Washington / Prensa Latina
El Centro para el Control de Envenenamientos de Nueva York contabilizó el martes un centenar de llamadas por daños tras la sugerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ingerir o inyectarse desinfectantes como cura de la Covid-19.
Según reportes de prensa, solo el 23 de abril, día en que Trump habló del tema, el Centro de Nueva York recibió 21 reportes sobre el contacto con lejía y 11 para otros desinfectantes, lo que contrasta con el total de seis llamadas para esa fecha el año pasado. La comisionada de salud de la ciudad, doctora Oxiris Barbot, transmitió un mensaje de video en Twitter en el cual advirtió a los neoyorquinos contra esos procederes.
Claramente, los desinfectantes no están hechos para ser ingeridos ni por la boca, ni por los oídos, ni por la nariz, de ninguna manera o forma. Y hacerlo puede poner a la gente en un gran riesgo’, señaló.
Hace una semana, Trump, en una de las sesiones informativas en la Casa Blanca, soltó su descabellada recomendación causando innumerables críticas no solo de los expertos, sino también incontables bromas y memes en las redes sociales.
‘Veo el desinfectante – donde lo noquea en un minuto, un minuto. ¿Y hay alguna manera de que podamos hacer algo así, por inyección en el interior o casi una limpieza?’ expresó el gobernante.
Aunque una de las funcionarias de su gobierno trató de salvarlo del ridículo al señalar que los comentarios del mandatario los sacaron fuera de contexto, en Maryland cientos de llamadas inundaron una línea telefónica de asistencia de salud con preguntas.
La Agencia de Manejo de Emergencias de ese estado tuvo que emitir una alerta de que ‘bajo ninguna circunstancia’ se debe tomar desinfectantes para tratar el coronavirus; mientras, en Washington, los funcionarios instaron a la población a no consumir cápsulas de detergente para la ropa.
Inyectar lejía o alcohol de frotar altamente concentrado ‘causa un daño masivo a los órganos y las células sanguíneas del cuerpo básicamente se revientan’, dijo en una entrevista la doctora Diane Calello, directora médica del Sistema de Información y Educación sobre Envenenamiento de Nueva Jersey.
Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, arroja que los casos de exposición a lejía y desinfectantes aumentaron un 20 por ciento de enero a marzo de 2020 en comparación con similar período del pasado año.
A esta ola de polémica, Trump solo respondió a modo de defensa que se trataba apenas de ‘de una broma’ sarcástica.
Pero no es la primera vez que el ocupante de la Oficina Oval sugiere irracionales tratamientos contra la pandemia.
Aún es motivo críticas su recomendación de utilizar la combinación de un fármaco contra la malaria para tratar la grave enfermedad respiratoria, que deja ya más de 56 mil muertos y una cifra que rebasa el millón de contagios en Estados Unidos.