MATANZAS/Xinhua
Por Yosley Carrero
Científicos y expertos cubanos estudian el impacto medioambiental del incendio que se registra en la Base de Supertanqueros, provincia de Matanzas, ubicada unos 100 kilómetros al este de La Habana.
La ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de Cuba, Elba Rosa Pérez, dijo que aunque las mediciones fundamentales son realizadas en Matanzas diferentes equipos de trabajo se encargan de monitorear la calidad del aire en las provincias de Mayabeque y La Habana.
“Para nosotros es muy importante ver todas las partículas de todos los componentes que hoy tiene esa nube. El trabajo mayor es cuidar la salud de las personas y que el impacto sea el menor posible”, aseveró la funcionaria a la televisión estatal cubana.
El incendio en la mayor instalación para el almaceniento de combustible en Cuba se originó en la noche del pasado viernes, tras el impacto de un rayo en uno de los tanques.
El delegado del Citma en la provincia de Matanzas, Oscar García, comentó que se estima una emisión total a la atmósfera de 6.232 toneladas de gases y partículas.
“Estamos hablando de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, entre otros”, precisó el experto, quien puntualizó que la ubicación de la cortina de humo a más de cuatro kilómetros de altura no provoca afectaciones a los habitantes de la ciudad de Matanzas.
Por su parte, la especialista de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba, Susana Pérez, puntualizó que no existen hasta el momento reportes de incremento de las afecciones respiratorias entre la población de los territorios más expuestos a la nube de contaminantes generada por el incendio.
“Seguimos recomendando a la población que no debe exponerse a las lluvias asociadas a toda el área que está bajo la influencia de esta columna de humo, sobre todo personas vulnerables. Nos referimos a niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas”, dijo la funcionaria.
En este sentido, pobladores de la provincia de Matanzas confirmaron la caída de lluvia ácida en el territorio en días recientes, al tiempo que han expresado su preocupación ante los daños que esta situación pueda traer para sus cultivos.
“Ese día en cuanto me dispuse a tender comenzó a lloviznar y por instinto intenté quitarme las gotas que caían en mi brazo. Sin darme cuenta me restregué la piel y en cuestiones de segundos me llené de algo que para mí era petróleo. Salí corriendo para darme un baño”, comentó la pobladora del Valle de Yumurí, Olga Lidia Vera, citada por el diario local “Girón”.
Las autoridades sanitarias en Cuba recomendaron el uso de mascarillas sanitarias en las zonas de mayor riesgo de exposición a la nube expansiva provocada por la combustión de hidrocarburos.