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Nueva York/PL
Cuba y Estados Unidos ratificaron aquí su decisión de avanzar hacia la normalización de las relaciones, buy viagra pese a las marcadas diferencias existentes entre los dos países.
En el XXXIV Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), remedy realizado del 27 al 30 de mayo en el New York Hilton Midtown, viagra funcionarios de ambos gobiernos destacaron los progresos en los vínculos bilaterales y reiteraron la voluntad de impulsarlos.
Desde Cuba les puedo asegurar que seguiremos trabajando intensamente, como hasta ahora lo hemos hecho, para avanzar en la mejoría de las relaciones, en aras de promover un acercamiento que beneficie a ambos pueblos, pese a nuestras diferencias, señaló la directora general para Estados Unidos de la Cancillería, Josefina Vidal.
También el encargado de Negocios de Washington en La Habana, el embajador Jeffrey DeLaurentis, certificó que la actual administración norteamericana está dispuesta a mejorar los lazos.
Vidal, DeLaurentis y el embajador de la isla en la nación norteña, José Ramón Cabañas, intervinieron en una sesión del congreso de LASA sobre el escenario posterior al 17 de diciembre de 2014, cuando los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron la decisión de buscar la normalización de los vínculos.
Cuba y Estados Unidos reanudaron sus relaciones diplomáticas y reabrieron embajadas en el verano pasado, un hecho que generó expectativas en académicos y estudiosos del continente, quienes acudieron al tradicional foro, fundado hace medio siglo en la propia Gran Manzana, para debatir el tema y su impacto regional.
Logros a 17 meses
Sin dejar de reconocer que se trata de un camino largo y complejo, Vidal y DeLaurentis valoraron los progresos en sectores de interés mutuo, los encuentros entre los presidentes y las visitas de alto nivel, como la realizada en marzo por Obama a la mayor de las Antillas, un acontecimiento inédito en casi 90 años.
Además del restablecimiento de los vínculos diplomáticos, Washington sacó a la isla de su unilateral lista de Estados patrocinadores del terrorismo -en la cual Vidal insistió aquí que nunca debió estar- y se firmaron acuerdos en áreas como la aviación civil y el correo postal.
Asimismo, los gobiernos activaron una Comisión Bilateral para al seguimiento a las relaciones, y empresas de ambos lados del Estrecho de La Florida suscribieron convenios en materia de telecomunicaciones y hotelería.
Para DeLaurentis, merece destaque que en los últimos meses, países separados por apenas 90 millas, pero distanciados por décadas de desconfianza, consiguiesen trabajar juntos en sectores muy importantes.
En ese sentido, Vidal celebró que los progresos posteriores al 17 de diciembre de 2014 obedecieran a esfuerzos guiados por la profesionalidad, la igualdad y la reciprocidad.
Sin embargo, advirtió que los nexos enfrentan serios obstáculos, por la vigencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por más de medio siglo, y por una hostilidad traducida en la aplicación de programas subversivos, entre ellos los que favorecen la emigración irregular, y las ilegales transmisiones de radio y televisión.
«No es irrelevante lo que se ha logrado, pero tenemos que hacer mucho más para poder avanzar hacia la normalización. Se trata de los primeros pasos de lo que en el futuro pudiera ser una nueva etapa de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos», afirmó en el foro de LASA, la organización profesional más grande del mundo, con unos 12 mil miembros.
El camino por delante
La directiva de la Cancillería cubana adelantó que los gobiernos negocian nuevos acuerdos de cooperación.
Según Vidal, esos convenios pudieran suscribirse en los próximos meses, en las esferas de la salud, la lucha antidrogas, la búsqueda y salvamento, la respuesta a derrames de petróleo en el Golfo de México y el Estrecho de La Florida, la meteorología, el monitoreo sísmico, la salud animal y vegetal y las zonas terrestres protegidas.
Al respecto, mencionó futuras visitas de alto nivel entre las partes y dos nuevos encuentros de la Comisión Bilateral.
La funcionaria recordó que La Habana y Washington abrieron diálogos respetuosos sobre cambio climático, derechos humanos, compensaciones mutuas y otros temas bilaterales o multilaterales, «en los que no necesariamente tenemos coincidencias, incluso en algunos de ellos tenemos profundas diferencias».
En el caso del sector económico-comercial, reiteró el obstáculo representado por el bloqueo, pese a los cuatro paquetes de medidas ejecutivas dictados por Obama para modificarlo.
Vidal precisó que aunque marchen en la dirección correcta, resultan insuficientes para favorecer el avance de los vínculos comerciales, a partir de la continuidad de las restricciones a las importaciones y exportaciones, la prohibición de invertir en la isla por empresas norteñas y la imposibilidad de mantener relaciones bancarias normales.
DeLaurentis expresó el interés de la actual administración en ponerle fin al bloqueo y en adoptar medidas regulatorias para aliviarlo.
El encargado de Negocios de Estados Unidos en Cuba resaltó las oportunidades de las decisiones ejecutivas para impulsar los vínculos en materia de telecomunicaciones, energía renovable, empresariado y el sector privado, entre otros.
Sin embargo, alertó que el poco tiempo restante a la actual administración, Obama concluye en enero de 2017 su segundo mandato, limita el establecimiento de similares iniciativas.
Los funcionarios invitados al XXXIV Congreso de LASA y los académicos estudiosos de las relaciones bilaterales coincidieron en que el camino emprendido el 17 de diciembre de 2014 resulta el más conveniente para ambas naciones, la región y el mundo.
