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«De cabecera» (Parte II). Por Caralvá

Caralvá

Intimissumun

Esos libros “de cabecera” contienen palabras que invitan a comprender el universo, parecen artefactos que explotan en la imaginación; los lectores con sus pequeñas bibliotecas que poseen esos libros lo comprenden; además conocen del autor y sus colecciones comparables con océanos, revoluciones, amores, fracasos, éxitos etc.

De un libro “de cabecera” me permito presentar algunas palabras olvidadas: rellanos, hachones, batista, escai, anillas, estarcido, ciclostilado, polibán, parquet, espinapez, arpillera, moqueta, plexiglás, jaén, camembert, enristrada, bulas, lacré, sisal, foque, cangreja, bilboquet, tarando, Escitia, licaón, muselina, cárdigan, baldosines, taba, chuca, rafia, postillón, bacarrá, tebeo, lontananza, guripa, besugueras, pechina, chiruca, factótum, escolleras, tinglado, sampanes, carena, radas, dársena, zoco, dómine, escarpia, cenefa, aucubas, aspidistras, filodendros, linóleos, litines, palmatoria, carraca, cornaca, calamón, recamado, alabandinas, Quarli, alquería, insonorizar, bibelot, palisandro, dormanes, briquet, cequíes, achaflanadas, fuste, molesquín, detersiva, hocino, vaharadas, logopedia, boticelliana, présbita, cloqué, gualda. Piscolabis, salsifis, popería, chumbera y otras.

No es un alarde de palabras, si le agregamos que la lectura de ese texto fue un período de un año, con un contenido de 634 páginas, sus referencias otros ocho años, al incluir el valor semántico, se convierten en otro camino del lector. Les invito a investigar en un diccionario palabra por palabra y podrán encontrar una sociedad mercantil, portuaria, domiciliar y otras exquisitas de disciplina científica.

La mención de estas palabras es valiosa, el libro que no menciono su nombre tiene cuatro capítulos, las presentadas son las primeras, detallan un conjunto social de la vertiente de estudios académicos y eruditos, la obsesión de pormenores al coleccionar historias, algunas de una magnitud universal pero además connota su virtuosismo extremo al estudiar media docena de libros para una historia de unas 700 palabras, de tal manera que el asombro provocado en el lector es una lectura a la inversa, ello implica su silencioso trabajo de investigación.

El libro que no mencionaré fue reseñado en esta sección hace muchos años, más específico solo se ilustraron varios artículos de ese autor extraordinario, puede ser un buen reto que el lector encuentre ese libro, lo cual es muy improbable, en nuestra nación esas lecturas parecen en extinción.

Las palabras en los libros evocan la clase social del autor, su vivencia, la denuncia del tiempo, la vida en fragmentos que no los libran de las tareas del trabajo asalariado, son oficios que realizan junto a su pasión de escribir, puesto que un autor no vive exclusivamente de publicar historias sino de las urgencias de ingresar dinero a sus bolsillos… por modestos que sean; no olvidar que algunos autores célebres hicieron algunas de sus obras desde las prisiones o refieren esa época: Trotsky, Gramsci, Cervantes, Solzhenitsyn, Manuel José Arce, Roque Dalton, Nelson Mandela, Oscar Wilde, Marqués de Sade etc. Como se puede observar el arresto de intelectuales considerados un peligro para el poder dominante es una norma a través de los siglos.

César Vallejo en prisión[1], así anotó: “El momento más grave de mi vida” … “Me han empapelado toda impunidad y a todo descaro” …

La cárcel es una condición extrema de los autores, por supuesto uno en su condición “mortal” no desea ese infortunio ni aún a condición de la trascendencia, lo malo es que ninguno de los autores anteriores solicitó esa circunstancia, puesto que los atraparon sin aviso.

Es paradójico el destino de un autor convertido en libro de cabecera, casi parece una elección mística, ellos no renuncian a todo, sino han elegido ese destino, hasta parece que su condición de sufrimiento es premeditada desde la infancia, aunque parezca una exageración.

Una anotación de esta colección de palabras en un libro físico es la manipulación del documento impreso, que es una anotación al margen de tan valioso texto, para algunos es un sacrilegio anotar sobre un documento publicado, pero ese reflejo de “marginar” es la respuesta del lector o su colección privada del acervo gramático, al menos así se pueden resolver crucigramas o ampliar la nomenclatura de arquitectura, construcción, medicina, botánica etc.

Las palabras no son estáticas, evolucionan… tenemos el deber y derecho de evolucionarlas. amazon.com/author/csarcaralv

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Leer parte 1: https://www.diariocolatino.com/de-cabecera-libro-fisico-y-virtual-por-caralva/

 

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