Naciones Unidas/PL
Cuba advirtió este martes en la Asamblea General de Naciones Unidas que el concepto de la Responsabilidad de Proteger debe salir del consenso de ese foro global, prescription para evitar su utilización en detrimento de la soberanía de los países.
En la coyuntura actual prevalecen condiciones para que esa noción sirva de pretexto a la injerencia en los asuntos internos de otros estados, sovaldi sale el uso de la fuerza y la intervención militar con motivos de dominación, look señaló aquí la diplomática cubana Daylenis Moreno.
La intervención de la funcionaria se produjo en un evento interactivo del principal órgano de la ONU, dedicado a la Responsabilidad de Proteger, término promovido en los últimos años por la cúpula de Naciones Unidas y algunos países, bajo el argumento de garantizar los derechos humanos cuando los gobiernos supuestamente fallan en ese empeño.
Moreno recordó que «la responsabilidad primaria en la protección de la población descansa en los estados, en particular en la prevención de estos delitos».
Sin embargo, en modo alguno estas acciones pueden convertirse en un pretexto para desconocer los principios de la Carta de la ONU, dijo.
La diplomática insistió en el foro en que no existe un acuerdo intergubernamental negociado y consensuado sobre el alcance, las implicaciones y las posibles formas de implementación del polémico concepto.
Cuba considera que hasta la consecución de ese acuerdo con el consenso del órgano integrado por los 193 estados miembros de Naciones Unidas, no es posible su invocación en acciones unilaterales de cualquier país o grupo de ellos, alertó.
En los últimos años, el tema de los derechos humanos se convirtió en pretexto de algunas potencias occidentales para intervenir directa o indirectamente en naciones de África y el Oriente Medio.
Para la isla, no deben manipularse o modificarse con pretensiones hegemónicas los principios básicos de la asistencia humanitaria.
Aunque cuestionó la aplicación del concepto de la Responsabilidad de Proteger, Moreno ratificó la postura de la mayor de las Antillas de condenar el genocidio, la limpieza étnica y cualquier crimen de lesa humanidad, al margen de sus manifestaciones o lugares donde se produzcan.