CUENTO 1

NARRADOR Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, ailment y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos. Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y los que determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.

NARRADORA Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine, aunque ello me costara el final de la película. Un día me distraje y mi hermano salió antes que yo a la calle, y mientras me miraba con aquella sonrisa adorable…

NARRADOR … un coche se lo llevó por delante. Recuerdo que mi madre, al oír el golpe, salió de la casa y pasó ante mí corriendo y gritando mi nombre, con los brazos extendidos hacia el cadáver de mi hermano. Yo nunca la saqué del error.

LOCUTORA Un cuento del asturiano Rafael Novoa

CUENTO 2

NARRADORA No sabemos si fue a causa de su corazón de oro, de su salud de hierro, de su temple de acero o de sus cabellos de plata. El hecho es que finalmente lo expropió el gobierno y lo está explotando. Como a todos nosotros.

LOCUTOR Un cuento de la argentina Luisa Valenzuela.

CUENTO 3

NARRADOR Habían pasado muchos años desde que la flor de la vida se marchitó para ella. Él tenía ya 87 años. No se conocían, nunca se habían visto. Coincidieron por casualidad en aquella playa, los dos solos. No acertaría a decir quien dio el primer paso, pero cuando se acercaron, descubrieron que se amaban desde antes de nacer. Se juraron que nunca más estarían solos.

NARRADOR Él murió a los pocos meses, el diganóstico fue la vejez. La causa, tal vez, la soledad pasada.

NARRADORA Ella apenas vivió un año más. El dignóstico fue ahogamiento. La causa, la soledad presente.

CUENTO 4

NARRADORA Por fin. La desconocida subía siempre en aquella parada. Él pensó:

HOMBRE Amplia sonrisa, caderas anchas…una madre excelente para mis hijos.

NARRADORA La saludó. Ella respondió y retomó su lectura…

HOMBRE Culta, moderna…

NARRADORA Él se puso de mal humor: era muy conservador. ¿Por qué respondía a su saludo? Ni siquiera le conocía. Dudó. Ella bajó. Se sintió divorciado:

HOMBRE ¿Y los niños, con quién van a quedarse?

NARRADORA Un cuento del italiano Andrea Bocconi

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