Por Patricio Arana/Bruselas/AFP
El presidente de la Comisión Europea, viagra Jean-Claude Juncker, see se declaró este viernes «casi seguro» de que los miembros de la Unión Europea (UE) alcanzarán para la cumbre de febrero un acuerdo sobre las reformas pedidas por el Reino Unido de cara al referendo sobre su permanencia en el bloque.
«Estoy casi seguro de que tendremos un acuerdo, no un compromiso, una solución, una solución (de carácter) permanente, en febrero», dijo Juncker en una conferencia de prensa dedicada a los desafíos de la UE para este año.
La UE espera llegar a un acuerdo sobre las reformas en el funcionamiento del bloque, algo que reclamó el primer ministro británico David Cameron en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del 18 y 19 de febrero.
«Los temas planteados por el primer ministro británico son todos difíciles», agregó.
Con un referéndum a la vista antes de que acabe 2017, Cameron pidió reformas a la UE para que se protejan los derechos de los países del bloque que no utilizan el euro como divisa, que el Reino Unido quede fuera de los siguientes pasos para una mayor integración europea y se potencie la competitividad del mercado único.
Pero el primer ministro británico aspira además a modificar la legislación europea para poder retirar las ayudas sociales a los inmigrantes durante sus primeros cuatro años en el Reino Unido.
Esta controvertida reforma que pide Cameron, y que sus socios tienen dificultades para aceptar, apunta, sin decirlo, a limitar la llegada de trabajadores de los países del este del bloque, los últimos que se incorporaron a la UE.
Pero «sería muy fácil creer que sobre los otros puntos alcanzaremos soluciones fácilmente», subrayó Juncker.
«Son todas problemáticas muy, muy difíciles, y debemos trabajar duro en los próximos días para llegar a un acuerdo», añadió.
El jueves, el negociador de la Comisión para el tema británico, Jonathan Faull, también reconoció que las engociaciones sobre las reformas reclamadas son «difíciles».
«Las negociaciones son difíciles. Son temas muy difíciles, política y jurídicamente, en Gran Bretaña, pero también para los otros 27 Estados miembros así como para la arquitectura legal [de la UE] cuya integridad defenderá la Comisión», dijo Faull.
Migrantes: asignatura pendiente
Juncker también se refirió a la crisis de los migrantes que atraviesa el bloque, la peor desde 1945.
En 2015 llegaron al bloque 1.004.356 migrantes, cinco veces más que el año anterior. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) contabilizó 3.771 migrantes o refugiados muertos en su intento por alcanzar Europa cruzando el Mediterráneo.
Para hacer frente a esta crisis, la Comisión Europea hizo ambiciosas propuestas que los Estados miembros aceptaron a regañadientes y recién al cabo de arduas y largas negociaciones, en particular el reparto entre los miembros del bloque de hasta 160.000 solicitantes de asilo llegados a Italia y Grecia, principal propuesta del paquete de posibles medidas.
De ésta cifra sólo 272 personas llegadas a Italia y Grecia, cuyos sistemas de acogida de solicitantes de asilo están sumergidos por las llegadas, fueron efectivamente reubicadas en otros países de la UE.
«No es la Comisión» la que falló, sino «algunos Estados miembros que no cumplieron sus compromisos», afirmó Juncker.
«No es posible que una propuesta de la Comisión, adoptada por el Consejo de la UE (en donde están representados los 28 miembros) y el Parlamento Europeo sobre la reubicación de los refugiados, luego no sea aplicada» a nivel nacional, agregó Juncker.
«No abandono», aseguró no obstante, e insistió sobre la necesidad de preservar la libre circulación dentro del espacio Schengen.
La masiva llegada de migrantes llevó a varios países de este espacio sin fronteras a reinstaurar sus controles fronterizos. Juncker advirtió que esto amenaza a la economía del bloque.
«El que mate Schengen terminará sepultando al mercado interior», advirtió.