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DE LA CONFERENCIA DE PRENSA DE MONS. GREGORIO ROSA, OBISPO AUXILIAR DE SAN SALVADOR. CATEDRAL METROPOLITANA. 5 DE OCTUBRE DE 2014

Buenos días amigos y amigas de la prensa.

El Arzobispo está en Roma desde el día sábado en el Sínodo de los Obispos que comenzó hoy y que tiene como tema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Durará  quince días y el Papa estará presente. Hay 191 cardenales y obispos participando del mundo entero.

Es un encuentro muy importante para ver cómo está la familia en el mundo, illness qué problemas son los más grandes que tiene. Y luego en el Sínodo del próximo año, cure en octubre, para ver cómo se  responde a esos desafíos.

Estamos en vivo con el canal católico de televisión, el Canal 39, y también con la red de radios  católicas. Saludamos a todos los que están escuchándonos a través de la radio.

Tengo dos cosas que comentar antes de escuchar sus preguntas; la primera es el Sínodo. El Papa en  su homilía dijo que somos el pueblo de Dios, el pueblo que Dios ama porque Cristo dio la vida por  nosotros. Dios nos ama con ternura infinita. Y nos toca a los pastores hacer sentir ese amor a la  gente. En ese pueblo de Dios está la familia como la pieza clave, la familia que sufre tanto en  nuestro país por la violencia homicida, por las extorsiones, por la pobreza, por la marginación, por  la falta a veces de diálogo entre los esposos y tanto otros motivos de angustia que afligen a la  familia salvadoreña. Queremos tenerla ahora muy presente en esta mañana.

Luego la segunda cosa es comentar brevemente la iniciativa que se lanzó al país el día lunes, el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia. Quisiera decir algunas pequeñas ideas:

Esta es una instancia plural, permanente, autónoma e inclusiva de diálogo y concertación.

No es una dependencia del Gobierno, es autónoma, pero está coordinada con el Gobierno.

¿Para qué estamos reunidos, para qué nos hemos constituido como Consejo? Para buscar caminos de solución al problema de la violencia que aflige tanto a la familia salvadoreña.

Queremos catalizar lo mejor que hay en el país como ideas y propuestas para hacer frente a este problema.

Queremos ayudar a que en cada territorio, en cada municipio, se impulsen políticas adecuadas para ver las causas de esta violencia, de esta inseguridad ciudadana. Que todos los actores se pongan en marcha de una forma articulada.

El problema de la violencia tiene solución; parece una utopía, pero tiene solución. Por eso  invitamos a todos los salvadoreños y salvadoreñas a dar sus mejores aportes y encarar este enorme desafío con esperanza y compromiso.

Ya hicimos algo increíble cuando logramos terminar con la guerra mediante el diálogo y la concertación. ¿Por qué no repetir esa experiencia? Los actores están ahí, los que puede hacer posible este milagro. La voluntad hay que irla despertando y uniendo. Dice el Manifiesto: “no dudamos que seremos capaces de construir juntos y juntas este proceso que  lleve a la paz”.

Y luego, el Consejo llama a todos los sectores sociales y a las fuerzas vivas del país, a que  posibilitemos un contexto adecuado para llegar a acuerdos de unidad que no estén condicionados por la coyuntura electoral. Esto es importante: que la propaganda política no vaya a contaminar este esfuerzo patriótico.

Y por último, recordemos que todos somos parte de la solución; cada uno en su campo tiene algo que hacer. Pero en primer lugar está la oración, porque sin la ayuda de Dios no podemos hacer nada.

Quiero decir que la iniciativa ha sido muy bien recibida. Los más escépticos nos dan el beneficio de la duda, otros el beneficio de la confianza. Ciertamente el camino no es fácil. Esta semana habrá reunión del Consejo para ir ya tomando las primeras decisiones conjuntas. Estamos acompañados por las Naciones Unidas -eso es importante-, por la OEA y por la Unión Europea, de modo que todo lo que tenga que ver con financiamiento, que es de las cosas que muchas veces entrampan estos procesos, está también previsto, está también encaminado.

