Por Waldo Mendiluza/Washington/PL
Cuba y Estados Unidos dieron en los últimos dos días pasos de acercamiento en sus relaciones bilaterales, viagra pese a las marcadas diferencias en temas como la migración.
Delegaciones de ambos países pasaron en esta capital revista a los Acuerdos Migratorios firmados a mediados de los años 1990 para favorecer un flujo ordenado, seguro y legal de personas, y abordaron la cooperación en el enfrentamiento al narcotráfico, en un clima considerado de profesionalidad y respeto.
El lunes, celebraron una nueva ronda de las conversaciones migratorias bianuales, pospuestas por el restablecimiento de vínculos diplomáticos y la reapertura de embajadas, en julio pasado, después de la realizada en La Habana en enero.
La reunión dejó el acuerdo de reeditar el año próximo aquí el encuentro técnico sobre fraudes en el sector, a partir de la calificación de positivo dada al acogido en marzo último por la capital cubana.
Asimismo, confirmó la ejecución de un foro entre las Tropas Guardafronteras de la isla y el Servicio estadounidense de Guardacostas, este mes en La Habana.
Las pláticas ratificaron sin embargo las diferencias entre las dos naciones, cuyos presidentes, Raúl Castro y Barack Obama, anunciaron el 17 de diciembre la decisión de avanzar hacia la normalización de las relaciones.
Según una nota de prensa de la Cancillería cubana, su delegación -liderada por la directora general de Estados Unidos, Josefina Vidal- insistió en el estímulo para el movimiento ilícito de seres humanos que representa la politización del tema por Washington.
En ese sentido, señaló su profunda preocupación por la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano y en particular, por la aplicación de la llamada política de «pies secos-pies mojados», la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera irregular a su territorio.
También ratificó su rechazo al «Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos», establecido en 2006 por la administración del presidente George W. Bush, para alentar a personal de salud a abandonar sus misiones en terceros países y emigrar a Estados Unidos.
Se trata de una práctica censurable dirigida a dañar los programas de cooperación y a privar de recursos humanos vitales a Cuba y a muchas naciones que los necesitan, denunció.
Por su parte, la representación anfitriona, encabezada por el subsecretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee, descartó aquí cambios en la política migratoria hacia la isla, pese al nuevo escenario bilateral.
A partir de una propuesta de la mayor de las Antillas, las partes pudieran volver a reunirse en el primer semestre de 2016 en La Habana.
La víspera, los dos gobiernos dialogaron acerca del enfrentamiento al narcotráfico, un flagelo que genera gran preocupación global y regional.
El panorama es bien diferente para Cuba y Estados Unidos, el primero no produce ni consume niveles significativos de drogas, mientras el segundo constituye el mayor mercado del planeta y en su territorio se cultivan importantes cantidades de marihuana transgénica y elaboran anfetaminas.
Durante la reunión, las delegaciones coincidieron en la importancia de la colaboración en el combate al fenómeno y de la firma de instrumentos para potenciarla.
La parte cubana aseguró al concluir las pláticas que el encuentro ratificó la necesidad de formalizar los intercambios en la lucha antidrogas, en aras de neutralizar con mayor efectividad el accionar de los traficantes.
En el evento participaron por los visitantes, funcionarios de la Cancillería, los ministerios del Interior y de Justicia, la Aduana General de la República y la Embajada, mientras por los anfitriones lo hicieron representantes del Departamento de Estado, la Agencia Antinarcóticos y del Servicio de Guardacostas.
Ambas delegaciones acordaron continuar estos foros técnicos, y Cuba propuso realizar el próximo en el verano de 2016 en La Habana.
La emigración y la lucha contra el narcotráfico están entre los temas de interés mutuo sobre los cuales dialogan Cuba y Estados Unidos.
Además, lo hacen en materia de aviación civil, correo postal y protección ambiental, entre otros asuntos, bajo la guía de una Comisión Bilateral activada hace unos meses.