La tarde del miércoles arribó, al aeropuerto Internacional de El Salvador, un contingente de médicos, enfermeras, técnicos sanitarios, y con otras especialidades, de Sevilla, España, para colaborar con las autoridades de Salud y enfrentar la pandemia, sobre todo en el nuevo Hospital El Salvador, donde han comenzado a atender solo casos de COVID-19. Los veintiocho profesionales sevillanos o españoles pertenecen al Grupo de Servicios de Asistencia Médica de Urgencia (SAMU), creado en 1981 y que, según se ha informado, cuenta con más de cuarenta sedes a escala internacional. La solidaridad en tiempo de pandemia debe ser bien acogida, sin lugar a duda, sobre todo, porque los profesionales que hoy nos visitan vienen de un país en el que el nuevo coronavirus ha hecho grandes estragos y, su experiencia, puede venirle bien a El Salvador.
Ojalá y las autoridades de Salud le presenten a los jefes de la misión los planes completos de cómo se ha abordado la pandemia, en sus diferentes fases, para que den su opinión y recomendaciones. Es necesario recordar que nuestras autoridades de Salud han estado bastante apáticas a las sugerencias de otros. Así hemos visto cómo se han ignorado las recomendaciones del Colegio Médico o de especialistas, quienes de forma individual han hecho sus críticas, pero también sus recomendaciones.
Esperemos que el contingente español también haga sus observaciones, pero sobre todo sus recomendaciones, si es que los planes del abordaje de la pandemia lo necesitan. Sobre todo, porque el Ministerio de Salud ya dio las nuevas fechas para las siguientes fases de la apertura económica, que, de acuerdo con declaraciones del ministro de Salud, Francisco Alabí, la apertura económica estaría basada al comportamiento de la pandemia.
Y si ya se dieron nuevas fechas para iniciar la segunda fase, esperamos que se haya dado a partir de los criterios de salud que anteriormente se han esgrimido. Esperemos que estos planes también lo conozcan los del SAMU, para que den su opinión, sino es que el visto bueno. Aunque, claro está, lo más importante es que estos profesionales de la medicina den su aporte a partir de su experiencia en el combate a la pandemia en su región, en su país. Nada es tan valioso como compartir la experiencia y a eso hay que sacarle provecho en el país, sobre todo de quienes toman las decisiones para las políticas públicas del rubro. No dudamos, tampoco, que estos profesionales del viejo mundo, también se llevarán la experiencia salvadoreña como las medidas tomadas inicialmente, o la forma de cómo hospitales como el San Rafael, de Santa Tecla, y otros, se volvieron en íconos para salvar vidas de pacientes que estaban en la etapa crítica.
Y, quizá, donde también los médicos visitantes pueden ayudar es a saber cómo pudo evitarse y cómo pueden evitarse más contagios y pérdidas de vida del personal médico salvadoreño. Porque, aunque se ha repetido hasta el cansancio que son nuestros héroes porque se han encargado de salvar la vida de los salvadoreños contagiados, al parecer, no se ha hecho lo suficiente para evitar estos contagios o esas pérdidas humanas.
En fin, la visita de este contingente de voluntarios de profesionales de la salud debe ser aprovechado en un cien por cien. Esperemos, además, que traigan consigo otro listado de medicamentos que puedan ser utilizados en pacientes salvadoreños con diferentes patologías, así como según los síntomas que presentan.
El nuevo coronavirus en el mundo ha presentado diferentes tipologías y, seguramente, siendo España un país de la Unión Europea, lo más probable es que también haya sufrido esas diferentes patologías y tipologías, por lo que la transferencia de esa información será de gran beneficio para los y las salvadoreñas.
Hasta el día ayer jueves, El Salvador ya registraba 16,230 casos de COVID-19, de los cuales, 7,558 son activos, y 8,233 recuperados, y con la lamentable pérdida de 439 pacientes, entre ellos personal de salud, la mayoría médicos y enfermeras.