Queríamos dar estas buenas noticias al país, en el contexto del Sínodo de la familia, que es la clave de todo. Si todos fortalecemos a la familia, podemos cambiar el país. Yo digo que hay que cambiar el agua a los peces. El agua está muy contaminada, está muchas veces putrefacta en el entorno de la familia o en el seno de la familia. ¿Cómo puede entonces haber vida en ese ambiente malsano? Que todos seamos capaces de hacer lo propio para que logremos juntos este nuevo milagro. Ya se hizo uno en el año 1992 cuando firmamos la paz. Estamos en un nuevo camino hacia la paz. Gracias por estar aquí, amigos y amigas de la prensa. Estamos listos para responder a sus preguntas.  Bienvenidos y bienvenidas.

Diálogo con la prensa

P. 1.- Buenos días Monseñor. Néstor Ríos, de Canal 21. Preguntarle, usted mencionaba que si la paz tuvo solución con un acuerdo, un Acuerdo de Paz acá en el país ¿Con quiénes sería este acuerdo en esta oportunidad para solucionar esta situación. Sería con las pandillas, con quiénes?

R/Tocas el punto más candente y eso lo platicamos en el Consejo. Hay que dialogar con todos. El cómo es lo que se está preguntando. Cada uno tiene su modo de llegar a este diálogo pero tenemos que dialogar con todos; y hay que dar oportunidades a todos porque analizando el problema gran parte de la causa es de marginación, de falta de oportunidades, de falta de inclusión. Por tanto, la parte social es capital para que el proceso tenga éxito, pero sí, estamos muy claros que nadie puede ser excluido. En el cómo, ‘ahí hay un montón de opiniones, montón de propuestas. Cuando en diciembre tengamos el diagnóstico concertado -recordemos que las Naciones Unidad están preparando una investigación que deben presentar a Consejo en diciembre- lo vamos a discutir y lo vamos a validar. Con ese diagnóstico vamos a partir, para que tengamos una base común. Al tener claro el diagnóstico podemos ver cuáles son las respuestas a esos problemas que ahí van a estar  descritos. Pero tiene razón, este punto es capital y el mensaje que dimos no tiene ninguna palabra negativa, no condena a nadie porque todos somos parte de la solución. Veremos el cómo poco a poco.

– Cuál es la diferencia de este proceso al que impulsó el ex ministro de Justicia y Seguridad,  David Munguía Payés, llamado la “Tregua”. ¿Cuál es la diferencia?

R/ Yo diría que hay al menos tres diferencias clarísimamente evidentes: la primera, es que este esfuerzo es más integral; ahí está la empresa privada, ahí están varios medios de comunicación social y esperamos que otros se van añadir después, están las municipalidades, están varias universidades, están centros de investigación, están las iglesias; todas las iglesias están ahí representadas; y luego hay el acompañamiento de las Naciones Unidas -esto es nuevo también- junto con la OEA y la Unión Europea. Uno se llena de esperanza cuando ve estos funcionarios deseosos de tener una propuesta articulada, creíble, sustentable a la cual poder apoyar.

Recordemos que en las leyes de esos países desarrollados hay un porcentaje que debe ir a la ayuda externa, al desarrollo. Entonces buscan dónde poder invertir ese dinero que por ley tienen que destinar al desarrollo de los países del tercer mundo; es otra diferencia.

Y la cuarta, que este esfuerzo tiene total transparencia: aquí no va a ver secretos; eso lo dice claramente el encabezado del comunicado. La experiencia de la “Tregua” dejó muchas lecciones.

Hay que saberlas aprovechar; una de las cosas buenas es que puso en la agenda el tema de las pandillas y ya no salió de la agenda; son un actor capital de la realidad salvadoreña. Hay muchísimos análisis sobre ese fenómeno.

Al ir viendo todo 1o que hay de investigación, de propuestas y también de experiencias, tendremos bastante camino adelantado; pero eso será fruto del proceso del diagnóstico que mencioné antes y que será estudiado en diciembre por nosotros los del Consejo, para llegar a un acuerdo de como vemos la realidad. Porque si no tenemos clara la realidad vamos a dar “palos de ciego”.

– En ese momento la “Tregua” dio la oportunidad para que se le entregara algunos privilegios a pandilleros, en este caso pandilleros estaban recluidos en el centro de máxima seguridad y fueron trasladados a otros centros penales, entre otros beneficios, condiciones en los centros penales que hasta plasmas tenían ¿podría hablarse que se le entregarían… sí en un dado caso usted como menciona, hay que hablar con todos… se le entregarían beneficios a las pandillas?

