Por Patricio Arana
Bruselas/AFP
Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) se reúnen esta noche en Bruselas para intentar resolver los complicados nombramientos de los más altos cargos del bloque, no rx entre ellos el de la diplomacia y el de la presidencia del Eurogrupo.
El martes el Parlamento Europeo confirmó para dirigir la Comisión al ex primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, despejando el camino para las otras designaciones.
En liza están las carteras más importantes de la próxima Comisión, verdadero Poder Ejecutivo comunitario, la presidencia del Consejo, que representa a los Estados miembros, así como la presidencia de los países del club del euro.
De la cumbre de este miércoles lo más seguro es que los jefes de Estado coincidan en el nombre del próximo Alto Representante para los Asuntos Exteriores, puesto que ocupa actualmente la británica Catherine Ashton.
En medio de la tensión internacional por la crisis en Ucrania, la situación entre Israel y la Franja de Gaza o las negociaciones con Irán por su programa nuclear, este puesto de alta exposición necesita de un candidato con un perfil de «personalidad respetada y experimentada», según las características que señaló para el cargo el mismo Juncker.
Hay varios nombres que circulan para reemplazar a Ashton. El presidente del Consejo italiano de centro izquierda, Matteo Renzi, empuja a su propia ministra de Relaciones Exteriores, Federica Mogherini.
Pero los países Bálticos, así como Polonia, se oponen ya que consideran que la posición de Roma es favorable a Moscú. Italia y Alemania son dos países de la UE con estrechos vínculos económicos con Rusia.
La presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, pidió este miércoles dos condiciones en el perfil del próximo jefe de la diplomacia: «neutralidad» y «experiencia en política exterior».
Esto último, según una fuente diplomática europea, es algo que se le critica a la italiana. Juncker tampoco parece muy convencido.
Otro de los nombres que circulan para el cargo es el de la búlgara Kristalina Georgieva, de la derecha moderada, actual comisaria para Asuntos Humanitarios.
Georgieva cumple con algunos de los requisitos, en particular el de la experiencia, y tiene además la ventaja de ser oriunda de un país de Europa del Este, algo que se debe tener en cuenta a la hora de repartir las carteras de manera equilibrada.
La designación del reemplazo de Ashton influenciará el resto de los cargos, empezando por la presidencia del Consejo, ocupada hoy por el belga Heman Van Rompuy, pero también para el resto de las carteras de la próxima Comisión en donde los Estados miembros aspiran a obtener puestos de peso.
Si la jefatura de la diplomacia recae en una personalidad de la derecha, lógicamente la del Consejo iría para un socialdemócrata.
La primera ministra danesa, la socialdemócratra Helle Thorning-Schmidt, suena para presidir el Consejo. Su perfil lo avalan la conservadora Angela Merkel así como el británico David Cameron.
Pero el hecho de que Dinamarca haya rechazado adoptar la moneda única condiciona también la designación de un presidente del Eurogrupo.
La cuestión no es tanto saber quién ocupará la presidencia de este club, que recaería según los consensos en el actual ministro español Luis De Guindos, en reemplazo del actual ministro holandés Jeroen Dijsselbloem, sino si el cargo será permanente o no.
«Con un presidente del Consejo de un país que no es miembro de la zona euro toma relevancia un presidente permanente del Eurogrupo», señaló una fuente diplomática que reconoció sin embargo que el debate sigue abierto.
Si fuere el caso, un presidente permanente del Eurogrupo no podría combinar su función mantiéndose al frente de una cartera económica nacional, como es el caso actualmente.
El actual presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, recibió el mandato de proponer un «paquete» de nombramientos para este miércoles. Es decir que los jefes de Estado discutan sobre el jefe de la diplomacia, el presidente del Consejo y el del Eurogrupo.
«Esta sigue siendo la intención, pero no hay nada solucionado», indicó una fuente europea.
La cumbre debía comenzar a las 18H00 locales (16H00 GMT) pero dada la falta de acuerdo, su inicio se pospuso hasta las 20H00. «Se necesitan más consultas», indicó un fuente.