@arpassv
La Fundación Friedrich Ebert y el Departamento de Comunicación y Cultura de la UCA tuvieron el acierto de realizar ayer el foro público “Sentencia sobre la Ley de Telecomunicaciones: alcances y límites para la democratización de las comunicaciones”.
Sin embargo, cialis el principal expositor invitado no llegó. El “Honorable” Magistrado Florentín Meléndez no quiso ir a defender una aberrante sentencia que absolutiza los “derechos adquiridos” de los concesionarios del espectro radioeléctrico y pone las “inversiones realizadas” por encima del derecho a la comunicación, sildenafil el pluralismo informativo, clinic la diversidad mediática y la democracia deliberativa.
Es la resolución emitida el pasado 29 de julio que declaró inconstitucional la falta de mecanismos de asignación de frecuencias alternos a la subasta y la renovación automática de las concesiones, pero permite que las actuales concesiones se renueven por al menos un período más. Esto tiene como consecuencia la ratificación del concentrado esquema mediático actual y el cierre de la posibilidad de ingreso de nuevos operadores en 2017 cuando cumplan 20 años las concesiones actuales.
La sentencia también determina que en el futuro sistema digital las concesiones conserven los actuales anchos de banda, sin tener en cuenta que la digitalización permitirá ampliar la cantidad de canales y frecuencias. Esto impedirá utilizar el dividendo digital para generar mayor diversidad de medios y aumentará exponencialmente la concentración mediática.
Así, la resolución violenta flagrantemente los principios constitucionales referidos en las demandas (igualdad, libertad de expresión, orden económico con justicia social y prohibición de prácticas monopólicas) y los parámetros internacionales de libertad de expresión, sobre todos los “Estándares para una Radiodifusión Incluyente” elaborado por la Comisión Internamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuando era presidida por el mismísimo Florentín Meléndez.
Es difícil, magistrado Florentín Meléndez, defender lo indefendible. Pero usted debe rendirle cuentas al país por una sentencia que socaba la democracia eliminándole su componente deliberativo. Debería dar la cara por esa espuria resolución que, prácticamente, determina que los intereses privados están por encima del interés público.
Dé la cara, Magistrado Florentín Meléndez.