Ricardo Navarro
CESTA-MOVIAC
En todo el mundo hay una discusión sobre los problemas del plástico, algunos países han prohibido el uso de bolsas plásticas en los supermercados, Costa Rica acaba de prohibir el uso de poliestireno expandido “styrofoam”, aquí en El Salvador la Asamblea Legislativa tiene piezas de correspondencia pidiendo que se legisle el uso del plástico. La asociación salvadoreña ASIPLASTIC con más de ochenta productores y comercializadores de artículos plásticos, dice que para reducir la contaminación del plástico, el camino a seguir es el reciclaje y para ello han desarrollado el programa ECO-AMIGOS. La pregunta que surge es: ¿qué tan cierto es que reciclar el plástico contribuye a reducir la contaminación? veamos lo que dice la ciencia.
Con el ritmo de vida rápido y ocupado que se tiene en los tiempos modernos, la cantidad de artículos de plástico que se utilizan ha aumentado exponencialmente, por la comodidad que ofrece, su versatilidad, disponibilidad y bajo costo. El plástico es un material persistente, todos los artículos de plástico que alguna vez fueron creados todavía existen en alguna forma, mayormente como basura en la tierra o cuerpos de agua, ya que el plástico fue inventado hace poco más de un siglo y permanece cinco siglos sin degradarse. Para 2017 se había producido nueve mil millones de toneladas de plástico virgen, con una producción mundial actual de cerca de 450 millones de toneladas al año, de las cuales unas 200 se dedican para producir artículos de un solo uso, como bolsas para la compra, empaquetado de comidas y bebidas, pajillas, vasitos térmicos y cubiertos en las ventas de comida; es decir, artículos que se usan cinco minutos para tomar un fresco o un café, treinta minutos para el almuerzo o mientras se llevan las compras del supermercado a la casa, pero que van a pasar ocasionando impactos en algún lugar durante los próximos quinientos años.
Esto significa que cada año estamos produciendo de forma inmediata 200 millones de toneladas adicionales de basura plástica en el mundo, a esto se agrega que después de unos pocos años: los otros 250 millones de toneladas de artículos plásticos producidos para prestar un servicio por más tiempo, también se volverán basura. Por el momento el 8 % de esto se recicla y el 12 % se incinera, lo cual quiere decir que a cada habitante del planeta se le está dando cada año unas 100 libras de basura plástica sólida, y unas 15 libras de basura plástica gaseosa altamente tóxica que después respiramos.
Buena parte de esa basura plástica sólida termina en el océano, en grado tal que en 2014 había una libra de plásticos por cinco libras de peces y para mediados de siglo habrá más plásticos que peces. Muchas empresas dicen en su propaganda que sus plásticos son biodegradables, pero en la mayoría de casos eso no es cierto, lo que sucede es que esos plásticos no se degradan sino que se deshacen y terminan como micropartículas o polvo plástico en los cuerpos de agua, de hecho el 1 % de plásticos en el océano son micropartículas que absorben y concentran tóxicos que afectan a las plantas y animales microscópicos que forman la base de los ecosistemas oceánicos, los peces consumen plancton con plástico y el ser humano consume pescados con plástico. Cada semana el ser humano promedio en el mundo consume en plásticos el equivalente de una tarjeta de crédito, siendo el agua potable el principal agente transmisor, seguido de alimentos terrestres, marinos y de agua dulce.
En el plástico un 99 % proviene de fósiles como petróleo, carbón y gas natural y 1 % son aditivos tóxicos, uno de los más comunes es bisfenol A (BPA) el cual es responsable de imitar la acción del estrógeno y de perturbar el sistema endocrino, en particular a las glándulas que producen las hormonas que regulan el metabolismo, el crecimiento y el sueño. Además, genera anomalías neuro-conductuales, daña el sistema inmunológico y reproductivo, el sistema nervioso central y periférico, el hígado y los riñones; también ocasiona defectos de nacimiento, cáncer, infertilidad masculina, asma entre otros. Muchos plásticos que contienen químicos tóxicos se utilizan para fabricar productos de consumo, juguetes para niñas y niños y envases para alimentos. Cuando estos plásticos se reciclan también se reciclan estos aditivos tóxicos.
El plástico emite gases de efecto invernadero en todas las etapas de su ciclo de vida, comenzando con extracción de combustibles fósiles para producirlos, perturbación de la tierra, destrucción de bosques, apertura de pozos, colocación de tuberías, transporte de recursos, refinación de materias primas, distribución de artículos, incineración y la disposición en botaderos. La emisión de gases de efecto invernadero es mucho mayor en la producción del plástico que en la gestión de desechos, por lo tanto, la solución integral al problema del plástico no está en reciclar los desechos que están en la tierra o en el mar, sino principalmente en reducir en un buen porcentaje la producción de plástico en la industria y su comercialización.
El plástico es bioacumulativo tanto en su composición plena como en los aditivos químicos que contiene, y como se transporta largas distancias está afectando a cada organismo del planeta, tanto por la producción, uso y disposición del plástico. Su impacto está cambiando la química de la vida, ya que en todas las etapas del ciclo de vida del plástico se liberan los químicos tóxicos, todo esto apunta a la necesidad de reducir drásticamente la producción y el consumo y rediseñar el uso de plásticos.
Existe una alianza internacional de corporaciones que tiene como objetivo liberarse de los desechos plásticos y al igual que ASIPLASTIC, dicen que el problema no está en el plástico sino en las personas irresponsables que botan los desechos en cualquier parte. Para impulsar esta campaña de propaganda las corporaciones están invirtiendo mil millones de dólares que reparten en medios de comunicación, académicos, ambientalistas y funcionarios públicos, pero al mismo tiempo van a invertir US$ 200 mil millones para expandir su producción en los próximos cinco años.
Lo que debe quedar claro es que la solución al grave problema de contaminación del plástico no está en promover el reciclaje como dice ASIPLASTIC y las corporaciones internacionales productoras de plástico, ya que al hacerlo mantienen adormecida y engañada a la opinión pública , entretenidos a algunos ambientalistas y funcionarios, haciéndoles creer que el problema se resuelve con esa medida, cuando la realidad del caso es que el principal problema de contaminación está en la producción del plástico y no en los desechos. Las corporaciones promueven el reciclaje porque lo que buscan no es acabar con el problema de contaminación, sino aumentar su producción, por lo tanto sus ganancias, aunque esto ocasione mayores impactos negativos a las personas y al ambiente.
La solución al problema de los plásticos es obvia y está en reducir drásticamente su producción en el mundo, lo cual se facilita porque un 40 % de la producción mundial de plástico es de artículos de un solo uso, que podemos reemplazarlos fácilmente con la utilización de bolsas de manta, cubiertos de metal o tomando café en tazas o frescos sin pajilla. Por eso hemos solicitado a la Asamblea Legislativa que legisle a la mayor brevedad posible la producción y el uso de plásticos, comenzando por prohibir la comercialización de artículos plásticos de un solo uso y luego exigiendo que no se utilicen químicos tóxicos como el BPA. Es importante no dejarse engañar por la propaganda de las corporaciones, que solo buscan continuar incrementando sus ganancias.