Redacción Internacionales
Fuerte crítica emitió la Cancillería de Cuba hacia el Secretario de la Organización de Estados Americano (OEA), search Luis Almagro, por invocar la Carta Democrática Interamericana para intervenir en los asuntos internos de Venezuela.
El pasado miércoles los 34 países miembros de la OEA emitieron una declaración en la que exhortan a «diálogo abierto» entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y el Parlamento dominado por la derecha.
Ausente de la sesión, Almagro en cambio recibió en la sede la OEA al dirigente opositor venezolano Carlos Vecchio.
Sin embargo Ecuador, Nicaragua, Dominica y Antigua y Barbuda invocaron al secretario general denunciando la «validez» de su informe, en una evidencia de la clara diferencia de enfoque en la OEA sobre cómo tratar la situación venezolana.
Además, el embajador argentino Juan José Arcuri, que ocupa la presidencia rotativa del Consejo Permanente, le envió un nítido mensaje a Almagro: «Los Estados somos los dueños de esta organización».
Más aún, negó derecho de palabra al jefe de gabinete del secretario general, Gonzalo Koncke.
Tras extensas negociaciones, la delegación venezolana logró incluir en la resolución su propuesta de que las iniciativas de mediación se realicen con «pleno respeto a la soberanía» de Venezuela, lo que paya la canciller de ese país, Delcy Rodríguez significó que «Venezuela logró victoria en la OEA».
«La hermana República Bolivariana de Venezuela libró una dura y victoriosa batalla diplomática en la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, celebrada el miércoles primero de junio, contra el plan injerencista del imperialismo y las oligarquías», señala el comunicado de la cancillería de Cuba.
Agrega que «hizo valer el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados y el derecho de estos a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, recogido en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, que firmaron los Jefes de Estado y de Gobierno durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana, en enero del 2014».
Con respecto al Secretario de la OEA, Luis Almagro, la cancillería de Cuba afirma que «sorprende la manera histérica, torpe y nada ética, en que el Secretario General de la OEA intenta a ultranza servir a oscuros intereses».
«El señor Almagro trató ahora de aplicar la Carta Democrática Interamericana, en particular su artículo 20, dirigido supuestamente a lidiar contra las rupturas o alteraciones graves del orden constitucional, que no fue invocada cuando el golpe militar del 2002 contra el presidente Hugo Chávez Frías, ni para condenar los golpes de Estado ni los intentos golpistas que en los últimos quince años han estremecido la región, excepto en un único caso en el 2009 en el que Estados Unidos y algunas fuerzas de derecha hicieron fuerte resistencia», agrega el comunicado.
La cancillería de Cuba afirma que Almagro se atribuyó prerrogativas que no tiene, y que sin mandato de los Estados Miembros, «con ayuda de elementos de la oposición golpista venezolana y de otros personajes reaccionarios de dudosa reputación, escribió un calumnioso e injerencista informe que, en violación de procedimientos, hizo público».
«Todo parecía servido para un paseo triunfal, pero el Secretario General, los burócratas de la OEA y sus truculentos mentores olvidaron que no vivimos en 1962, cuando con vergonzosa complicidad se juzgó y condenó a Cuba socialista», afirma la cancillería cubana.
Sobre la sesión en la OEA, la cancillería cubana dice que «hicieron la diferencia el tono de los debates, las fuertes denuncias del papel indecente del Secretario General, las firmes posiciones de los países hermanos del ALBA-TCP, los serenos argumentos de los que han elegido el diálogo, el respeto entre naciones y la paz como normas de su diplomacia, y la mesurada pero clara resistencia caribeña al convite traicionero contra Venezuela».
«El Ministerio de Relaciones Exteriores considera que lo ocurrido ahora en Washington es una nueva evidencia de que Nuestra América cambió, aunque la OEA siga siendo un instrumento irreformable de dominación de Estados Unidos sobre los pueblos latinoamericanos y caribeños, y recuerda lo expresado por el Presidente Raúl Castro Ruz en diciembre del 2008, reiterado en el reciente VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, cuando parafraseando a José Martí dijo que «antes de que Cuba regrese a la OEA se unirá el mar del Norte al mar del Sur y nacerá una serpiente de un huevo de águila».
Finalmente dice que «a la Revolución bolivariana y chavista, solidaria y generosa, al Presidente Nicolás Maduro Moros, a la unión cívico-militar y a su bravo pueblo, les reiteramos una vez más el pleno respaldo del Pueblo y del Gobierno Revolucionario cubanos y nuestra inquebrantable fe en el triunfo de su justa causa».