Lo que tanto criticó el presidente Nayib Bukele de las asambleas legislativas anteriores, léase los “madrugones” y los “combos”, lo está haciendo la bancada del partido creado por el mandatario de Nuevas Ideas, mejor conocido en el parlamento como la bancada “cian”, y con creces.
Una noche antes, la bancada oficial aprobó la ley de Recursos Hídricos, lo que durante 15 años se conoció, como proyecto de ley, como “la Ley del Agua”. Cuando llegó Nuevas Ideas a la Asamblea Legislativa, el proyecto de ley de agua apenas le faltaban un par de artículos para concluirlo, entre ellos el polémico artículo de la entidad rectora. Sin embargo, la bancada cian y sus satélites, a pesar de que estos últimos habían participado en sus legislaturas anteriores en el estudio, la echaron al sesto de la basura.
La reacción de los movimientos sociales pro agua, pro medio ambiente, pro derechos humanos, que participaron activamente en el proyecto que Nuevas Ideas tiró a la basura, no están conformes con la ley Bukele, o ley hídrica, porque al final afectará a las grandes mayorías, pues no garantiza el agua para las comunidades, pero, si se le garantiza al gran capital, como la concesión de agua abundante para los proyectos urbanísticos de los Poma y los Dueñas.
Además, obliga a las juntas de agua, unas dos mil a escala nacional, a que paguen el agua que con esfuerzo y sacrificio llevan a las comunidades donde la ANDA nunca pudo, ni podrá poner un tan solo chorro. Este es el reflejo más claro del carácter clasista y mercantilista que tiene la ley.
El otro elemento del combo fue la reelección del Fiscal General de la República, Rodolfo Delgado, que también ha sido rechazado por organizaciones que velan por la institucionalidad y los derechos humanos.
Delgado no solo tiene el pecado original de haber sido impuesto el 1 de mayo del presente año, al asumir Nuevas Ideas el control total de la Asamblea Legislativa, violentando todos los mecanismo que la ley exige, sino que, además, es un hombre de confianza del presidente Nayib Bukele, quien así lo dijo sin tapujos, en una cadena de radio y televisión.
Que el Fiscal sea parte del equipo de confianza del presidente de la República es grave, porque, como ha quedado demostrado hasta hoy, la justicia se aplica a partir de las directrices de Casa Presidencial, o para mantener la simpatía del presidente de la República.
Y esas directrices de Capres han dado resultado con la persecución política de reconocidos cuadros políticos de izquierda y de derecha, pero, sobre todo, contra la izquierda. Varios ex funcionarios de los gobiernos del FMLN están presos, con delitos inventados, mientras que otros son perseguidos y huyen de la “justicia” del actual gobierno.
La persecución política quedó clara cuando la interpol se negó a declarar luz roja contra media decena de exfuncionarios de izquierda, entre ellos el expresidente de la República Salvador Sánchez Cerén.
En la Asamblea, por cierto, hicieron ver que Nuevas Ideas no lograba conseguir los votos para reelegir a Delgado, contrario a los diputados de los partidos satélites que sí ya habían anunciado la reelección, lo cual por supuesto, era solo una pantomima de Nuevas Ideas para dar la idea que había encontrado dificultades en reelegirse.
No dudamos que el Fiscal reelecto seguirá su agenda, la cual sin duda ha sido elaborada en Casa Presidencial.
Y el otro acto del combo fue la aprobación del presupuesto, que si bien tiene destinos importantes para la educación, la seguridad y la inversión, es cierto que tiene muchos peros, sobre todo, porque refleja un déficit de 1300 millones de dólares. Pero independientemente del hoyo financiero, lo cierto es que llegar a la última plenaria para aprobarlo fue un sinsentido, pues la oposición en la Asamblea no es capaz de retrasar una votación, tiene el gobierno a disposición más de 60 votos. Aquí es bueno, nuevamente, recordar la campaña del presidente Bukele durante casi tres meses, de exigirle a los diputados de la Asamblea Legislativa anterior que solo tenían que “apretar” el botón. Pues este año, teniendo mayoría absoluta en la Asamblea solo era de apretar el botón, entonces, ¿por qué hasta el último día de labores en la Asamblea? La respuesta es la misma, una estratagema de la bancada cyan para hacerle ver a la población que “reñido” lograr el acuerdo.
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