Wadi ad-Dawasir/Arabia Saudita/AFP
El rally Dakar se vistió de luto por la muerte del motorista portugués Paulo Gonçalves, de 40 años, quien sufrió una caída en la 7ª etapa, ganada en autos por el español Carlos Sainz. Es la 25ª muerte de un piloto en la historia del rally.
Gonçalves, segundo en la edición de 2015, era un piloto experimentado, reconocido como una figura de la caravana y que disputaba su 13º Dakar.
El luso se cayó en el km 276 de la especial que conectaba Riad con la ciudad de Wadi Ad Dawasir, en el sudoeste de Arabia Saudita.
Al caer la noche, los participantes, algunos con lágrimas en los ojos, respetaron un minuto de silencio, con una foto de Gonçalves proyectada en una pantalla gigante.
Los organizadores explicaron que el piloto estaba en parada cardiorrespiratoria cuando llegó el equipo médico al lugar del accidente. Luego de un intento de reanimación que duró treinta minutos, fue trasladado en helicóptero a un hospital, donde se certificó su fallecimiento.
En unas fotografías tomadas instantes después del accidente, se ve al piloto tendido en una gran llanura de arena, con su moto alejada unos metros, mientras los servicios de emergencia y otros pilotos se agolpan a su alrededor.
Según ellos, el accidente tuvo lugar en un sector llano donde el terreno marcaba ondulaciones, que están bien señaladas en el libro de ruta.
Desde la creación del rally, en 1979, 25 participantes han fallecido, 20 de ellos motoristas. La última muerte de un piloto se había producido en la edición de 2015 en Argentina.
La séptima etapa, la más larga de este Dakar (546 km de sector selectivo), la ganó el español Carlos Sainz (Mini), sumando ya tres triunfos de etapa. El madrileño, doble ganador de la prueba, aumentó su distancia en la clasificación general y ya ha dejado a Nasser Al Attiyah (Toyota), vigente campeón, a diez minutos.