R/ Voy a darte la posición de la Iglesia, que es de la que yo puedo dar fe. Nosotros vamos a tener como clave la familia, la familia en cada parroquia. De ahí vamos a partir. La “Tregua” ha partido desde las cúpulas, de acuerdo con dirigentes, con líderes. La Iglesia va a partir de la base, ahí está esa realidad también. En la base está la familia y por allí vamos a comenzar. La Iglesia tiene total capilaridad, estamos en todos los rincones del país. Depende del compromiso de cada párroco, de cada obispo hasta dónde se pueda llegar.

Hay un montón de experiencias que se han hecho; no partimos de cero. Hay experiencias que pueden ser modelo para replicar, lo que llamamos las buenas prácticas. El proceso está apenas desencadenándose. Estoy muy esperanzado aunque no ignoro que es un camino muy empinado y muy lleno de dificultades, pero si no lo recorremos llegamos a una situación totalmente  insoportable, Eso es lo que queremos superar.

P. 2.- Buenos días Monseñor. Rafael Mendoza, de El Diario de Hoy. Quería ver la opinión de la Iglesia sobre el tema de El Chaparral. La Fiscalía ha encontrado que tanto ASTALDI, que es la empresa que ha construido El Chaparral, como la CEL no hicieron un estudio o no verificaron bien que el terreno donde se ha construido la obra no es el adecuado. Entonces, tanto así que en las últimas horas el Secretario Técnico, Roberto Lorenzana, ha dicho que están pensando en descartar ese proyecto el cual ya costó 108 millones de dólares al país ¿Cómo ve está situación algo complicada, económicamente en el país, Monseñor?

R/ Hay un factor que es en el que la Iglesia estuvo más metida y es el aspecto ambiental. En diócesis de Santiago de María, al que pertenece este municipio de San Antonio del Mosca, hubo toda una movilización en contra del proyecto desde el punto de vista ambiental. Como Conferencia Episcopal no tuvimos una decisión al respecto porque no era muy clara la cosa. Sí estaba claro para nosotros el tema de las minas: en esa cuestión sí fue totalmente categórica la oposición de la Conferencia Episcopal. Aquí, en el tema de El Chaparral, había diferentes opiniones entre nosotros.

El otro aspecto, el de un despilfarro, llamémosle así, el de una decisión mal tomada… Esas cosas suceden, uno puede equivocarse y si se han cometido errores, hay que rectificarlos.

Por otra parte está abriéndose campo, el tema de las energías renovables. Yo leía ayer en un periódico de ustedes que hay un fondo de Europa para eso. Honduras tiene sus parques eólicos produciendo energía eléctrica y esa energía nuca se acaba hasta que se acabe el mundo. También la hidroeléctrica es una energía renovable. La energía geotérmica es otro de los tesoros del país. Creo que esto nos permite avanzar en todo lo que sea un parque energético que tenga como clave las energías renovables. En este campo hay muchas posibilidades en El Salvador.

En cuanto a lo otro, repito que sí hay errores hay que corregirlos.

– ¿Tiene La Fiscalía que llegar al fondo de todo esto por un posible manejo corrupto?

R/ Ahí hay mecanismos para ver esas cosas, tiene el Estado esas instituciones y que funcionen es lo importante. Pero, como ya lo indiqué, el criterio es que sí una cosa fue decidida de forma equivocada hay que rectificar.

P. 3.- Buenos días, Karla Recinos, del Diario El Mundo. Pregonarle nada más de las acciones  concretas que tiene el Consejo… Porque usted mencionó el diálogo con todos los sectores de la  sociedad y que también en diciembre se presentará un diagnóstico concertado. ¿Qué otras acciones se tendrían concretas con el Consejo?

R/ Voy a ponerte un ejemplo sencillo. Si soy comunicador yo puedo crear un ambiente de esperanza o de rechazo a esta iniciativa. Ahí está mi aporte como comunicador. Hay empresas de  comunicación que están apostándole a esto. Si eso falla, falla todo. Los demás empresarios tienen que facilitar que haya empleo para gente que ha estado marginada.

