César Ramírez
@caralvasalvador
No pagar impuestos por enviar dinero a los paraísos fiscales provoca desempleo, esa situación se debe a la ausencia de leyes que controlen estos movimientos irregulares, algunos académicos califican este delito como “desregulación” que no solo evade impuestos, sino que genera una profunda división entre economías legales y las irregulares (por decirlo de alguna manera), puesto que toda economía legal con domicilio en una nación o región: paga impuestos, mientras que los paraísos fiscales no lo hacen.
Se considera que estos paraísos fiscales son realidades simétricas “irregulares” a nuestras naciones con economías concretas, carecen de regulación pero trabajan los capitales a discreción, mientras tanto nosotros en nuestra nación pagamos impuestos, cumplimos las leyes, nos sometemos al control de deudas, podemos observar los informes financieros de las instituciones acreditadas en el sistema etc, todo lo contrario sucede en los Offshore, que genera una división entre asalariados y la oligarquía financiera internacional, concluyendo en desempleo y corrupción, puesto que ese capital no retorna, no genera inversión, con una resultante de empleos a tiempo parcial, empleos por trabajos profesionales que no generan seguro de vejez, ni pensión, empujando a nuestros jóvenes al comercio informal.
El beneficio de los sectores privilegiados es: no pagar impuestos, exportan el capital y lo ocultan, ese dinero no retorna, en una palabra es un fraude fiscal, es una acción ilegal, pero ellos se amparan en la desregulación creada por inteligencias financieras que promueven la evasión de impuestos.
Fusades se identifica como una organización sin fines de lucro, pero el envío de dinero de $50 millones a paraísos fiscales riñe con esta definición: ¿es un buen ejemplo para el sector privado? ¿Todos los empresarios deben actuar en consecuencia? ¿Es legal que una organización sin fines de lucro efectúe transacciones similares?
En esta acción de enviar dinero del pueblo salvadoreño a un paraíso fiscal, el Estado ha dejado de percibir aproximadamente $3 millones, -según expertos financieros- también recuerda otras acciones infames de la Banca Comercial y el famoso secreto bancario, puesto que no es fácil enviar esa cantidad de una nación a otra sin dejar rastros visibles en las contabilidades legales, por ejemplo, si Juan Pueblo envía una remesa paga impuestos, si Juan Pueblo recibe remesas paga impuestos, en su caso serán apenas $300 (trescientos USD); a propósito, en otros tiempos millones de dólares se movieron de pequeños ahorristas en organizaciones que aún dejan un mal sabor en los afectados.
Enviar millones de dólares a una tercera nación afecta al pueblo y al Estado, el cual vigila por Ley a las Fundaciones y corresponde a la Fiscalía General de la República pronunciarse en este caso.
En consecuencia, una offshore genera: corrupción, desempleo, evade impuestos, causa daño permanente a la imagen pública de las personas que cometen ese fraude fiscal, implica también los límites del “secreto bancario” y obliga a la FGR a pronunciarse… al pueblo trabajador no le perdonan ninguna retención en su cheque, es más recibe su dinerito ya con ese descuento.
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