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La Habana/AFP
Cuba lamentó que el «terrorista» de origen cubano, Luis Posada Carriles, haya muerto en Estados Unidos, sin pagar por crímenes que enlutaron a la isla y a otros países de América Latina.
«Murió impune el asesino Luis Posada Carriles, quien enlutó a Cuba», tituló el diario oficial Granma, que también publicó una síntesis del «expediente criminal» de «este terrorista financiado por la CIA» y una «cronología del terror» que sembró en «prácticamente todo el continente americano».
El periódico fustigó que Posada Carriles haya muerto «impune, abrigado por Estados Unidos», donde vivió hasta el final de sus días y logró evadir durante años las acusaciones y pedidos de extradición de Cuba y Venezuela.
Juventud Rebelde, el otro diario de alcance nacional, destacó que Posada Carriles, fallecido el miércoles en Florida a los 90 años, se fue «sin pagar ante la justicia sus crímenes contra Cuba, Venezuela, Nicaragua y El Salvador, entre otros países que ayudó a regar con la muerte».
El connotado militante anticastrista trabajó en los 70 y 80 para los servicios secretos de Venezuela, Guatemala, El Salvador, Chile y Argentina, países en los que amplió su «currículo criminal» según la prensa local, y colaboró en armar a los Contras en Nicaragua.
Entre otros crímenes, Cuba lo responsabiliza con el atentado en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación en 1976, que dejó 73 muertos, y con una serie de ataques con bomba en hoteles de La Habana en 1997 en los que murió un turista italiano.
Asimismo, lo acusa de urdir por años planes para asesinar a Fidel Castro, como los que preparó infructuosamente durante las visitas del líder histórico de la Revolución Cubana a Chile en 1971 y a Panamá en 2000.
Castro, fallecido en 2016, solía calificar a Posada Carriles y a Orlando Bosch, otro veterano anticastrista fallecido en Florida en 2011, como los «más sanguinarios exponentes del terrorismo imperialista contra» Cuba.