Si se rescata a un montón de jóvenes que están en la violencia y hay empleo digno para ellos, es un aporte desde la empresa privada. Otros sectores van a aportar, por ejemplo, desde sus investigaciones.

Cada sector tiene ahora el campo libre porque no estamos atados unos con otros: cada uno desarrolla su trabajo en su área. Yo hablo en el área de la Iglesia. Habrá una carta pastoral de nosotros, el 21 de noviembre la vamos a publicar con los criterios que vamos a seguir en la Iglesia para dar nuestra contribución.

Como ven, hay mucha gente que ha hecho cosas interesantes, pero las ha hecho en escala menor y sin apoyo. Al poder tener una especie de plataforma, por ejemplo, para muchas ONG que tienen experiencia y tienen gente formada en este campo. Un ejemplo: ayer me visitó un artesano de San Lorenzo que ha logrado aprovechar los desechos de la caña de azúcar para artesanías; ellos dan talleres de eso. Me mostró lo que producen, me contó un poco la historia y está con ganas de que eso se aproveche en todo el país. Bueno es un ejemplo. Hay que desatar las mejores energías del país y este Consejo, con este planteamiento pretende eso, que se desaten todas las energías positivas. Somos un país admirable, eso no hay que olvidarlo, un país que hace milagros. Basta ver que sobrevivimos todos los días, ya eso es un milagro cotidiano. Vamos a ser capaces de hacer este milagro, con la ayuda de Dios y acompañados por organismos como las Naciones Unidas, con posibilidades de acceso a dinero, a la parte financiera para cosas importantes. Hay, pues, una garantía y unas posibilidades que nunca antes tuvimos en cualquier proceso que hubo para este tema de la violencia que se desató después de la guerra. Está abierto el campo y todos tenemos que ser actores. El cómo es el que vamos a ir conversando poco a poco.

P. 4.- Buenos días. Wilber Ruano, de Radio Nacional. Esta semana la Sala de lo Penal de España decidió que el caso del asesinato de los jesuitas acá en El Salvador siga abierto y que se investigue. ¿Quiero conocer la posición de la Iglesia Católica de acá del país sobre esta resolución?

R/ Hay dos perspectivas: primero la de los familiares de los padres jesuitas que son españoles, excepto uno que es salvadoreño -el padre López y López-, los demás todos son españoles; ellos decidieron continuar con la demanda. Y la posición de los padres jesuitas aquí localmente, que habrá que pedírselas a ellos, pero imagino que están abiertos a que se haga justicia. Pero ellos tienen algunos matices en su planteamiento y ya lo han expresado varias veces, cuando han dicho por ejemplo que ellos quisieran conocer la verdad, oficialmente, pero para otorgar el perdón. Ellos han querido recalcar el tema del perdón a los criminales que cometieron ese magnicidio; pero con la condición de que se conozca lo que pasó, y que sea oficialmente reconocido por el Gobierno. En esa línea se ha expresado, sobre todo el padre Tojeira, repetidamente.

De modo que creo que el caso va a seguir adelante, allá y también aquí. Y esa es buena cosa.

P. 5.- Reverendísimo Monseñor. Soy Abiú Segovia, de YSKL. Esta semana resulta que el Presidente de ANEP, Jorge Daboub, que es parte del Consejo de Seguridad del que también usted es parte; decía que hacía falta la participación de la Fiscalía General de la República y de la Corte Suprema de Justicia. Es sumamente urgente que estén presentes en el diseño del diagnóstico que usted ha previsto para que sea una realidad a la nación en diciembre ¿Usted estaría de acuerdo en que se llame ala Fiscalía y a la Corte?

