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Cuatro colosos de la salsa venezolana (en su día)

TeleSUR

Este jueves 5 de octubre la Salsa se viste de gala. Es el día del natalicio de Phidias Danilo Escalona, en Caracas, en 1933, para alegría de Venezuela y del mundo afiliado a la sabrosura salsera. Phidias estaría cumpliendo 90 años.

Desde el momento de su partida física el 24 de junio de 1985, los venezolanos han adoptado espontáneamente el 5 de octubre para rendirle homenaje al creador del concepto Salsa para referirnos a la amalgama de géneros musicales afrolatinocaribeños que configuran raíces socioculturales (étnicas, rítmicas y simbólicas) más importantes.

En 2004 se elevó la petición formal ante el ministro de Cultura de entonces para que el 5 de octubre fuera declarado Día Nacional de la Salsa en Venezuela. No hubo firma de Declaratoria porque no hubo tal. Solo un acto.

Corría 2019 cuando el entonces alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, firmó el decreto del Día Municipal de la Salsa para la capital venezolana.

Este 2020 un colectivo de músicos, locutores, periodistas e investigadores se articularon para solicitar que oficialmente se declarara en Venezuela el 5 de octubre como Día Nacional de la Salsa. Se recogieron firmas por diferentes vías y Javier Key, presidente de Corazón Salsero, las llevó ante el ministro de Cultura Ernesto Villegas, quien a su vez elevó la propuesta a la instancia presidencial. Y fue aprobada mediante Decreto que valida la aspiración de los salseros venezolanos, quienes reivindican una salsa endógena, con raíces propias, nacida de sus propias circunstancias sociales y culturales.

Protagonistas

Hay cuatro nombres definitivamente vinculados al surgimiento de la salsa en Venezuela: Phidias Danilo Escalona, Ray Pérez con Los Dementes, Federico Betancourt con Federico y su Combo Latino, y Olinto Medina con El Sexteto Juventud. No son los únicos pero son muy referenciales. En este Día Nacional de la Salsa en Venezuela se presenta un breve resumen de cada uno de ellos.

Phidias Danilo Escalona

Nació en Caracas el 5 de octubre de 1933, hace exactamente 90 años, el mismo día del natalicio de Ismael Rivera, aunque no el mismo año. Su madre le puso ese nombre en homenaje al escultor griego. Bastante joven y de la mano materna, llegó Phidias Danilo al entonces joven circuito radial de Coraven, donde su mamá sería jefa de mantenimiento. Phidias se vio cautivado por aquel enjambre de personas famosas que entraban y salían y que él admiraba desde su mirada de niño. Y se vio llevando café y comprando periódicos para esos personajes de la 1 BC, de Ondas Populares, de la radio pauta, de la historia hablada.

Phidias se fascinaba con cada café que le llevaba a Héctor Hernández Vera, a René Estéves, a Rubén Darío Villasmil y a quien marcaría definitivamente su vida, Pancho Pepe Cróquer.

De tanto llevar café Phidias se metió de una vez por todas en la cabina de Ondas Populares.

Era el año 1955. Ya tenía 22 años y, como quería hacerse locutor, comenzó a prepararse. Su voz siempre fue grave, pastosa, no engolada. Con la maravilla de maestros que tuvo, desarrolló un estilo único e inconfundible. El 24 de marzo de 1955 Phidias Danilo Escalona tenía toda la legalidad del mundo para transmitir libremente. Había aprobado. Era un profesional.

Se ganó el derecho de hacer guardias fijas en el programa “Trabaje usted con música”. Y ahí se le volvió a cambiar la vida. En Coraven le ofrecieron el mando general de todas las discotecas del circuito. Le daban el mando, pero tenía que ser una sola cosa: O la discoteca, o la locución. Phidias Danilo Escalona optó por la locución y, además, renunció a Coraven. Sin pensarlo.

Estuvo en Radio Rumbos, viajó a República Dominicana y a su regreso, en 1962, ingresó a Radio Difusora Venezuela con el visto bueno de Pablo Sosa Guzmán y de Abelardo Raidi H. (padre). Ya había definido su gusto por nuestra cosa latina, en el idioma madre, castellano y con criterios de vanguardia.

