmaCoLatino
“El profeta debe sufrir todo tipo de escándalo, cuando un profeta predica, habla o anuncia desde la palabra de Dios e ilumina la realidad, siempre será objeto de burla y oprobio, porque siempre será incomprendido; también Monseñor Romero fue objeto de burla, injurias y desprecios de todo tipo, porque se atrevió a denunciar desde la palabra de Dios todo tipo de injusticias”, enfatizó el padre Carlos Campos en la misa celebrada en la Cripta de Catedral Metropolitana.
Asimismo, manifestó que corresponde a los feligreses dar una imagen buena de Monseñor Romero, él no fue desobediente, lo que hizo y dijo no fue por cuenta propia, sino desde la palabra de Dios y en comunión con el sucesor de Pedro. También Monseñor Romero fue incomprendido, como dijo el Papa a los obispos de El Salvador, que fue mártir antes, durante y después, porque hubo gente quien en vida lo asesinaba y luego siguieron diciendo cosas, menos que era un santo, pastor y un hombre de Dios.
A criterio del religioso, así como el obispo mártir, a tantos hombres y mujeres que han vivido el evangelio, les puede traer consecuencias, porque es más fácil ponerse de acuerdo con lo políticamente y no decir nada, pero no se debe renunciar a vivir en la verdad, el sí a Dios puede hacer pasar por distintas situaciones, algunas de dolor, sufrimiento, incomprensión, sin embargo, Dios siempre está y nunca abandona. “Cuántas veces los médicos están atados sin poder denunciar lo mal que está el sistema, porque es despedidos, sancionados y no podrá seguir ejerciendo; los maestros que no pueden denunciar el mal estado de las escuelas, porque peligra su jubilación, y todavía les mandan a decir le recordamos que le faltan tanto tiempo, no sé si quiere terminar. Decir la verdad no es fácil, tiene su precio y muchas veces lleva a ser aislado para no ser escuchado”, sostuvo.
También durante la celebración se reflexionó el mensaje del obispo mártir, quien su homilía de 1978 expresó que a pesar de las debilidades de su propia carne, las tribulaciones y persecuciones de la maldad, de la indiferencia que rodea, ser el pueblo de Dios, fiel a su Señor hasta que por la Cruz, llegar a la luz
“Hay dentro de la misma iglesia, debilidades de la carne y hay fuera de la iglesia un conjunto de tribulaciones y de persecuciones; pobrecitos los que cada día hunden más su pensamiento y criterios, con las maneras de pensar del mundo. El placer de la carne, el vicio, las drogas, la prostitución, el dinero, robo y secuestro, todo esto son los caminos del mundo”, reiteró el entonces arzobispo de San Salvador.
Al momento de la procesión de ofrendas se presentó la Santa Biblia, símbolo del alimento espiritual que corrige, conformar y enseña a difundir la Buena Nueva en el caminar como pueblo de Dios. Además, se presentó una vela encendida, simbolizando a Cristo que ilumina al mundo entero y que a sus servidores guía hacia la verdad, Monseñor Romero afirmó que Cristo es la energía de Dios para iluminar el camino correcto.