Ramón D. Rivas*
Este miércoles 15 del presente mes la Secretaría de Cultura ha dado inicio a una fases importante en la construcción del Plan Quinquenal de Desarrollo, pharmacy y me refiero a la Consulta Sectorial, la cual forma parte de la consulta ciudadana que impulsa el gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén; con el fin de potenciar la participación de las personas en la construcción de su futuro y con ello garantizar el ejercicio pleno de la democracia en nuestro país. Esta consulta tiene grandes objetivos de país y no es un simple proceso de oír y apuntar las sugerencias que hagan las personas convocadas; al contrario, se enmarca dentro de la promoción de la participación ciudadana, y como bien lo dice el Programa de Gobierno “El Salvador Adelante”, ´tiene que ser inclusiva, que genere igualdad de oportunidades y dé resultados para mujeres y hombres, a fin de alcanzar ese gran objetivo de país que se denomina el Buen Vivir´. ¿Y por qué este Plan de Desarrollo tiene como objetivo el Buen Vivir? En primer lugar, porque se persigue romper con aquellos esquemas de desarrollo que muy poco favorecieron a todas las personas que vivimos en este territorio. Claro queda que no podemos seguir construyendo o planificando políticas públicas que poco o nada impactan en la gente. Se trata ahora de cambiar los idearios de desarrollo y modelos económicos que han sumergido a muchos en la pobreza, en la pérdida de valores y de su propia identidad cultural; que han generado la ruptura entre el ser humano y la naturaleza; donde ha predominado la explotación en detrimento de la libertad humana. En fin, se trata ahora de enfocar nuestros esfuerzos en una nueva forma de desarrollarnos socialmente para alcanzar el sueño de toda persona, el Buen Vivir. ¿Y qué debemos entender por el Buen Vivir? Ramírez Gallegos lo define como «la satisfacción de las necesidades, la consecución de una calidad de vida y muerte dignas, el amar y ser amado, y el florecimiento saludable de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza y la prolongación indefinida de las culturas humanas. El Buen Vivir supone tener tiempo libre para la contemplación y la emancipación, y que las libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales de los individuos se amplíen y florezcan de modo que permitan lograr simultáneamente aquello que la sociedad, los territorios, las diversas identidades colectivas y cada uno —visto como un ser humano universal y particular a la vez— valora como objetivo de vida deseable (tanto material como subjetivamente, y sin producir ningún tipo de dominación a otro). El concepto de Buen Vivir nos obliga a reconstruir lo público para reconocernos, valorarnos y comprendernos unos a otros –entre diversos pero iguales- a fin de que prospere la posibilidad de reciprocidad y mutuo reconocimiento, y con ello posibilitar la autorrealización y la construcción de un porvenir social compartido”. De ahí la importancia de la presencia de la consulta con los sectores culturales. Se trata de que juntos construyamos nuestro ideario de desarrollo, el cual el gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén ha colocado a la cultura como eje transversal, por ser el motor para transformar las relaciones humanas, sociales, económicas, políticas y con el medio ambiente. El Buen Vivir debe llevarnos a todos los salvadoreños, sin importar visión ideológica, condición social o religiosa, a gozar de cuatro aspectos importantes para alcanzar el desarrollo social, y estos son: primero, poder sentirnos bien con nosotros mismos y con nuestros semejantes; segundo: a habitar con dignidad en nuestro espacio, teniendo y gozando de los servicios básicos de salud, alimentación y educación del cual el Estado está obligado a proveer; tercero: a trabajar con dignidad, teniendo salarios justos y a tiempo, a tener igualdad de oportunidades, sin importar si eres joven o viejo, a saber recompensar el esfuerzo y el conocimiento académico alcanzado por muchos, a que se valore la entrega y dedicación que el trabajador proporciona para producir y desarrollar a nuestro país; y cuarto aspecto: a conocer, saber y crear con libertad. Y es que claro debe de quedar que todos somos capaces de crear, de aprender y de conocer lo desconocido. Y es aquí, precisamente, donde el quehacer cultural juega un papel fundamental para potenciar en cada persona esa aptitud de conocer para crear. Ya lo dijo en una ocasión el artista Miguel Martino, debemos “Crear, una actitud frente a la vida”, lo cual significa que se debe generar esfuerzo, valor, amor, coraje y sobre todo, sueños e imaginación para enfrentar los retos que nos impone la vida. Asumir el reto de crear es la oportunidad de la vida para moldear aquello a nuestra manera. Y para crear, dice Jeff Bezos, uno tiene que ser obstinado y flexible a la vez. Y es que si se logra que este Plan de Desarrollo Quinquenal impacte en nuestra sociedad y en todo el territorio nacional, podremos gozar de cuatro aspectos culturales que a la fecha necesitamos: de una cultura de paz; de una cultura del respeto a la diversidad; de una cultura de diálogo y de una cultura de respeto a la vida. De ese se trata. Y todo esto no se logra con simples discursos o aspiraciones políticas. Se necesita de que todos nos unamos para crecer; que todos participemos en las decisiones y formulación de políticas públicas; de que todos pasemos de ejercer la democracia delegativa a una participativa, y no solo para periodos eleccionarios, sino también para etapas importantes en el quehacer gubernamental que benefician o afectan a todos. En esta consulta, queremos que las estrategias y objetivos formulados por especialistas y analizadas en el diálogo intergubernamental, logren cubrir las expectativas para hacer de la cultura el fundamento para la transformación del país. La consulta permitirá a la Secretaría de Cultura de la Presidencia y a la Secretaría validar los seis objetivos y sus respectivas estrategias en materia cultural. Este Plan Quinquenal de Desarrollo 2014-2019 es la gran apuesta del Presidente Salvador Sánchez Cerén, para alcanzar el Buen Vivir de todos los salvadoreños que debe convertir a El Salvador en un país con calidad de vida, en donde el desarrollo económico y social tenga como base las potencialidades humanas de nuestro pueblo, la elevación de sus talentos y capacidades; el desarrollo de su imaginación y creatividad, su cualidad emprendedora; sus destrezas innovadoras y aumento de la productividad de su trabajo. Yo creo que es posible una vida en sociedad presidida por la igualdad, la fraternidad y la libertad, y en que es posible una relación en armonía de los seres humanos con la naturaleza. Por eso estoy aquí, por eso he luchado socialmente, por eso trabajo en la Secretaría de Cultura y por eso he aceptado el reto de trabajar por el Buen Vivir de todos los salvadoreños y punto.
*Secretario de Cultura de la Presidencia.