Por Mariano Andrade
Nueva York/AFP
El secretario general de Naciones Unidas, prescription Ban Ki-moon, cheap instó el martes a cambiar el rumbo del planeta frente a los peligros del calentamiento global, en una cumbre sobre el clima en la que
participan más de 120 jefes de Estado y de gobierno.
«El cambio climático es la cuestión crucial de nuestra era. Está definiendo nuestro presente. Nuestra respuesta definirá nuestro futuro», dijo Ban en un discurso de inauguración de la cumbre en Nueva York en el que pidió «liderazgo» para avanzar hacia un acuerdo el año próximo.
«Insto a todos los gobiernos a comprometerse en un acuerdo universal y significativo sobre clima en París en 2015, y a cumplir con su justa parte para limitar el aumento de la temperatura global a dos grados Celsius», señaló el secretario general de la ONU.
Francia fue uno de los primeros actores en formular un anuncio concreto: una contribución de 1.000 millones de dólares al Fondo Verde para el clima, creado en la cumbre de Copenhague en 2009 para enfrentar las consecuencias del calentamiento global y que desde entonces apenas ha recibido dinero.
Activistas ven esta reunión como un punto de inflexión en la lucha contra el calentamiento global. El domingo, unas 600.000 personas se movilizaron en varias ciudades del mundo, con una histórica marcha en Nueva York que reunió a 310.000 manifestantes según los organizadores.
«Podemos hacer historia o ser vilipendiados. Ahora es nuestro momento de actuar», sostuvo ante el plenario el actor Leonardo Di Caprio, designado por la ONU como mensajero de la paz contra el cambio climático y que participó en la manifestación neoyorquina.
Muchos científicos afirman que, vistos los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas habrán aumentado al final del siglo XXI en más de cuatro grados respecto a la época preindustrial. En caso de lograrse un acuerdo en París, entraría en vigencia en 2020.
América Latina mira al Norte
Del lado de América Latina, los presidentes que intervinieron defendieron el accionar de la región y exigieron a los países industrializados del norte cumplir con sus responsabilidades históricas.
«Brasil no anuncia promesas sino que muestra resultados. Hemos reducido la pobreza y hemos protegido el medio ambiente», dijo la brasileña Dilma Rousseff, precisando que en su país «la deforestación se ha reducido en un 79%», y que está cumpliendo con el compromiso de reducir las emisiones de dióxido de carbono entre «36 y 39%» para 2020.
Rousseff se refirió a la acumulación de desastres naturales en los últimos años, adjudicada por la mayoría de los expertos al cambio climático, y recordó que afectan mayormente a los pobres.
«En un mundo de injusticia ambiental los pobres son los más vulnerables», indicó, pidiendo acciones para paliar esa situación, como un mejor acceso a servicios públicos, agua potable, salud.
De su lado, el presidente venezolano Nicolás Maduro acusó a las «potencias contaminadoras» de querer aprovechar el calentamiento global del cual a su entender son responsables para hacer aplicar su fórmula capitalista y hacer negocios.
«Quieren disfrazar las mismas fórmulas capitalistas tomando las banderas de los movimientos ambientalistas», afirmó.
A su turno, el boliviano Evo Morales, que habló en nombre del Grupo de los 77 y China que preside su país, aseguró que las naciones desarrolladas «deben tomar la iniciativa», a raíz de su «responsabilidad histórica» en el calentamiento global.
Morales hizo referencia a las «dudas sobre la sinceridad y credibilidad» de algunos de ellos, por ejemplo aquellos que no ratificaron o abandonaron el Protocolo de Kioto, como Estados Unidos y Canadá.
«Movilizar dinero y mercados»
La batalla para llegar a un acuerdo internacional se encuentra lejos de estar ganada.
China e India, que son junto con Estados Unidos los emisores más importantes de gases de efecto invernadero, no han enviado a sus máximos responsables y estarán representados solo por un viceprimer ministro, Zhang Gaoli, en el caso del primero, y un ministro de Ecología, el segundo.
Pekín y Nueva Delhi se resisten a reducir sus emisiones porque no quieren desacelerar su crecimiento, e insisten para que las naciones más industrializadas paguen la mayor parte de la factura.
Antes de la cumbre, la responsable en clima de la ONU, Christiana Figueres, dijo no esperar que muchos países pongan sobre la mesa compromisos con cifras, pero subrayó la presencia de todos los actores importantes: gobiernos, municipalidades, empresas, compañías financieras y ONGs.
«Debemos trabajar para movilizar dinero y movilizar a los mercados. Invirtamos en las soluciones climáticas disponibles. Necesitamos a todas las instituciones financieras públicas para este desafío. Y necesitamos traer al sector financiero privado», sostuvo en ese sentido este martes Ban Ki-moon.
Unos 250 presidentes de compañías participan de la cumbre de Nueva York, que parte con la ventaja según la ONU de evitar los errores de Copenhague-2009, en donde sólo se había citado a los jefes de Estado y de gobierno a último momento.