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El Viceministerio de Ciencia y Tecnología, bajo la responsabilidad de Erlinda Hándal Vega, ha establecido en diez de las 14 cabeceras departamentales del país las Academias Sabatinas Departamentales (ASD).
Las ASD “buscan fomentar conocimientos, habilidades y actitudes para la investigación científica y tecnológica, con el fin de contribuir al desarrollo local y social del país”.
Las ASD son parecidas, sino es que una extensión, del programa de jóvenes talentos que instauró el ahora ministro de Educación Carlos Canjura, en la Universidad de El Salvador (UES), durante la rectoría de María Isabel Rodríguez.
Este programa reúne, sábado a sábado, a alumnos de diversas partes del país, de diferentes condiciones sociales, con habilidades y aptitudes para las ciencias exactas. Varios de estos alumnos y alumnas le han dado diversos premios al país en concursos de matemática, física y química.
Con la creación de las ASD, en 2011, esta labor ya no es exclusiva del campus universitario, pues, existen al menos 10 ASD a escala nacional. Y desde su creación, 1,300 estudiantes son atendidos en las academias sabatinas. La mayoría de alumnos son de escasos recursos, y provienen del área rural y de la urbana.
Es satisfactorio saber que hijos de campesinos, que durante la semana se dedican con sus padres a las labores agrícolas, sin abandonar la escuela, los sábados los dedican a la ciencia y a la tecnología. Y es que esos jóvenes o niños campesinos tienen verdaderamente aptitudes para la matemática, la física y la química.
Qué bueno que el Gobierno le está apostando a estos programas, con miras a que en un futuro cercano tengamos hombres y mujeres de ciencia o imbuidos en las tecnologías, con lo que no solo habrá superación de ese joven talento, sino de sus lugares de origen y del país entero.
Hoy que se han iniciado las relaciones diplomáticas con China Popular, sería bueno darle una revisión al programa de las ASD, para acelerar la incorporación de nuestros talentos en la alta tecnología.
Hay que felicitar a la viceministra Erlinda Hándal, al ministro Canjura, en particular, y a los Gobiernos del FMLN, por apostarle al futuro a través de la ciencia y la tecnología, lo que se demuestra con estos programas exitosos e inclusivos.
