Ciudad Panamá/AIN
La delegación de la verdadera sociedad civil cubana se retiró de la sala donde se realizaría la inauguración del foro sobre este tema de la VII Cumbre de las Américas.
“No vamos a compartir el espacio con representantes de una supuesta sociedad civil que no es la nuestra, hospital que está pagada, cure compuesta por mercenarios”, dijo en declaraciones a la prensa el intelectual cubano Luis Morlote, en las inmediaciones del Centro de Convenciones Vasco Núñez de Balboa, en esta capital.
“No podemos estar en el mismo espacio. No puede haber mercenarios que se autodenominen representantes de la sociedad civil. Es inadmisible”, añadió.
Morlote explicó que habían solicitado a los organizadores que no mantuvieran en la sala a esos individuos, que no representan a la sociedad civil de Cuba y entre quienes están algunos que se precian de su amistad con terroristas.
“Decidimos ante esta tamaña irresponsabilidad de los organizadores del Foro, abandonar la sala de la inauguración. Estamos defendiendo nuestra dignidad, a 11 millones de cubanos que esperan que los representemos en este espacio”, aseguró Morlote.
La delegación cubana salió del salón donde se instauraría el Foro, pero mañana, aseguró Enrique Alemán, de la plataforma interreligiosa cubana, regresarán a las mesas de trabajo, a defender los mandatos de los representantes de las más de dos mil organizaciones no gubernamentales de la mayor de las Antillas.
“Y tenemos que expresar esos mandatos, pero no lo vamos a hacer con mercenarios en el mismo espacio”, subrayó.
Los representantes de la sociedad civil cubana están en Panamá invitados por el presidente de la República de Panamá, Juan Carlos Varela, que aseguró Alemán, no está al tanto de que en este foro hay terroristas y mercenarios.
“Le estamos comunicando al presidente de Panamá que en este foro tiene sentado a terroristas, asesinos y apóstatas del pueblo cubano. Le pedimos al presidente Varela que tome cartas en el asunto”, señaló.
Por su parte, Joel Suárez, del Centro Martin Luther King, dijo que esta Cumbre, que pareciera «estamos echando a perder», tiene muy mala historia, porque «los pueblos de las Américas en su amplia representatividad siempre estuvimos excluidos desde la primera Cumbre, en Miami, en el año 1994 y recibimos bastante gases lacrimógenos y palos», confesó.
En ese sentido, la Isla asiste a este convite como la voz de los sin voz, como reiteró el General de Ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros hace algunos meses.
Soraya Álvarez, en ese sentido, pidió a nombre de la sociedad civil antillana que los organizadores saquen de las mesas de trabajo y de los foros a los mercenarios al servicio de potencias extranjeras.
Ante los reclamos de la delegación cubana en materia organizativa y la negativa en primer lugar y luego la demora de más de dos horas para acceder a la sesión inaugural del Foro de la Sociedad Civil, el coordinador, Rubén Castillo, de la Red de Derechos Humanos de Panamá, justificó los problemas con la delegación de la Isla arguyendo que hubo solamente «algunos inconvenientes».
Lo cierto es que ante preguntas de la prensa sobre la denuncia de Cuba acerca de la presencia de mercenarios y terroristas en los foros de la VII Cumbre, prefirió excusarse y evadir a los medios de comunicación.
En esta jornada, cargada de irregularidades en la organización de los foros, Cuba denunció la presencia de mercenarios en el evento y del connotado terrorista, Félix Rodríguez Mendigutía, en Panamá.
A estos planteamientos se sumó la exclusión de un grupo de representantes de la sociedad civil a la sesión inaugural y el reclamo enérgico de los jóvenes cubanos a las autoridades panameñas para que actúen sobre los mercenarios y terroristas en el contexto de la VII Cumbre de las Américas.
No obstante estos inconvenientes, los representantes de la juventud continuaron la labor en mesas de debate y la delegación ha sido firme en señalar que mañana la verdadera sociedad civil cubana participará en los debates de las mesas de trabajo del foro.