Uno de los programas de la emisora, “La fiesta brava de Cipreses”, salió del aire de forma inesperada. Debía su nombre a la esquina donde estaba ubicada la emisora. Phidias no lo pensó dos veces y enseguida hizo la solicitud del espacio. Se lo dieron. Y empezó a buscarle el nombre. Con esa búsqueda, Phidias Danilo Escalona cambió la historia de la música popular del Caribe. Y se inmortalizaría.

Ray Pérez y Los Dementes

A sus 87 años tiene una muy bien vivida existencia, esa que comenzó en abril de 1937 en Barcelona, Venezuela, en el oriente del país caribeño y suramericano. Ray Pérez nunca ha dejado de hacer música ni de trabajar.

Para la cantidad de agrupaciones que conformó, e inclusive, para la cantidad de orquestas y vocalistas para los que arregló y produjo, Ray Pérez diseminó su labor en decenas de sellos discográficos, desde Prodansa, el primero en sacar un disco de Los Dementes, hasta Pyraphon, el sello fundado por el propio Ray Pérez en Caracas, con el que hizo muchas producciones para grupos venezolanos.

Así cuenta Ray Pérez sus inicios discográficos: “Mi arranque discográfico no fue pagado por ningún sello. La primera grabación fue bajo mi peculio cuando llegué a Caracas, procedente de Maracaibo (ciudad del occidente de Venezuela donde Ray vivió tres años y donde conformó al germen de Los Dementes). Fui a todas las casas disqueras y ninguna quiso mi producción”. Ray cuenta que entonces se encontró con un amigo de la zona caraqueña del 23 de enero, quien le propuso hablar con el dueño de un pequeño sello, Prodansa, donde su amigo trabajaba. Así lo hizo y ese señor, José María Chacón, le dijo que sí. “A los tres días teníamos el disco, el primer disco mío ‘Llegaron Los Dementes’, hecho por mi cuenta”.

A partir de Prodansa, y ante el arrollador éxito de “Alerta mundo: Llegaron Los Dementes” (10.000 LP vendidos en una semana, apenas salió) entonces sí comenzaron a llegar las ofertas discográficas.

El periplo de Ray abarca a Los Dementes, Los Calvos, Los Kenya, el grupo Casabe y otras experimentaciones más, incluso de su etapa en Maracaibo, estado occidental de Zulia donde realmente comenzó a dar forma a su proyecto estrella “Los Dementes”.

Su prodigio discográfico es abundante y variado, y se mantiene porque Ray está activo, muy activo, con presentaciones, entrevistas, conciertos en Colombia y en Estados Unidos. En cada lugar cuenta con músicos que arman la banda y lo acompañan mientras él hace maravillas con el piano porque, en definitiva, “Los Dementes” es Ray Pérez. Santa palabra.

Federico Betancourt y su Combo Latino

Nació el 22 de marzo de 1940 en Valencia, en el centro de Venezuela. Hijo único, porque su hermanito murió siendo muy niño. La madre se trasladó a Caracas y en la casa donde vivían Federico fue feliz. Hasta un pick up le compró la madre y él escuchaba así a Pérez Prado, Tito Rodríguez y las orquestas de chachachá. Para 1965 ya tenía 25 años y tenía a su Combo Latino, con el que graba en 1966.

“Oí a ese grupo, El Combo Latino, en Radio Difusora durante un ensayo y dije ‘Tremendo grupo’. Su director se llamaba Raúl Mayora y dejó el grupo así, se lo dejó a Roberto Monserrat, y estaban sin grabación y sin nada, y le pregunté a Roberto por el estado del grupo. “Podemos grabar ese grupo”. Eso sí: “Le dije a Roberto: se llamará Federico y su Combo Latino porque yo voy a poner el sonido, camioneta y todo”. Roberto me dijo: “No hay problema”. Allí empezamos a grabar con el sello Palacio de la Música”.

Un detalle que siempre acota Federico es que él estructuró su sonido para que fuera bailable. Tenía claro que Billo Frómeta había impuesto un estilo y él no iba a ir contra eso y lo asimilaría junto a las tendencias propias de la naciente salsa.