R/ Si me permites ampliar la información, de hecho el Fiscal fue a la última reunión, la quinta, y aceptó ser parte del Consejo. Estuvo en la sesión pública del lunes pasado y estuvo muy activo; hizo declaraciones al final de la presentación muy claras. En cuanto al sistema de justicia se ha abierto la  puerta a ellos, aún no se tiene el método, la fórmula, pero se considera que es importantísimo que esté dentro. Recordemos que el Consejo “es una instancia plural, permanente, autónoma e inclusiva de diálogo y concertación”; por tanto todos los sectores deberían estar así. El cómo hacerla hay que  platicarlo. El Fiscal ya está adentro, y él dice que va a estar muy atento a que no se vaya a hacer algo que no sea correcto dentro del proceso, y que si sucede, él se retira. Lo dijo ese día lunes. De modo que la tarea ya está cumplida en gran parte. De hecho, los partidos políticos están adentro unos de lleno, otros como observadores. Y hay un compromiso de parte de ellos de no contaminar el proceso con la campaña electoral, cosa bastante difícil, pero importantísima porque hay que ver que esto esté por encima de las luchas partidarias porque es un tema de nación.

– ¿Qué piensa sobre el alto que puso la Sala de lo Constitucional de la Corte al transfuguismo político, que esto lleva orden a la Asamblea y a los partidos políticos?

R/ Hay un terremoto con esa resolución, ¿verdad? Yo hablo hoy como votante, como elector. Yo voto por una persona, porque conocí su propuesta y me pareció que era acorde con mi pensamiento.

En este sentido espero fidelidad a lo que yo apoyé al dar un voto. Ese criterio me parece que es importante; pero viene ya luego todo el tema de cómo los partidos, a veces, sufren una metamorfosis y van como el camaleón, cambiando de colores según la ocasión. Ese es otro problema, el tema de la responsabilidad del político. En este punto la Iglesia está muy clara: el político ejerce una función muy noble para el bien común. Un político que lo tiene claro es una bendición para el país. Tener esos políticos es lo que necesitamos, políticos -dice el papa Francisco- a los que les “duela” el dolor del pueblo. Si es así, uno será un político coherente con la confianza que le depositaron al apoyarle con su voto. Y ahora que vendrá el voto para los concejos municipales plurales, esto se vuelve aún más importante.

Esto es un poco, a nivel de criterios, lo que la Iglesia ha expresado y hoy lo estoy recordando a propósito de tu pregunta.

P. 6.- Buenos días Monseñor. Alejandra Canales, de Canal 12. Varios medios venimos un poco tarde y queríamos que profundizara un poco sobre el tema del Consejo, usted ya adelantaba sobre éste. Quisiera que nos comentara sobre el trabajo que se está haciendo, también se habla de un diagnóstico que se va a presentar en diciembre y, finalmente, si usted cree que este Consejo es la solución para quizá el problema que más abate a El Salvador.

R/ En el penúltimo número del manifiesto, el número ocho, dice que no somos sino parte de la solución. En cuanto a lo del diagnóstico vamos a recibirlo en diciembre, por parte del PNUD, para discutirlo, debatirlo y validarlo; y de ese diagnóstico concertado vamos a partir para muchas acciones. Es un Consejo que por definición es abierto a todos, y es autónomo con respecto al Gobierno. Eso es importante subrayarlo, estamos ligados y coordinados, pero no estamos como una instancia que depende del Gobierno. Somos ciudadanos que aceptamos dar un servicio, yo en nombre de la Iglesia, otros en nombre de su sector. Estamos optimistas, aunque sabemos que la tarea es tremendamente difícil, sin embargo es totalmente necesaria.

Que Dios nos ayude para que la gente no vaya a tener una nueva frustración ante algo que nació bonito y no sirvió para nada.

– En este momento ¿cuál va a ser la acción a corto plazo, aparte del diagnóstico de diciembre?

R/ Tendremos pronto noticias concretas, por el momento cada sector está preparando su propuesta de lo que puede aportar. La Iglesia, en noviembre dará una Carta Pastoral de los obispos sobre el tema para toda la Iglesia salvadoreña donde habrá criterios, observaciones para lo que nosotros vamos a aportar como Iglesia. Y cada sector está haciendo algo parecido, de modo que pienso que, si vamos sumando los esfuerzos, llegaremos pronto a lo que llamo yo ir “cambiando el agua a los peces”. Estamos intoxicados, estamos con un aire irrespirable, nos falta oxígeno. Depende de todos ir cambiando esa atmósfera y esa agua que está, a veces, putrefacta. Hay que irla purificando para que los peces respiren y tengan vida. Los peces somos los salvadoreños, todos los que están en las zonas más marginadas, más de riesgo, y peces que también están en la violencia. Tenemos que lograr que esos peces también puedan respirar, vivir y también dejar vivir.

