Washington/Agencias
Cuba ha sido retirada de la lista del Departamento de Estado sobre países que promueven el terrorismo, sovaldi afirmó este viernes el vocero de la cancillería estadounidense, remedy Jeff Rathke, en una nota oficial.
«El plazo de 45 días de notificación al Congreso ha expirado, y el Secretario de Estado tomó la decisión final de rescindir la designación de Cuba como Estado Promotor del Terrorismo, que se torna efectiva hoy, 29 de mayo», expresó Rathke en su nota.
Los legisladores estadounidenses -incluso los más reacios al restablecimiento de las relaciones bilaterales entre ambos países- tuvieron 45 días para discutir el tema. Esto, luego de que el presidente Barack Obama manifestará la decisión de sacar a la isla de dicha lista y les notificara el pasado 14 de abril.
«No ha proporcionado ningún apoyo al terrorismo internacional durante los últimos seis meses, y ha expresado garantías de que no respaldará actos de terrorismo internacional en el futuro», manifestó Obama ese día.
Un 59 por ciento de estadounidenses está de acuerdo con la decisión del Ejecutivo, según una encuesta publicada por ORC, señala Prensa Latina.
De acuerdo con la cancillería, Estados Unidos mantiene «significativas preocupaciones y divergencias» con Cuba en diversos asuntos, pero que están «fuera de los criterios relevantes a la rescisión» de su designación para la polémica lista.
La salida de Cuba del listado -en que hacía compañía a Irán, Siria y Sudán- «refleja nuestra convicción de que Cuba reúne los criterios» para ser excluida.
Cuba, apuntó la nota, «no ha proporcionado ningún soporte al terrorismo internacional en los últimos seis meses» y además «ha proporcionado garantías de que no apoyara actos de terrorismo en el futuro».
La medida requerirá aún la publicación de la medida en el diario oficial estadounidense, el Federal Register, pero la cancillería en Washington dejó claro que la remoción de Cuba de ese listado se torna efectiva de inmediato.
Obstáculo removido
Desde el histórico anuncio del pasado 17 de diciembre sobre el inicio de un proceso de reaproximación entre La Habana y Washington, la permanencia de Cuba en ese polémico listado se había tornado un obstáculo que era preciso remover para permitir avances.
Durante una de las reuniones de alto nivel y que se realizó en Washington, la delegación cubana dejó claro que no presentaba la salida de esa lista como una precondición pero sí un paso esencial para permitir otros acuerdos.
La importancia que los cubanos atribuían al gesto simbólico de retirar al país de esa lista quedó patente hace dos semanas, cuando el presidente Raúl Castro dijo que los dos países podrían restablecer las relaciones después del 29 de mayo.
Delegaciones de alto nivel de Cuba y de Estados Unidos mantuvieron una nueva ronda de conversaciones en Washington la semana pasada, y aunque la reunión terminó sin anuncios quedó en el aire la sensación de que el proceso se aproximaba de un paso decisivo.
Cierre de ciclo
La salida de Cuba de la lista cerraría así un ciclo que se inició en 1982, cuando el país fue añadido al grupo. La justificación en ese momento era que Cuba servía de santuario a militantes de la organización vasca Eta y soporte a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
“En los últimos años, sin embargo, la permanencia de Cuba en la lista se había tornado más y más difícil, ya que el país pasó a ser el principal agente y el escenario de las negociaciones de paz entre las Farc y el gobierno de Colombia”, explica Politico.
Al estar en la lista, La Habana se enfrentó durante 33 años a cosas como la prohibición para vender o exportar armas, controles en transacciones, la prohibición expresa de proporcionar ayuda económica y el bloqueo a préstamos financieros de instituciones internacionales.
Pero ¿que consecuencias tiene su salida? Lo primero podría ser la apertura de embajadas. El presidente cubano, Raúl Castro, afirmó la semana pasada que se podrá proceder a nombrar embajadores una vez Cuba salga de la lista.
Salir de la lista es una cuestión simbólica “que en política tiene importantes consecuencias intangibles y prácticas”, le aseguró al diario El País el politólogo Arturo López-Levy, cubano residente en Estados Unidos, pues ser considerado país patrocinador del terrorismo implica una larga serie de sanciones, como el bloqueo a cualquier intento de Cuba de obtener préstamos de instituciones financieras, como el Banco Mundial.
Por su ubicación y apoyos regionales, Cuba debería privilegiar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero para ello tendría que volver a la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que significaría a la vez ratificar la Carta Democrática Interamericana, algo a lo que no parece dispuesta La Habana. Visto lo cual, el BM parecería una opción más llevadera, pero Washington tiene esa llave.
“Ser eliminada de la lista también podría dar un mayor espacio para la negociación en temas bilaterales espinosos, como la base naval de Guantánamo o la renovación del acuerdo de extradición de 1904 que dejó de funcionar con la llegada de Fidel Castro al poder”, explica López-Levy.
Pero Estados Unidos también se beneficia, pues “le permitiría al Gobierno coordinar mejor su política hacia la isla sin introducir ruidos y sanciones que dificultan la relación con sus propios aliados”, concluyen analistas.
Al entrar en vigor, la retirada de Cuba de la lista supondrá la eliminación de una serie de sanciones, como la prohibición de la venta de armas, de ayuda económica y de transacciones financieras. Una nueva delegación de legisladores estadounidenses cerró esta semana una visita a Cuba y el senador demócrata Tom Udall, que encabezó el grupo, admitió que el hecho de que la isla salga de esa “lista negra” elimina un obstáculo crucial en el proceso hacia la normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales.
Visita de Obama a Cuba
Mientras, la Casa Blanca se ha mostrado cada vez más abierta a la posibilidad de que Obama visite Cuba y se da por hecho que Kerry viajará a la isla cuando se reabran las embajadas. A Obama le “entusiasmaría” tener la oportunidad de visitar Cuba antes de que concluya su mandato, en enero de 2017, aseguró la semana pasada el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest.
El presidente visitó este viernes en Miami la Ermita de la Caridad del Cobre, donde quiso honrar los sacrificios del exilio cubano en su búsqueda de la libertad, de acuerdo con la Casa Blanca.
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