Santiago Leiva
@Santileij
El Salvador recuperó las credenciales y cultivó las esperanzas de avanzar a los cuartos de final de la Copa Oro 2017. La Azul aprovechó las facilidades crediticias de una Curazao que puso precios altos, pero que acabó vendiendo barata su derrota.
Si bien los pupilos de Eduardo Lara se impusieron 2-0, el resultado podría catalogarse como “mentiros”, ya que el cuadro caribeño pudo descontar y porque el encuentro pudo acabar en goleada salvadoreña.
Anoche, en Denver, después de 20 minutos aciagos y llenos de nubes grises, la Azul -que jugó de blanco- encontró la claridad y sobre todo la efectividad para convertir en gol las dos primeras opciones y doblegar mentalmente a un rival que había sido superior.
Ayer, Lara volvió a apostar por el mismo sistema de juego que usó frente a México: 4-4-2, que únicamente se vio retocado por la ausencia de Benji Villalobos por lesión y la inclusión de Dennis Pineda en lugar de Andrés “el Ruso” Flores. La puesta en escena tuvo un arranque tambaleante para El Salvador porque Darwin Cerén y Narciso Orellana no lograban frenar en el centro de la cancha el empuje de Leandro Bacuna; mientras que por derecha Gevaro Nepumoceno hacía daño con los centros para Rangelo Janga.
Iniciando el partido, Janga tuvo para abrir la cuenta y luego llegó tarde a un centro que era solo de empujar. Al ´20, el mismo Janga anticipó a los defensas y sacó un globito que pasó centímetros arriba de la portería de Derby Carrillo.
Fue a partir de ese susto que el panorama cambió. En la jugada siguiente Gerson Mayén se juntó con “Fito” Zelaya y el delantero albo recibió y devolvió el balón al volante tecleño que venció sin reparos al meta Eloy Room al minuto 21.
Y solo dos minutos más tarde, al 23, Nelson Bonilla asistió a “Fito” con un trazo largo el cual dominó impecablemente el “11” de la selección y colocó el 2-0 con un remate cruzado.
El 2-0 hirió de muerte a Curazao y Zelaya les pudo dar el tiro de gracia al ´40, pero malogró un centro de Dennis Pineda, imparable por izquierda. En el ´43, Nepumoceno tuvo para descontar desde la mancha del penalti, pero no pudo ante Carrillo que adivinó el disparo. El primer acto se cerró con un amenazante disparo de Orellana que sirvió de advertencia para el complemento.
A la vuelta de las duchas el panorama cambió abruptamente, la Azul se adueñó de la pelota y del terreno de juego; mientras que Curazao se vio chato y falto de ideas. Al ´55, Janga intentó regresar al equipo al partido, pero su testarazo besó el horizontal.
Amo y señor de las acciones, El Salvador comenzó a apedrear la portería de Room, pero la efectividad del primer tiempo desapareció y eso impidió gritar no menos de cinco goles. Bonilla intentó colocar demasiado una pelota al ´65, se comió Fito el 3-0 en el ´68, le quitó Room un misil a Larin al ´72, y como esas acciones hubo más. En el ´74, probó Cerén con un disparo que le salió desviado y sobre el cierre del encuentro Bonilla desperdició un mano a mano frente a Room. Mostró fútbol El Salvador en esta ocasión, pero le faltó pólvora y tendrá que ir a muerte ante Jamaica en el cierre del grupo.
Este fue el partido número 19 entre el representativo cuscatleco y Curazao. Las estadísticas reflejan hasta hoy 12 triunfos de El Salvador, cinco empates y dos derrotas.