La Habana/Prensa Latina
El Gobierno cubano anunció durante los debates de las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) un conjunto de acciones y medidas que marcarán desde la semana que comienza la ruta económica del país.
El primer ministro Manuel Marrero reiteró que la nación cubana se encuentra ante un escenario «de economía de guerra», lo cual agudiza la situación socioeconómica derivada de un bloqueo recrudecido, por Estados Unidos.
La crisis global causada por la pandemia, con el consiguiente impacto económico, la agudización de los conflictos globales que inciden en la economía mundial y en el comercio forman parte del panorama que afecta al país, precisó.
Sin embargo, expresó insatisfacción por no avanzar lo necesario en disminuir el impacto de fenómenos externos que, si bien inciden, también persisten problemas subjetivos e insuficiencias que afectan la capacidad para conducir los planes, programas y proyecciones de recuperación económica, cuestiones que durante el 2024 se enfrentarán decididamente, aseguró.
Al abordar las proyecciones de gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024, en primer lugar Marrero mencionó la necesidad de restaurar los equilibrios macroeconómicos, recuperar el turismo, control del mercado cambiario y el acceso a las divisas.
Cuestiones a las que se suman la necesaria renegociación de las deudas y mayores niveles de inversión extranjera, incentivar la producción nacional, recuperar la industria azucarera, lograr un balance de alimentos a nivel municipal, y la compensación de importaciones con exportaciones.
Otros elementos de urgencia a solucionar, dijo, son la reducción del déficit presupuestario, subsidiar a personas y no a productos, actualizar los precios de los combustibles, no subsidiar el derroche de electricidad y agua, y además, una política de precios que permita sostener actividades.
Aunque existe un programa para desdolarizar la economía, subrayó el jefe del Gobierno, para llegar a esa meta, es necesario adoptar medidas parciales que permitan recaudar o incrementar los niveles de divisas, como las remesas e ingresos desde el exterior.
En tal caso se adoptarán acciones para revertir en beneficio del desarrollo económico y social del país, acotó.
También se refirió a los precios «especulativos y abusivos», a la necesidad de evitar la evasión de impuestos, generar nuevos empleos y reducir la informalidad en el trabajo, así como la transformación de la empresa estatal socialista.
Sobre los actores económicos no estatales destacó la necesidad de que crecieran más las cooperativas, como forma de gestión más cercana al concepto socialista, donde participan «todos de los resultados, se benefician todos, no solo el dueño», afirmó.
En la ruta de los cambios para este 2024, se encuentran la actualización de las actividades no autorizadas, modificar las exenciones de impuestos, la gestión estratégica del desarrollo territorial y avanzar en la bancarización.
Un gobierno austero y más racional, y una mejor selección y formación de cuadros, formarán parte de los nuevos cambios, acotó Marrero.