La ex vicepresidente de la República del último Gobierno de ARENA, remedy Ana Vilma de Escobar, rx presentó el miércoles ante el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador, una acusación de supuesta calumnia y difamación contra el Secretario de Transparencia y Anticorrupción de la Presidencia, Marcos Rodríguez.
De Escobar dice sentirse ofendida del Secretario Rodríguez, por haberla señalado “públicamente” de irregularidades en el manejo de un Fideicomiso Especial para la Creación de Empleos en Sectores Productivos Estratégicos (FECEPE).
Este caso, más allá de la denuncia y el papel que debe jugar el sistema judicial en cuanto a la aplicabilidad de la ley, es decir, el apego al Estado de Derecho, debería servir para que en efecto se ventilen los presuntos actos de corrupción en los que están involucrados varios exfuncionarios de ARENA, algunos, favorecidos por “la justicia”, al declararles penas como las de “servicio público”.
Los que hoy claman por la CICIES, supuestamente para investigar la corrupción en el país, deberían aprovechar este caso para pedir que la Fiscalía General investigue no al secretario Rodríguez, sino a la ex vicepresidente, para determinar si en efecto hubo o no “irregularidades” en la creación de FECEPE y si los empresarios fueron beneficiados con el mismo.
También debería abrirse el expediente de “irregularidades” en el manejo de fondos en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), cuando De Escobar fue directora del mismo. Y es que, si se suman los dos casos, se estaría investigando sobre el buen manejo o no, de aproximadamente $40 millones de dólares.
Es cierto que según la ley, nadie es responsable de un delito mientras no sea vencido en juicio. Pues, bien, en el caso de FECEPE, que ha sido retomado por el secretario Rodríguez, fue puesto ante la opinión pública por el ex presidente Mauricio Funes. Dado que Funes ha gozado de calidad por su apego también a los principios periodísticos, sus denuncias públicas debieron ser investigadas hasta llevarlas al final.
El secretario Rodríguez, cuando la ex vicepresidente le reclamó en la Plaza Libertad, el 15 de septiembre, por traer a cuenta el tema de FECEPE y otros casos presumibles de corrupción en Gobiernos de ARENA, le propuso a la ahora diputada de ARENA, realizar un debate público ante las cámaras de televisión, en donde presentaría los indicios del mal manejo del fondo.
Más que una demanda para que la diputada Ana Vilma de Escobar recupere una notoriedad de la que no goza en su partido, ni en la fracción de ARENA, debería servir para saber si en realidad hubo o no irregularidades en los manejos del fondo millonario. Y los que hoy se rasgan las vestiduras con el cuento de la “CICIES” deberían abanderar una investigación seria y profunda para conocer la verdad no solo con esos fondos, sino también los del ISSS.