Por Carola Solé
Veracruz/AFP
Con las sensibles ausencias de las presidentas de Argentina y Brasil, treatment la XXIV Cumbre Iberoamericana inicia este lunes en Veracruz, este de México, en medio de la crisis del país anfitrión por la cada vez más probable masacre de sus 43 estudiantes desaparecidos.
Con ese dramático caso planeando sobre este encuentro de dos días y con la duda sobre la esperada presencia del presidente cubano, la primera Cumbre Iberoamericana de Felipe de Borbón como rey de España también marcará el inicio de su celebración bianual.
La pérdida de influencia de esta cita nacida en Guadalajara, oeste de México, en 1991 por impulso de Madrid frente a nuevos foros latinoamericanos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Alianza del Pacífico quedó patente el año pasado en la cumbre de Panamá, donde sólo acudieron la mitad de los 22 jefes de Estado invitados.
Para esta edición, que España ha querido repotenciar bajo su nuevo rey erigido en junio, está confirmada la presencia de los mandatarios de Colombia, Chile y Perú –importantes socios comerciales de México– pero también del ecuatoriano Rafael Correa, el uruguayo José Mujica, el presidente portugués o los principales mandatarios centroamericanos.
No estarán en el puerto de Veracruz la argentina Cristina Fernández, por razones de salud y la brasileña Dilma Rousseff, por agenda –ambas estuvieron en la cumbre de Unasur de jueves y viernes– y son duda jefes de Estado como el venezolano Nicolás Maduro o el cubano Raúl Castro, que no ha participado en una cumbre iberoamericana desde que asumió la presidencia en 2008.
Presentar un ambicioso plan de movilidad universitaria será uno de los principales objetivos de esta cumbre mexicana que se centrará en la educación, la cultura y la innovación.
Los 43 estudiantes, también presentes
Y, aunque no esté previsto en la agenda, el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre en el sur de México que presuntamente fueron masacrados por narcotraficantes y policías corruptos, también tendrá posiblemente su espacio en la cumbre.
El domingo, Peña Nieto fue el primero en mencionar el caso al expresar en un foro empresarial previo a la cumbre sus condolencias a los familiares de Alexander Mora, el primero de los 43 estudiantes en ser identificado a través del análisis de sus restos mortales.
Y es que, mientras los presidentes y jefes de Estado iban llegando a Veracruz, la fiscalía general mexicana confirmó la identificación hecha por peritos de Austria aumentando el temor a que sea cierta la confesión de detenidos, que declararon haber matado a los chicos, quemado sus cuerpos y esparcido sus restos por un río.
Con su imagen internacional dañada por ese terrible caso que evidenció la infiltración de autoridades mexicanas con el narco, el gobierno de la segunda economía de América Latina se ha esforzado en lograr una gran presencia de mandatarios que le den un espaldarazo en la cumbre, donde el temor a nuevas protestas hizo blindar la seguridad en Veracruz.
«Agradezco las muestras varias de solidaridad para con México precisamente de la comunidad iberoamericana, que nos ha acompañado en este momento, en esta etapa en la que México ha estado inmersa», dijo el mandatario.
Atrás quedó el comentario que Mujica hizo hace dos semanas sobre la «especie de Estado fallido» mexicano a raíz de este caso, que retiró rápidamente en medio de un roce diplomático.
Relaciones «aún más» estrechas
Más allá de la violencia, la Cumbre Iberoamericana tampoco pasará por alto que el crecimiento de América Latina, que parecía inmune a la crisis que estalló en 2008, se está desacelerando.
Organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han pronosticado que en 2014 la región crecerá sólo un 1,1%, el valor más bajo en cinco años por una caída en la inversión y un bajo desempeño de sus principales economías, una situación que debe revertirse.
Rey de España pide estrechar «aún más» lazos iberoamericanos
El rey de España Felipe VI dijo el domingo en México que los países iberoamericanos deben estrechar «aún más» sus relaciones ante la delicada situación económica mundial, en un mensaje previo a la inauguración el lunes de la XXIV Cumbre Iberoamericana.
Ante la crisis económica, especialmente agudizada en Europa, «debemos estrechar aún más nuestros lazos», pidió el rey durante el cierre de un foro empresarial en la ciudad de Veracruz (este).
Para el monarca, el importante crecimiento latinoamericano de los últimos años refleja que Iberoamérica «está llamada a jugar un gran papel en este siglo XXI».
«Es cierto que hoy vemos incertidumbres pero, si se sortean y superan con coraje y decisiones, esta región será claramente un motor de la recuperación económica mundial», añadió.
«Si los 90 fueron los años de la internacionalización de las grandes empresas españolas a través de Iberoamérica, esta década ya está siendo la de la expansión de las grandes multinacionales latinoamericanas y las invitamos a que lo hagan aún más», señaló.
«Es cierto que hoy vemos incertidumbres pero, si se sortean y superan con coraje y decisiones, esta región será claramente un motor de la recuperación económica mundial», vaticinó el domingo el rey Felipe VI al hacer votos para que, en este difícil contexto, se estrechen «aún más» las relaciones iberoamericanas.