Diplomáticos y altos representantes de diferentes países condenaron el incremento de la política hostil y las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos contra Cuba.
En sus intervenciones se repitió una y otra vez la denuncia del carácter extraterritorial del bloqueo, y del recrudecimiento de las agresiones de Washington contra la mayor de las Antillas.
Del mismo modo, los representantes enfatizaron que el cerco norteamericano constituye el principal obstáculo para que Cuba alcance un desarrollo sostenible y es una violación de los derechos humanos de todo un pueblo.
En la jornada de este jueves, más países subirán al podio a la Asamblea General de Naciones Unidas para hacer sentir su voz, de acuerdo con la agenda prevista.
Luego, por vigésimo octava ocasión consecutiva se realizará la votación del proyecto de resolución ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y impuestos por Estados Unidos de América contra Cuba.’
Desde 1992, la Asamblea General de la ONU aprueba cada año esa resolución, lo cual deja bien claro el rechazo de la comunidad internacional a esa política.
Washington impuso el bloqueo contra Cuba hace ya casi seis décadas y en ese tiempo, el cerco ha provocado perjuicios cuantificables por más de 922 mil 630 millones de dólares, indican cifras oficiales.
Pero los los daños humanos que produce esa política genocida son incalculables, según destacó el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
El ministro de Relaciones Exteriores, a su llegada el lunes a la sede de la ONU en Nueva York, también denunció que las autoridades norteamericanas ejercen fuertes presiones y chantajes para que los países cambien su postura en contra del bloqueo, especialmente, los latinoamericanos.
Lejos de atender el llamado de la comunidad internacional, que durante más de dos décadas ha adoptado de manera prácticamente unánime la resolución que pide el levantamiento del bloqueo, Estados Unidos realiza maniobras para dificultar su adopción y erosionar el patrón de votación, recalcó Rodríguez.
Cuba sabe que cuenta con el apoyo unánime de los pueblos latinoamericanos y del planeta, y espera que ningún Gobierno se someta a los dictámenes de Washington, subrayó.