Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
El Vía Crucis es el tiempo de entrega total de Jesús en la Cruz del Calvario por los pecados de la humanidad, por lo que la feligresía debe hacer conciencia de este sacrificio de amor de Dios con la humanidad, explicó Javier Rivera, fraile Domínico y párroco de la Iglesia El Rosario.
La calle de la Amargura fue el lugar para que la feligresía viviera nuevamente esta tradición en la que hacen remembranza del amor de Dios hacia la humanidad a través del sacrificio de su hijo, que entregó su vida. Entre cánticos y total solemnidad los feligreses recorrieron las 14 estaciones, en las que se hace recordatorio de la vida, pasión y muerte de Jesucristo. Hasta el viernes santo en abril próximo los feligreses vivirán la pasión de Cristo durante siete viernes.
“El Vía Crucis es tomar conciencia de la entrega total de Jesús, que lo llevó hasta las últimas consecuencias, que es entregar su vida, y es todo un proceso tomar el camino de la Cruz, es el camino del sufrimiento como consecuencia de la entrega total de Dios que lo llevó hasta las últimas consecuencias por la humanidad para poder rescatarla del pecado”, explicó el fraile.
Agregó que “el Vía Crucis es hacernos conciencia de esa entrega de Dios. Porque yo también no he de hacer mi propio sacrificio, si Él ya lo hizo por mi”. Para el papa Francisco en este tiempo de Cuaresma es adecuado para dejar espacio a la Palabra de Dios. “Es tiempo de apagar la televisión y abrir la Biblia. Es el tiempo para desconectarnos del teléfono móvil y conectarnos al Evangelio”.
En tal sentido, la Iglesia católica hace un llamado a iniciar un proceso de conversión, para que está Cuaresma se motiven todos a poder entender cambios necesarios de vida, en plenitud. Una vida agradecida a Dios, pero que también se demuestre en el amor al prójimo, que es la única manera para demostrar el amor a Dios, ya que la práctica de ese amor se lleva con el prójimo.