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Doris Rosales
@DiarioCoLatino
El Instituto de Estudios de la Mujer “Norma Virginia Girola de Herrera” (CEMUJER), la Agrupación Ciudadana para la Despenalización del Aborto y COMCAVIS Trans, expresaron en el marco de la finalización del mandato de la actual titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), Raquel Caballero que la Asamblea Legislativa “deberá dar inicio al proceso para seleccionar a la nueva persona, que deberá ser la nueva titular de esta institución”.
En la conferencia se manifestó que el proceso de selección del o la titular de la PDDH debe estar acorde con los parámetros constitucionales y los estándares internacionales, para garantizar la designación de una persona capaz, idónea e independiente.
Las organizaciones presentaron una serie de recomendaciones y solicitudes a la Comisión Política de la Asamblea Legislativa, con el fin de garantizar que la “institucionalidad” desde la PDDH sea “garante” del respeto y promoción de los derechos humanos, “tal y como se soñó y suscribió en los Acuerdos de Paz”. “Se trata de un cargo de gran relevancia para la protección de los derechos humanos en El Salvador, especialmente para la protección de los derechos de las víctimas. Por ello resulta imprescindible que la designación recaiga sobre una persona capaz, idónea e independiente para desempeñar este cargo, que sea el resultado de un proceso de selección acorde con estándares internacionales, orientado a evaluar el mérito y las capacidades de las personas postulantes con base a criterios que garanticen su independencia e imparcialidad”, acotaron.
Para esto, solicitan que la Asamblea Legislativa realice un proceso de elección “en tiempo”, y éste sea transparente, participativo y carente de intereses partidarios, con la intención de contar con un titular de la PDDH “probo, calificado y con trayectoria y conocimiento de los derechos humanos”.
También se mencionó que la PDDH debe ser el referente nacional de los “altos ideales” de convivencia, justicia, paz y equidad, basados en el respeto y garantía de los derechos humanos.
“A veintiocho años de la firma de los Acuerdos de Paz con la certeza de este largo caminar podemos decir que El Salvador cambió de forma, pero no de fondo, es decir, se crearon un conjunto de instituciones establecidas formalmente, pero carentes del contenido y la visión del diseño de ese nuevo país, por el que se pagó el más alto precio del sacrificio que se podía: la vida”.
