Por Michael Smith
Jerusalén/AFP
Las relaciones entre Israel y la administración Trump se tensaron de forma repentina e inesperada a pocos d,ías de la visita del presidente estadounidense, en torno a cuestiones tan simbólicas como el Muro de los Lamentos y la ubicación de la embajada de Estados Unidos.
El posible traslado de la representación diplomática estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén suscita una nueva controversia respecto al estatuto de la ciudad santa, uno de los asuntos más espinosos del conflicto entre israelíes y palestinos.
Pero la polémica creció aún más por las palabras de un funcionario estadounidense que, según medios israelíes, aseguró que el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo, no está en Israel, sino en Cisjordania, el territorio palestino ocupado.
El estatuto legal y diplomático de Jerusalén es un rompecabezas. Israel considera la totalidad de la ciudad como su capital indivisible, incluida la parte palestina (Jerusalén este) que conquistó en 1967 y anexionó en 1980.
Los palestinos quieren, por su parte, que Jerusalén sea la capital del Estado al que aspiran. Y Naciones Unidas no reconoce el estatuto definido por Israel, ya que considera que Jerusalén este es un territorio ocupado.
Trump, que viaja a Israel el próximo lunes, prometió durante su campaña que reconocería a Jerusalén como capital del país y que trasladaría ahí su embajada desde Tel Aviv, un cambio significativo para la diplomacia estadounidense.
¿Temor por consecuencias?
Los palestinos y los países árabes ya han alertado sobre las consecuencias potencialmente explosivas de este traslado. Pero, desde que asumió la presidencia, Trump parece tener menos prisa en llevar a cabo ese cambio. ¿Dará el paso durante su visita?
En vísperas de su visita a Israel, algunos dudan de que el primer ministro Benjamin Netanyahu quiera realmente la instalación de la embajada estadounidense en Jerusalén.
Tras unas declaraciones del secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson, el domingo, que sugerían que Netanyahu no ve con buenos ojos esta iniciativa, un periodista del canal Fox News tuiteaba el lunes que el mandatario israelí pidió a Trump que no desplazara la representación diplomática por el momento.
La oficina de Netanyahu tomó entonces la decisión excepcional de publicar las minutas de las conversaciones privadas que el líder israelí mantuvo con Trump durante su visita a Washington el 17 de febrero.
«Almuerzo en la Casa Blanca: a una pregunta sobre la embajada, el primer ministro respondió que [el traslado] no produciría el baño de sangre regional con el que algunos intentan asustar» a Trump, se puede leer en el documento elaborado por uno de los colaboradores de Netanyahu.
Muro de los Lamentos
El lunes por la noche, el canal Channel Two, indicó, citando a fuentes israelíes, que el domingo, durante una visita para preparar la estancia de Trump, los estadounidenses se negaron a que Netanyahu se una al presidente norteamericano durante su visita al Muro de los Lamentos.
Cerca del Muro, miembros del equipo estadounidense rechazaron supuestamente a oficiales israelíes alegando que no podían aparecer junto a ellos en ese lugar. Un estadounidense llegó incluso a decir que el Muro está en Cisjordania, según la misma fuente.
El lugar sagrado se sitúa en la Ciudad Vieja, en Jerusalén este. Las informaciones de Channel Two son muy sorprendentes, ya que la política estadounidense no se pronuncia nunca sobre la soberanía de la ciudad santa.
La Casa Blanca declaró a la prensa que las palabras atribuidas al funcionario no reflejaban sus posturas.