Redacción Nacionales
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Reclutar a 20 mil jóvenes salvadoreños es lo que se ha propuesto el gobierno liderado por Nayib Bukele para “defender a nuestra patria de sus enemigos internos y externos”. Dicha convocatoria ha sido criticada por la oposición en la Asamblea Legislativa, así como diversos sectores de la sociedad civil.
El jefe de Estado instó a los jóvenes a que si quisieran ser parte de la Fuerza Armada, se acercaran a los Centros de Reclutamiento y Reserva que están distribuido en todos los departamentos.
En la Asamblea, la diputada del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Marleni Funes, espera que con el anuncio del mandatario y cuando dice “enemigos internos” se refiera a “combatir los problemas de delincuencia que hay en El Salvador. Yo no esperaría que fuera para sus oponentes, ya que los oponentes no son solo políticos, es todo aquel que piense diferente, periodistas, universidades, entre otros”, comentó.
Funes añadió que aumentar el número de efectivos de la Fuerza Armada, en otros países es normal, incluso el servicio militar es hasta obligatorio, pero en El Salvador se ve con cautela porque uno de los acuerdos cuando se firmó la paz en 1992 fue «no aumentar de manera tan drástica el número efectivos militares, incluso se redujo», informó la diputada Funes.
Dijo también que dicho tema en El Salvador se ve con un poco de preocupación por la experiencia que se ha tenido por la instrumentalización de la Fuerza Armada. “Por eso es que algunos sectores ven con temor que se pueda volver a instrumentalizar la FAES”, agregó.
Similar es la opinión del diputado Johnny Wright Sol, de Nuestro Tiempo, quien dijo que aumentar los elementos de la FAES “es contradictorio y una incongruencia, ya que desde los Acuerdos de Paz se viene reduciendo el rol de la Fuerza Armada dentro del esquema democrático”.
Y no le pareció correcto hablar de “enemigos internos”. “Me parece que hablar de enemigos internos en el contexto político actual, también es preocupante y no compartimos esta decisión para la juventud salvadoreña”, recalcó.
Mientras que Reynaldo Cardoza, del PCN, aliado del Gobierno, consideró que Bukele no se refiere como “enemigos internos” a la oposición.
“Yo creo que para atacar a un enemigo interno de oposición, se puede controlar con 10 o 20 policías, pero creo que pensar de esa forma es erróneo”, apuntó Cardoza.
Y agregó que la palabra “externos” se puede referir a que El Salvador debe cuidar “la soberanía del país y “externos” “puede ser cualquier país que a nosotros nos quieran golpear”.
Señaló que, con este aumento a la FAES, “están generando empleo, porque cada militar que ingresa a la Fuerza Armada obtiene una dádiva económica. Está generando empleo a 20 mil jóvenes”, comentó.
Para saber más del tema, Diario Co Latino consultó al abogado Héctor Carrillo, director de Acceso a la Justicia de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), quien afirmó que el anuncio hecho por el jefe de Estado contradice a los Acuerdos de Paz.
¿Qué piensa sobre el anuncio del presidente Bukele de aumentar el número de efectivos de la FAES?
“Es injustificado desde el punto de vista constitucional, pues la soberanía del Estado o la integridad del territorio no está siendo amenazada y tampoco existe un contexto de alteración de la paz interna”, comentó Héctor Carrillo.
Agregó que el artículo 212 de la Constitución de la República establece las funciones de la Fuerza Armada y en la actualidad del país, “no hay justificación alguna para ese anuncio”.
De hecho, Carrillo informó que ese posible incremento injustificado es contrario al espíritu de los Acuerdos de Paz y lo establecido en la sentencia de inconstitucionalidad 4-2012 que fue clara en señalar que los militares no deben participar en tareas de seguridad pública.
¿Es correcto aumentar el número de la FAES, sabiendo que muchos jóvenes carecen de acceso a estudios superiores?
“Es lamentable que el presidente de la República de manera abierta promueva la incorporación de la juventud a la Fuerza Armada cuanto el país tiene una gran deuda en cuanto a oportunidades de educación y empleo para la juventud. Cada año, por ejemplo, alrededor de 10 mil jóvenes se quedan sin poder ingresar a la Universidad de El Salvador (UES), sin contar los otros miles que egresan de educación media, y ni si quiera lo intentan por carecer de recursos económicos para costearse cinco años de estudios”, respondió.
Héctor Carrillo, director de Acceso a la Justicia de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), sostuvo que “es ofensivo que el gobierno promueva como una ‘oportunidad’ para la juventud la posibilidad de convertirse en seres obedientes y capacitados para usar armas de fuego”.
“La juventud salvadoreña se merece más que eso y puede más que eso. Hay que tomar en cuenta que esa ‘oportunidad’ que ofrece el Gobierno es para los hijos e hijas de asalariados, para quienes no pueden pagar estudios universitarios, para quienes no pueden encontrar un empleo, es decir, es la opción para la juventud pobre de El Salvador pues no me imagino a jóvenes con apellido Bukele enlistándose o a hijos e hijas de diputados, funcionarios o de grandes empresarios, no creo que ellos se enlisten”.
¿Se podría considerar como una instrumentalización de la FAES al aumentar los efectivos para recibir órdenes de una persona?
“Solo se me ocurren dos razones por las cuales el presidente está impulsando esa medida: 1) como un elemento de propaganda. Hay que recordar que el Plan Control Territorial ante todo ha sido una pieza de propaganda de la estrategia de comunicación política del presidente, no es parte de una auténtica política pública…”, “2) como una acción tendiente a preparar a la Fuerza Armada para tener un rol político de respaldo hacia la figura del presidente, más allá de los límites constitucionales, tanto desde sus mandos como desde las bases de la Fuerza Armada.
Eso es muy peligroso puesto que evoca la época autoritaria de los años 70´s y 80´s, donde se violaron de manera sistemática los derechos humanos más elementales de la población salvadoreña”, recalcó.
“Si se quiere fortalecer a las instituciones vinculadas a la seguridad pública, debiera pensarse en fortalecer la Policía Nacional Civil y no la Fuerza Armada”, concluyó.
Este anuncio del mandatario salvadoreño surge a pocos días que el Ministerio de Hacienda solicitó a la Asamblea modificar la Ley del Presupuesto 2021 por $136 millones. De los cuales se pide una asignación de $30.3 millones para operaciones del Ejército y de apoyo institucional, en el rubro de Defensa, según reveló la iniciativa que se discutirá el lunes próximo.