Para aclarar su relación con Phidias y el vocablo salsa, acota:

“Phidias era quien tenía el programa ‘Llegó la hora de la salsa, el sabor y el bembé’ por Radio Difusora, a las 12 del día. El Sello Palacio de la Música quedaba antes en la avenida Baralt, frente a Extranjería, y a dos cuadras quedaba Radio Difusora Venezuela. Phidias promocionaba casi todos los grupos y temas del Palacio de la Música. Y fue quien impuso la palabra Salsa en Venezuela. Me dicen el pionero de la Salsa porque por casualidades de la vida le puse a mi disco ‘Llegó la salsa’ como le pude haber puesto llegó el sabor, llegó el bembé, pero por fortuna incluí la palabra en mi primer LP ‘Llegó la salsa’”.

En cuanto a sus cantantes, dijo: “Aparte de Carlín y Dimas, con impacto tremendo por ser los primeros y los más emblemáticos en esos inicios, estuvieron además el negrito Calavén, Canelita Medina (única mujer en grabar con el Combo), Watussi, Vladimir Lozano, que grabó primero conmigo, Joe Ruiz, el ‘Chino’ Suárez, Edgar ‘Dolor’ Quijada, Pepe Acosta, Johnny Ramos y muchos más.

Reside en Carolina del Sur en la actualidad y mantiene un trío con el que ameniza las veladas en un restaurante de la zona. Se siente contento junto a su esposa e hija y siempre está atento a la movida salsera de su país, Venezuela.

Olinto Medina y el Sexteto Juventud

Olinto Medina, músico venezolano nacido (nos dijo) en Aguada Grande, estado Lara, el 16 de enero de 1940. Además de bajista y tresero, es el fundador del Sexteto Juventud. “Le puse Sexteto porque nosotros éramos seis y Juventud asociándolo con el nombre que tenía un club que habíamos formado en el 23 de enero, el Club Social Deportivo Juventud. Nos dimos por fundados el 13 de mayo de 1962 como Conjunto Rítmico Juventud. Para 1965 ya éramos Sexteto Juventud”.

“Era nuestro deseo grabar, como cualquier artista o grupo. Nuestra primera grabación fue en 1967. Se llamó ‘Guasancó’. Lo costeamos nosotros mismos y logramos sacar la cinta matriz de lo que se hizo y se lo llevé a un sello disquero que era Velvet de Venezuela y enseguida firmamos contrato”. Después de ese inicio, el Sexteto grabó más de 42 discos hasta 1986.

Hubo luego un prudencial silencio achacado a los medios de comunicación y a los cambios de los ritmos de moda, que causaron un bajón en la masividad del Sexteto y otras agrupaciones. Era mucha la influencia extranjera. Aun así salieron en giras a Aruba, Curazao, República Dominicana, Trinidad y Tobago, e Italia. En Colombia, actuaron en Bogotá, Cali, Medellín y Cúcuta. También visitaron Puerto Rico y Panamá”.

El Sexteto cuenta con un repertorio emblemático, pero tiene dos temas legendarios, con anécdotas: “La Cárcel” y “Mi Calvario”.

“Hay una anécdota de un señor que chocó con un autobús. Yo venía con ‘Tabaco’ (Carlos Quintana, vocalista y compositor) en el autobús y en aquel tiempo había represión policial porque estaba la guerrilla. Había una situación política muy fuerte y por cualquier cosa tú eras detenido”.

“Entonces hubo ese choque de un carro taxi y un autobús y llegó la patrulla pidiendo papeles y todo un alboroto. A unos cuantos se los llevaron presos”.

Al otro día “Tabaco” se presentó con el número. “Mira, Olinto, este número lo hice por lo que vivimos ayer”. No sabíamos si a los detenidos les iban a dar golpes, torturas, etc. Lo cierto es que el número era muy largo, estaba descuadrado con las letras, hubo que hacerle cosas para acomodarlo y, bueno, se grabó sin saber que el número iba a ser un éxito tan rotundo como sigue siendo.

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