La Habana / AFP
Moisés Ávila
Cuba retiró del proyecto de su nueva Constitución los cambios que favorecían el matrimonio homosexual en la isla, un tema que fue apoyado por el propio presidente Miguel Díaz-Canel pero al que la ciudadanía se opuso mayoritariamente.
«El proyecto de Constitución de Cuba no va a definir qué sujetos integran el matrimonio, con lo cual esa discusión sale del universo constitucional», dijo el secretario del Consejo de Estado y diputado coordinador de la redacción del texto, Homero Acosta, citado por la prensa oficial.
La propuesta inicial de nueva Carta Magna aprobada por el Congreso en julio incluía en el artículo 68 la definición de matrimonio como la unión «entre dos personas», modificando el concepto de «entre hombre y mujer» establecido en la Constitución de 1976.
El íntegro del proyecto fue sometido al debate ciudadano en barrios y centros de trabajo entre agosto y noviembre. El tema del matrimonio fue el más tratado y ampliamente apoyado por organizaciones de personas LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales).
Sin embargo un amplio número de ciudadanos pareció rechazarlo, así como las comunidades religiosas, principalmente evangélicas, con manifestaciones en sus templos.
-Respeto a las opiniones-
«El artículo 68 fue el más abordado por el pueblo en la consulta popular, en el 66% de las reuniones (de debate ciudadano). De las 192.408 opiniones, 158.376 proponen sustituir la propuesta por la que está hoy vigente», detalló la Asamblea Nacional en Twitter.
Ante esa situación, «la Comisión (de redacción del texto) propone diferir el concepto del matrimonio, es decir, que salga del Proyecto de la Constitución, como forma de respetar todas las opiniones. El matrimonio es una institución social y jurídica. La ley definirá el resto de elementos», agregó la Asamblea.
La comisión es encabezada por el expresidente y líder del único y gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro.
El nuevo borrador, ya con los cambios realizados, será elevado este viernes 21 de diciembre a la Asamblea Nacional para su aprobación y luego sometido a referéndum popular el 24 de febrero de 2019.
En la antesala de la sesión anual del Parlamento, Acosta explicó este martes ante la Asamblea Nacional las modificaciones recogidas tras los debates ciudadanos. El 60% de los artículos han recibido algún tipo de modificación, detalló.
En septiembre, el propio presidente Díaz-Canel había dicho que estaba de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo.
A inicios de diciembre el gobierno enmendó algunas normas relacionadas a las licencias para negocios privados, después de reclamos de emprendedores que consideraban que éstas asfixiaban al sector.
También debió hacer precisiones sobre un decreto que rige la actividad cultural en el país y que habían generado protestas.
«No hay por qué creer que las rectificaciones son retrocesos, ni confundirlas con debilidades cuando se escucha al pueblo», escribió en aquel momento el sucesor de Fidel y Raúl Castro.
Tras los primeros años del triunfo de la revolución de 1959, los homosexuales fueron hostilizados en Cuba, un hecho por el que el propio líder histórico Fidel Castro pidió perdón y aclaró que no se trató de una política de Estado.
– No es un retroceso-
La comisión redactora del proyecto propone un nuevo artículo, el 82, en sustitución del 68, que define el matrimonio «como una institución social y jurídica».
Lo considera como «una de las formas de organización de la familia», que «se funda en el libre consentimiento y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges». Establece que será «la ley» la que determine «la forma en que se constituye y sus efectos».
El asunto referido al concepto de matrimonio quedará en manos del Código de Familia, donde «deberá establecerse quiénes pueden ser sujetos del matrimonio, se realizará una consulta popular y referéndum en un plazo de dos años a partir de una propuesta de disposición transitoria recogida en el propio proyecto» de Constitución.
El nuevo proyecto reconoce además los vínculos jurídicos de hecho y a quienes formen un proyecto de vida en común y una familia bajo las condiciones y circunstancias que señale la ley.
Una de las principales promotoras de las labores de inclusión de personas LGBT en Cuba ha sido la diputada Mariela Castro, hija de Raúl Castro.
La propia Mariela aseguró el martes en Facebook que estas modificaciones en el proyecto no eran un retroceso porque el nuevo texto finalmente «borra el binarismo de género y heteronormatividad» al referirse al matrimonio.
El hecho de hablar de cónyuges «mantiene la posibilidad de que todas las personas podamos acceder a la institución matrimonial», aunque admite que la lucha tendrá que darse en el Código de Familia.
«No hemos cedido ni cederemos a los chantajes fundamentalistas y retrógrados que se oponen políticamente al proyecto emancipador de la Revolución Cubana», agregó.
El proyecto de Carta Magna también reconoce el papel del mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera en la economía socialista de la isla.