Los grupos de choque que se han formado al interior del partido Nuevas Ideas, y que son los que están promoviendo acciones de violencia contra la institucionalidad electoral en el país, tienen lógica. Por un lado, porque quieren generar temor en la población votante, sobre todo de aquellos que no pertenecen a ninguno de “los partidos tradicionales”, porque estos están acostumbrados a esas malas prácticas, que vienen desde los “tiempos de conciliación”. Por otro lado, y quizá es lo más grave, quieren desprestigiar a la autoridad electoral, es decir, al Tribunal Supremo Electoral (TSE), a pesar de que la presidenta de esa entidad fue propuesta por GANA, hasta hoy el partido oficial.
Y el desprestigio al TSE va en la línea de desacreditar toda la institucionalidad del país, tal como lo expresamos en el editorial anterior. Pero, además, porque temen que los números no les salgan, de allí que desde ya están preparando a sus bases para luchar “contra un presunto fraude”.
Y es que las bases de Nuevas Ideas se han creído el discurso de que se está fraguando un fraude contra el partido celeste, lamentablemente fue el presidente Nayib Bukele el primero en hablar de fraude.
Por cierto, se suponía que Nuevas Ideas dejaría “las malas prácticas” de los partidos tradicionales, lo cual es imposible por la conformación de ese partido. Y es que ese partido está formado, mayoritariamente, por militantes reciclados, algunos considerados como los “desechables” de los partidos políticos tradicionales y, otros, los más oportunistas, y estos son los que forman los grupos de choque, tan violentas, como las famosas “turbas” de antaño.
Debe haber, por supuesto, ciudadanos decentes en Nuevas Ideas y para ellas, por supuesto, no va este editorial. Su decencia debe ser tal que sean capaces de reflexionar, sin necesidad de leer un artículo editorial como el presente. En Nuevas Ideas hay varios reciclados que vienen de ARENA, con las enseñanzas de la escuela de guerra psicológica de Taiwán. Nombres no aportamos, pues, sus figuras y figurones están allí, que no necesitan presentación.
Otro aspecto que es necesario destacar es la pasividad con la que está actuando la Policía Nacional Civil (PNC) al tolerar que los grupos de Nuevas Ideas hagan lo que quieran. El lunes, por ejemplo, el fiscal general de la República, Raúl Melara, tuvo que ordenar a la Policía a que liberaran a los funcionarios y personal del TSE que habían sido privados de libertad, luego de que los grupos de choque de Nuevas Ideas impidieran su salida.
Hay videos en los que se demuestra cuando tres de los representantes de Nuevas Ideas colocan candado a los portones de la sede principal del TSE, y con ello mantienen privados de libertad al personal que estaba en el interior, incluidos magistrados del TSE.
En ese lugar siempre hay miembros de la PNC, sin embargo, no actuaron, sino cinco horas después de iniciada la acción delictiva. Los voceros de dicho partido justificaron que la medida fue hecha para exigir que el TSE inscriba a sus candidatos a diputados, luego de que transcurridas dos semanas aún no han sido inscritos.
Dado que esta situación puede desbordarse en el futuro inmediato, la autoridad, en este caso la Fiscalía General de la República, debe sentar un precedente.
Recién firmado el Acuerdo de Paz, producto de la violencia electoral, por lo menos en tres elecciones consecutivas, hubo muertos y heridos en el periodo electoral, lo que llegó a disminuirse, luego de ingentes esfuerzos de sembrar una cultura de paz en los procesos electorales. Sin embargo, estos importantes avances están también por extinguirse con las demostraciones de violencia y el irrespeto de los grupos de choque de Nuevas Ideas.