Esa es un poco la visión, la esperanza que tengo. Repito, por lo que he visto hay una expectativa positiva y un deseo grande de contribuir a que esta iniciativa pueda tener resultados positivos.

– Una última pregunta ¿En el Consejo se ha contemplado la posibilidad de dialogar con los pandilleros?

R/ Ese tema salió repetidamente. Yo dije antes la posición: el Consejo sabe que no se puede excluir a nadie. Todos somos parte de la solución. El cómo, hay varias opiniones y eso se irá depurando poco a poco; pero nadie puede ser excluido. El método va a ser distinto del método que se usó en la experiencia anterior, de la “Tregua”. En el caso de la Iglesia, vamos a partir de la base, de la familia, del territorio, de la localidad; no de acuerdos con cúpulas, en principio. Pero este tema no se puede evadir, estos jóvenes son actores y actores importantes, de modo que todo mundo debe sentir esperanza y sentir también que no se le echa fuera, sino lo contrario para construir algo juntos, un país diferente que necesitamos verlo pronto surgir.

P. 7.- Byron Sosa, de La Prensa Gráfica. Sobre la situación que está viviendo a nivel mundial sobre el Ébola. Acá se está generando un dilema porque el Ministerio de Salud ha tomado el  llamado que dicen Naciones Unidas les ha hecho, pero también hay otra gente que está en contra con la situación que se está viviendo en el país con Chikungunya y con el Dengue ¿Cuál es su postura?

R/ El sistema de Naciones Unidas ha hecho un llamado mundial y somos parte de ese sistema. En  cuanto a cómo se responda, allí hay una parte ya técnica, pero ciertamente ser solidarios es algo  elemental en la naturaleza humana. Si no nos hubieran apoyado en tiempos de la guerra, no  hubiéramos salido adelante. Eso en cuanto al criterio.

Hay normas y hay protocolos para estos casos; que se respeten en forma escrupulosa es importante.

De hecho cuando alguien viene del África le someten a una cuarentena. Eso es parte del protocolo, puede durar veintiún días y ya se cuenta con normas bien precisas. De modo que si se respetan los protocolos en forma estricta, creo que la actitud de ser solidarios no podemos nunca abandonarla, más aún cuando hemos sido tan favorecidos por la gente que fue solidaria con nosotros.

Hay otros aspectos, más bien propios del debate político, pero a nivel de principios eso es lo que nosotros pensamos como Iglesia.

P. 8.- Buenos días Monseñor. Roberto Cardoza, de TCS Noticias. Solamente conocer su opinión.

En el presupuesto del próximo año para Fiscalía se contempla un recorte. También se hablaba que al menos trescientas plazas o trescientos fiscales estarían en peligro de ya no trabajar en la institución ¿Cómo ve ese recorte que se le está haciendo al Ministerio Público?

R/ Yo diría que es importante que en este debate que se va a abrir, el debate sobre el presupuesto, tuviéramos nosotros los ciudadanos acceso a la información objetiva para poder opinar. No la tenemos por el momento, yo no dispongo de datos como para poder opinar, pero ciertamente las finanzas no andan saludables. La austeridad es un criterio que parece correcto. El cómo se aplique, cada uno quiere que su organismo no sea afectado, eso es normal; hay mucha gente que necesita trabajo.

Hay un montón de variables que parecen difíciles de conjugar, pero si hubiera un debate abierto, con datos objetivos uno podría aportar. Pero no me siento capaz de opinar, porque todo mundo dice lo mismo, que en su institución hace falta más dinero y pone mil razones. Todo mundo dice que Educación, Salud, etcétera, necesita más dinero. Esperemos a ver qué pasa en los próximos días, cuando el debate se abra y ahí tal vez tendremos elementos para poder dar nuestra propia contribución.

– ¿Pero cuando se habla de la institución que investiga el delito, Monseñor?

R/ Es que todo mundo dice que lo suyo es lo más importante. Educación dice lo mismo, Salud dice lo mismo, entonces esperemos un poquito a ver porque ciertamente razones abundan en todos los ámbitos para decir “yo necesito más dinero”. Esperemos un poco.

Bueno, pasen un feliz domingo.

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