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William D. Martínez se encuentra realizando su presentación de su reciente libro, denominado Obituario de un Médico.

D. Martínez: “Hasta que la vida nos vuelva a encontrar”

Oscar Martínez

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Parece que la muerte hace un quiebre en la vida, al menos, cuando se trata de un amigo y camarada, como lo era Domingo y William D. Martínez que después de un minuto de silencio expresa “nunca claudicó”.

¿Cómo conocí a Domingo? con Domingo militamos en el Partido Comunista de El Salvador, trabajábamos en áreas distintas. Cuando fui reclutado en la Universidad de El Salvador UES para el PC, por Amílcar, profesor de ANDES 21 de junio, a quien de cariño en la Universidad le decíamos “Fanfarria”, desde un inicio me dijo que yo iría a enrolarme con la juventud de la Unión Democrática Nacionalista, pues en la UDN, para esa fecha que se buscaba rescatarla y relanzarla no tenía juventud. La UDN era una herramienta social, político y electoral. Mario Aguiñada fue el Secretario General, con quien entablé una estrecha amistad, hasta que la UDN, bajo su conducción, optó separarse del PCS. Yo estaba trabajando en la Universidad como responsable del arte y la cultura cuando a mi oficina llegó Fidel Santacruz para pedir apoyo para presentar su libro “A un paso del amor”. Que con gusto hicimos, presentar el libro en la biblioteca de la Universidad. En la presentación del libro fue el primer encuentro que tuve con Domingo Santacruz, pues ese día asistió y Fidel me lo presentó como su hermano.

Domingo Santa Cruz en la presentación de su libro, El rostro oculto del comandante Marcial.

Para ese tiempo ya se había firmado el armisticio (Los Acuerdos de Paz), Domingo coordinaba una ONG que realizaba trabajo de proyección social y pidió a la universidad que se le apoyara en la realización de unos diagnósticos comunitarios. Yo me hice responsable de coordinar la investigación en las comunidades donde la Coordinadora para la reconstrucción y el Desarrollo CRD tenían presencia. Fue así como inició nuestra sincera amistad, la que duraría hasta la fecha de su fallecimiento. En conversación con él, comenzó a contarme su vida como militante del PCS, desde sus inicios. Supe que a él quien lo reclutó fue Cayetano Carpio, que él fue capturado y torturado por la policía y que estuvo exiliado varias veces.

Domingo me pidió encarecidamente que me hiciera cargo de la coordinación de un grupo de profesionales y mi primera idea fue organizar una escuela de formación política para profesionales. Pero como a la escuela no llegaban sólo profesionales, decidimos nombrarlo Movimiento de Profesionales, Técnicos e Intelectuales de El Salvador (MPTIES). La escuela de formación política duraba tres meses y quien la impartió sábado a sábado, fue Domingo. La única condición de la escuela era que al finalizarla multiplicáramos dicha escuela en todo el país. Así, pudimos abrir tres escuelas más, en tres departamentos, una en San Salvador, otra en Santa Ana y la última en San Miguel. Domingo era incansable, siempre inauguraba los talleres y cuando se le requería para un tema que nadie manejaba, él se hacía presente. Luego las escuelas las ampliamos a catorce escuelas, una en cada departamento, desde Ahuachapán hasta la Unión: para las elecciones del 2009, realizamos con Domingo escuelas con los grupos denominados “Los amigos de Mauricio”, que no eran de izquierda, sino que se unificaban en función de apoyar la candidatura presidencial de Mauricio Funes.

Fue un gran aporte de Domingo yendo y viniendo de un departamento a otro y dando charlas políticas a grupos de personas que nunca habían recibido una escuela de formación política. Domingo de carácter serio, pero amistoso, siempre que viajábamos juntos al interior de los municipios departamentales, mientras manejaba me narraba su participación en la guerra, la muerte de sus hijos en combate y los debates internos al interior del partido y en el FMLN. Fue nombrado embajador de El Salvador en Cuba y luego en Venezuela.

La última vez que lo vi intercambiamos libros, Yo le di “La Dulce vida Urbana y él me entregó el libro que escribió sobre Marcial. Lo motivé a escribir su biografía y me ofrecí a echarle una mano. Así quedamos con ese acuerdo; pero no pudimos realizarlo. Sin embargo, estoy dispuesto a escribir sobre su vida en el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR) creado en 1962 a instancias del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), luego del FMLN, pues hay mucho que aprender de su militancia en la izquierda política de nuestro paisito.

Y hoy que ya no está con nosotros, cuando más se necesitan, los comunistas como Domingo, le digo en lengua Quechua: “TUPANANCHISKAMA”, que significa “Hasta que la vida nos vuelva a encontrar”. Domingo, honor a todo tu legado.

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