Washington / PL
Cuba instó nuevamente al Gobierno de Estados Unidos a desistir de la continua manipulación política de los alegados casos de salud reportados por diplomáticos norteamericanos en el país caribeño.
Tales hechos devinieron pretexto para la adopción de medidas unilaterales que afectan el funcionamiento de las respectivas embajadas, en particular la prestación de servicios consulares de los que dependen cientos de miles de personas, indicó una nota de la legación diplomática cubana en Washington DC.
La isla caribeña se refirió al tema durante la cuarta reunión entre autoridades de los órganos de aplicación y cumplimiento de la ley de los dos países, en la que las partes abordaron los resultados concretos de la cooperación bilateral en la materia.
El texto de la Embajada del país antillano señala que ha transcurrido más de un año de investigaciones por parte de las agencias especializadas y expertos de Cuba y Estados Unidos.
Pasado ese tiempo se confirma que no hay evidencias, hipótesis creíbles ni conclusiones apegadas a la ciencia que justifiquen las acciones tomadas por el Gobierno norteamericano contra Cuba en detrimento de las relaciones bilaterales, apuntó la información.
El propio Secretario de Estado afirmó el 5 de junio pasado que ‘no se ha establecido la naturaleza de los daños sufridos por el personal afectado, o si existe una causa común para todos los casos’, recordó el texto.
Asimismo, la delegación visitante reiteró su invariable compromiso de cooperar con las autoridades de Estados Unidos para lograr el esclarecimiento de este asunto.
Garantizar la salud y la seguridad de los cubanos y de los ciudadanos extranjeros ha sido, es y será una prioridad del Gobierno de Cuba’, indicó.
Washington retiró a más de la mitad de los funcionarios de su Embajada en La Habana el 29 de septiembre pasado, bajo el pretexto de los incidentes de salud reportados por estos, y prácticamente suspendió la entrega de visas; en tanto cinco días después expulsó a 17 diplomáticos cubanos de esta capital.
Asimismo, el 2 de marzo anunció que esa situación se mantendría de forma indefinida, a pesar de reconocer que aún no existen respuestas definitivas sobre la fuente o la causa de los incidentes de salud, a los que el Departamento de Estado sigue llamando ataques.
El director general de Estados Unidos de la Cancillería de la isla, Carlos Fernández de Cossío, manifestó el mes pasado a Prensa Latina que dicha situación tiene un efecto muy negativo sobre millones de cubanos a ambos lados del estrecho de la Florida que dependen de los servicios consulares.
También advirtió sobre el impacto que la disminución del personal en las respectivas embajadas ha tenido en las relaciones bilaterales y el desarrollo de la colaboración.