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Belek, online prostate Turquía/PL/AFP
Los debates sobre medidas para cortar el financiamiento del terrorismo ocuparon atención de los participantes en la cumbre del G20, cuyo cierre esta previsto para hoy.
La importancia de interrumpir totalmente la financiación de esas organizaciones y grupos colocó en un segundo plano las discusiones sobre temas económicos, luego de los asaltos terroristas del viernes en Paris.
Trascendidos de las deliberaciones señalan que los países del G20 acordaron este lunes en la declaración final tomar medidas para cortar los ingresos financieros. Ese acuerdo además incluye restringir la libertad de movimiento de los extremistas.
Sobre la protección del clima, en cambio,no hay acuerdo y los debates continúan hasta el último minuto de la cita, que termina en la localidad costera de Belek, cerca de Antalya, donde ocurrió la reunión.
Sobre la crisis de los refugiados, los participantes del G20 se comprometen a mejorar las medidas de protección y apoyo, aunque también destacan que la carga del flujo migratorio debe ser repartida de mejor manera.
El G20 mostró una inusual unidad en su condena al terrorismo, pues en la declaración final se subraya la necesidad de ampliar la cooperación internacional para ahogar los canales de ingresos financieros de los extremistas.
Además, llama especialmente la atención sobre la necesidad de reforzar la seguridad en las fronteras para reducir el flujo de los extremistas europeos que viajan a los países en guerra.
Económicamente, el punto más destacado de la cumbre es la presentación del programa contra la evasión fiscal de las grandes multinacionales.
Estiman que la reducción de ingresos provocada por la llamada erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (BEPS) podría llegar a entre un cuatro y un 10 por ciento de la recaudación global por los impuestos de sociedades.
El G20 subraya que las empresas deberán tributar allí donde se produce la actividad económica, se realizan las inversiones y se generan los beneficios.
El Grupo constituye un foro de 19 países, los más industrializados, y la Unión Europea que se reúnen desde 1999, cita en la que participan jefes de Estado, gobernadores de bancos centrales y ministros de finanzas.
Integran el grupo Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido (G7), más Rusia (G8), sumadas naciones recientemente industrializadas: Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Surcorea, India, Indonesia, México, Suráfrica, Turquía y España.
Decididos a lograr un acuerdo sobre clima
Por otro lado, los líderes del G20 se mostrarán determinados a alcanzar un acuerdo en la COP21 de París que respete el objetivo de limitar el cambio climático a 2ºC, según un borrador.
El G20 «reafirma el objetivo de [limitar el cambio climático mundial a] 2 grados» centígrados y está determinado a adoptar un «protocolo, otro instrumento legal o un acuerdo con valor jurídico», según el texto que todavía debe ser aprobado por los jefes de Estado y de gobierno.
La cita de París, bajo los auspicios de la ONU, se celebrará entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, y el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, advirtió la semana pasada que todavía queda trabajo «considerable» para alcanzar un acuerdo.
Las divergencias versan sobre varios puntos: la ayuda financiera de los países del Norte a los del Sur para financiar sus políticas climáticas, los objetivos a largo plazo o el reparto del esfuerzo contra el calentamiento entre países industrializados, emergentes y pobres.
En total, 195 países participarán en la COP21, que quedó reducida a la negociación, después de que los atentados de París obligaran a anular por motivos de seguridad los conciertos y actividades festivas anexas.
